Atrapado en mi piel, estoy al mando de tus instintos
Soy esclavo del dolor y del placer
Dos caras de la misma moneda
Las heridas abren caminos
Las cicatrices son esos caminos, cerrados para siempre.
Nunca pude transitar por ellos
Más allá del cuerpo se encuentra el alma
Paraíso interno, lleno de magias, poderes y venenos
Corrosivos como cremas del infierno
Puertas cerradas que esconden un nuevo cielo
Buscado por tan pocos
Encontrado por nadie.
Mi felicidad se refleja en tus ojos
Esos que, escondidos, me gusta buscar a veces
Conecto mi mirar con el porvenir interno tuyo
No me ciego, a veces tampoco siento
Pero el piso se mueve
Cuando truena tu voz en mi cerebro.
Fuego en mi cabeza
Cerebro calcinado
Ideas muertas
Como la piel de ese cuerpo ya olvidado
Como el recuerdo de aquella tarde en la que el sol moría a cada segundo
Pudriéndose en el horizonte
Y ese susurro se alejaba con el viento
Gemidos a flor de labios, fuego adornando el paraíso de tus ojos
Mariposas negras que gobiernan mis entrañas
Vomitan y escupen el corazón
Corazón idiota que solo piensa en su amor.
Vos me tirás lejos con tus frases
Lengua derretida y feroz
Espero que esté, bajo la misma luna que cada noche ilumina los más hermosos recuerdos
¿Una luz en tu alma? ¿Es eso lo que veo? ¿Es eso lo que necesito?
Una luz en el camino
¿A dónde me lleva?
A tu destino
¿Y si no creo en él?
Desviarás tu camino
A veces necesito quedarme quieto
¿Para calmar tus pensamientos?
Para olvidar…
El pasado oscuro y atormentador
Desierto en el que vivo.
Sin darme cuenta, estuve hablando solo
Solo frente a tu recuerdo, solo imitando tu voz
Cada una de tus palabras
Como dagas en la noche más oscura que jamás me perturbó.