Hoy estoy caído, sin nada que ofrecer.
El sistema me a herido, pero tuve que aprender.
Aunque algunas personas me menosprecien, por estar en una mala zona de a donde muchos vienen.
Que voy a levantarme es lo que dice mi instinto, creer en mi mismo me hace distinto.
Y confió en lo que tengo y en lo que soy, ando sin hipocresía y sin careta a cada lugar que voy.
Se que la situación no me favorece, y en momentos así la depresión aparece.
Llegue a un momento de impotencia, donde trabajaba mucho y el éxito no hacia presencia.
Pero tuve que pasar por esto, para desenmascarar a aquellos que decían ser honestos.
Si mi economía esta bien soy el mejor, si no tengo nada que darles soy el peor.
En los momentos buenos y esto es pura verdad, a los que hoy me dan la espalda yo los ayudaba con humildad.
Y les daba buenos consejos para que sus estudios no fueran en vano, en lo que necesitaban y les brindaba mi mano.
Y ahora ni me hablan y me tratan mal, no voy a negar sin ponerme emocional que sus acciones me disgusto mucho, pero yo con emociones no es que lucho. Si no con un Espíritu que me motiva a seguir, para que una buena enseñanza yo pueda a mis hijos transmitir.
Por eso no puedo decaer, doy gracias a los falsos que se dejaron ver.
Doy gracias a Dios aunque mis acciones no le cuadre, le doy gracias a una mano amiga que se llama madre.
Doy gracias a los que me apoyan y creen en mi en estos momentos, son pocos pero los valoro por ser honestos.
Serán mi prioridad para darles la mano sin excusa, mucha gente en la sociedad olvida que la vida es una montaña rusa.