Voy caminando muy cansado con la lengua afuera, el hambre me domina aunque no quisiera. Me acerque a un hombre para que me diera un poco de su comida, rogando con chillidos pero el solo me golpeo ocasionandome una herida. Con hambre, me pican las pulgas y garrapatas, ahora camino hacia adelante cojeando en una pata. Me senté a descansar y observar alrededor, todos me ignoraban a pesar de mi hedor. No era nadie, a nadie le importaba, una mujer solo por estar sentado ma maltrataba. Soy un estorbo para los humanos, no se dan de cuenta que me hacen daño, trato de agradables pero mi esfuerzo es en vano, que seré feliz? No pasara a quien engaño. Pero decidí a saciar mi hambre, al pescadero le robe par de bagres. Al carnicero le quite una chuleta, hasta a una niña le robe una chupeta. Me había convertido en un ladronzuelo y no me importaba, me golpeaban pero no importaba. Me decían que yo tendría que morir, pero no entendían que yo solo buscaba sobrevivir. Me atraparon y no tuve escapatoria, me cooperaron tanto que la sangre salia de forma notoria. No podía levantarme pensé que dejaría de existir, una mujer me levanto y dijo que no lo iba a permitir. Fueron días nunca antes vivido por mi, la mujer cocinaba comida solo para mi. Pero lo mas genial era cuando acariciaba mi cabeza, curaba mis heridas con mucha delicadeza. Yo meneaba la cola para mostrarle mi cariño, ella me consentía como a un niño. Sane rápidamente de mis heridas, y ya tenia un propósito en esta vida. Ser fiel a quien me trato con tanto amor, me sano las heridas y me quito el dolor. Ella entendía los que muchos no entienden, que los perros no pueden hablar pero igual sienten.