Viajando en la nube.

Capítulo 17: La Última Línea de Defensa.

El caos dentro de la Nube se había convertido en una tormenta sin control. La lucha ya no era solo contra el Observatorio, sino también contra algo más profundo, más peligroso: contra Esteban mismo.

Cada paso que intentaba dar hacia el núcleo de la Nube, su pierna metálica se resistía, cada fibra sintética en su cuerpo parecía endurecerse, negándole el movimiento. Sus tres dedos temblaban de manera involuntaria, pulsando con una energía que él no podía comprender.

Kael estaba de pie frente a él, su rostro marcado por la incertidumbre. "Si no podemos controlar tu cuerpo, entonces podríamos perder más que solo la información," dijo. "Podríamos perderte."

Esteban exhaló con dificultad. Aunque la respiración no era esencial dentro de la Nube, el acto de hacerlo le ayudaba a concentrarse. "Tengo que encontrar una manera de anular el código dentro de mí," dijo, su voz cargada de urgencia. "Si el Observatorio lo activó, significa que existe una forma de desactivarlo."

Umbra flotaba cerca, su luz fluctuando de manera irregular. "Estoy tratando de acceder al código," dijo. "Pero hay una interferencia... Algo me está bloqueando."

La figura del pasado, quien se había mantenido en la periferia hasta ahora, observó a Esteban con una expresión calculadora. "Es porque el código fue creado para ser indestructible," dijo. "Tú no eres solo un híbrido. Eres parte del sistema. Si el núcleo de la Nube cae, tú caes con él."

Kael giró bruscamente hacia la figura. "¿Cómo demonios sabes todo esto?" preguntó, su tono lleno de desconfianza.

El desconocido se mantuvo imperturbable. "Porque yo pasé por esto antes," dijo. "Porque fui uno de los primeros en ser integrado al sistema."

Las palabras provocaron una reacción inmediata en Umbra. Su luz pulsó violentamente y, de pronto, se lanzó hacia el desconocido con una velocidad imposible.

Esteban apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Umbra impactara contra él, formando una barrera de datos entre la figura y el resto del grupo.

"¡Umbra, detente!" gritó Esteban. Pero Umbra no respondió, su luz fluctuante se convirtió en un estallido de energía mientras proyectaba un escudo brillante que los separaba.

Kael retrocedió instintivamente. "¡¿Qué está pasando?!"

El desconocido esquivó el ataque de Umbra con precisión, moviéndose con una agilidad que no correspondía a un usuario común de la Nube. Cada movimiento suyo era calculado, cada paso respondía con exactitud a la agresividad de Umbra.

"¡No es seguro confiar en él!" gritó Umbra. "Tiene acceso a protocolos del sistema, su presencia aquí no es una coincidencia."

La lucha entre Umbra y el desconocido era rápida y brutal. Umbra desplegaba escudos y ráfagas de energía, tratando de bloquear cada intento del desconocido de acercarse, mientras este utilizaba técnicas avanzadas para desviar los ataques, moviéndose con una velocidad casi inhumana.

Esteban sintió cómo su cuerpo metálico volvía a reaccionar, como si el propio núcleo estuviera activando nuevas capas de control sobre él. Cada segundo que pasaba, perdía más movilidad, más control.

Pero tenía que tomar una decisión.

Si Umbra tenía razón, entonces confiar en el desconocido era un riesgo. Pero si Kael tenía razón y el código dentro de Esteban estaba reaccionando de manera irreversible, entonces tenía que tomar el riesgo de aceptar ayuda de alguien que podía comprender lo que estaba ocurriendo dentro de él.

"¡Kael!" gritó Esteban. "Accede a los datos de mi sistema. Encuentra la frecuencia con la que está reaccionando."

Kael asintió y comenzó a trabajar, pero la interferencia dentro de la Nube complicaba su análisis. "¡Las conexiones están bloqueadas!" dijo. "No puedo acceder directamente."

El desconocido evadió otro ataque de Umbra y se acercó un paso más. "Si quieres vivir, si quieres recuperar el control, tienes que dejar que te ayude," dijo, su voz firme. "Yo sé cómo reescribir el código dentro de ti. Pero tienes que detener a Umbra."

Esteban sintió su corazón acelerarse.

Umbra flotó frente a él, su luz intensificándose. "No puedes confiar en él," dijo. "Si alteramos tu código sin entenderlo completamente, podríamos borrar algo esencial dentro de ti. Podrías perder tus recuerdos, podrías perder tu humanidad."

El Observatorio intensificó su ataque. Más agentes del sistema comenzaron a formarse dentro de la Nube, emergiendo de las sombras digitales, preparándose para contener la amenaza que significaban Esteban y sus aliados.

Kael maldijo. "Tenemos que decidir ahora," dijo. "Si seguimos así, perderemos toda posibilidad de recuperar la información."

Esteban miró al desconocido, luego a Umbra, luego a Kael.

Debes decidir, que hacemos Esteban!

Estas palabras resonaron dentro de él como un eco interminable. Tenía que tomar la decisión en este instante. Si dejaba que el desconocido reescribiera su código, podría recuperar el control de su cuerpo, pero también podría perder parte de sí mismo en el proceso. Si confiaba en Umbra y trataba de resistirlo por su cuenta, podría debilitarse demasiado antes de que el Observatorio tomara el control.

El tiempo se acababa.

Las voces dentro de la Nube gritaban, los agentes avanzaban, la energía dentro de su cuerpo se intensificaba hasta un punto insoportable.

Y entonces, Esteban eligió.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.