Las sustancias que recorren nuestro cuerpo
Son producto del jugo interno que desangra el alma
Reyes de palacios y príncipes de reinos
Cada cual se esclaviza a lo que mejor le atraviese el corazón.
Los caminos fulgurantes deslizados sobre carne podrida
Extrañamente poblados por pobres cuerpos
Flacos y huesudos
Por ahí marcho tras la melodía
Mientras que el rio brillante de calma profunda
Lleva los más poderosos y mejores torsos.
Quiebran los vidrios las miradas tenues
Explotan otras miles, llenas de fuego
Todas y cada una
Se revuelven dentro de las tripas de quien solo piensa saciar la sed de aquellos jugos pegajosos
Siempre importantes.
En el medio del trayecto, nos detenemos a pensar y sostener una mirada crítica
Sin saber comprender al que tenemos cerca.
Hojas de diarios que aún no se escriben
Falsedades tiernas, innecesarias
Para darle algo de pesar a esas espaldas rotas por la nieve y el trabajo.
La involución se retroalimenta
Producto de su amalgama inepta
Puesta en escena por quienes tienen el mundo a sus pies
Y uno acá, luchando por no lustrar el zapato que aplasta
Intentando ser el dueño del zapato que aplaste a otro menos capaz
Asegurando que esté bien atado
Para que no se perciba de quien es el pie
La pierna
El cuerpo entero.
Está tan muerto esto que hacemos
No se extrae del deseo
Sino del no profundizar en un problema inexistente
Uno puede seguir siempre, claro
En contra del lugar donde nace lo que realmente se derrite en verdades
No vale la vida, entonces.
Somos eso que chorrea de nuestras mentes
Psiquis retorcidas y crudas
Lo somos, aunque nos prohibimos para vivir en sociedad
Y también somos el instinto que no seguimos
La raíz desgarrada
El cosmos entero que no conocemos.
Somos misterio andante y provocante
Somos la luz de la oscuridad que creamos con impulsos de idiotez
Somos animales, borrachos, llenos de sexo y sudor
De vino y carcajadas
A veces rotos, tratando de sanar
Otras veces tan sanos que damos asco.
¿Será que hay que ser sin parecer?
¿O ser solo lo que nos dijeron que seamos?
Yo observo los defectos que por defecto se nos regaló
Y digo que no somos eso que vemos
Sino que somos más
Mucho más
Pero todavía, tan solo en este preciso momento
No lo sabemos.