Las sombras no siempre son enemigas.
Ellas me enseñaron a mirar más allá,
a encontrar luz donde otros ven oscuridad.
Me enseñaron que no necesito ser brillante
para ser valioso,
que incluso en mis días más oscuros,
hay fuerza en mi existencia.
Soy el equilibrio entre luz y sombra,
un reflejo de todo lo que he sido
y todo lo que puedo ser.
Y en ese equilibrio,
encontró mi paz.
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Editado: 08.12.2024