Caminando en un sendero sin rumbo determinado, haciendo lo que quiero sin saber que camino equivocado. Hoy admito que he sido falso con mi persona, mi delito fue creer que con mi inteligencia alcanzaría cualquiera corona. Reconozco que no soy buen padre, que he fallado a las enseñanzas que me dio mi madre. Reconozco que no fui un buen esposo, en mis decisiones fui muy caprichoso. Batallar solo fue lo mas peligroso, tratar de controlar lo que no controlo dándomela de ingenioso. Aparentar ser un buen amigo y un buen compañero, sin saber que en todo me justificaba, aparentaba estar bien con Dios y no lo colocaba de primero, lo malo como lo bueno yo lo disfrazaba. Pero aprendí que cada acción tiene una reacción, que la vida no solo es una emoción. Que en mi vida todo se dirige por mi decisión, que rendirse nunca es la solución. No se puede pedir algo que no estas dispuesto a dar, por eso para pedir perdón tendré que perdonar y reaccionar sin tenerme que justificar para que los problemas yo pueda superar. Alcanzar la redención a todas mis fallas, no luchar es la peor forma de perder la batalla. Quedarme caído de brazos cruzados esperando a que algo pase, quejarme por los lazos que me tienen ahogado viendo como lo malo se esparce. Lo correcto no es fácil de hacer, tuve que aprender a perder para lograr crecer. Y dentro de mi amarme a mi mismo, en el centro colocar a Cristo para salir del abismo. Reconozco también que fui adicto a la ira, me equivoco y no hice bien, la vida se vira. El orgullo me domino y no reconocía mis errores, sin pena hoy los confieso para que todo mejore. ¿Como me protejo de la tormenta si ni siquiera tengo un paraguas?, ¿como Dios me ayuda si navego en dos aguas?. Por eso retomo los pasos de El Perfecto, esperando que me reciba con los brazos abiertos. Hacer lo correcto ya estoy decidido, y recuperare lo que antes había perdido. Yo se que el enemigo cerca de mi me acecha, mi semilla es pequeña pero grande sera la cosecha....