Anarcotizado, cínico, psíquicamente imperfecto
Busco las respuestas más oscuras para condimento existencial
Esas dudas se responden bajo tierra
Y se ocultan entre arboledas sagradas
De eterno silencio y sin compasión.
Desvelo el cerebro, chispeante y burbujeante
Te invito a bailar para borrar lágrimas
Destellos de horizontes desconocidos
Recuerdos estampados en el corazón
Que dejan la herida del vestigio
Inmutable
Y a veces sanan los dolores más raros.
De todas formas, nada es real
Viajamos en una balsa
Una balsa que navega el salado mar
Inundado de lágrimas ajenas y sangre al filo del dolor.
Buscamos algo
Amor, compasión… ¿diversión?
Cada corazón esconde su verdad
Por ende, cada corazón busca algo distinto y oculto
¡Pero qué nabos!
Aquellos que tienen bellas mujeres y no saben probar su dulce fruto
Los envidio y me dan asco
Así te quiebran, como reflejos malditos que desnaturalizan tu podrida costumbre
Así desgarran la piel muerta al nacer
Te dan a toda máquina
Y tu cerebro ya no reacciona
Solo cumple las funciones básicas robóticamente.
La “quetejedi” abre sus puertas
Luego de unas palabras a flor de labios crueles
Simples danzas
No sé qué hay dentro del pozo, solo veo oscuridad
Y algo que parece ser sesos exprimidos
Suenan a dulce gemido, como un sentido quebrado en extractos perfectos.
Ayer, ahí dentro
Lágrimas blancas adornaban las paredes
Y la miel colgaba balanceándose sobre el mentón
Entonces desato mi tormenta y me encadeno a los placeres
Fracasé haciendo peticiones
Criminalmente acecho tu alma
Tu luz puede iluminar mis zaguanes
Puede, aunque no te des cuenta.