Viaje en el tiempo | J-hope [mudado]

Cap 4: Por fin te encontré.

 Ya han pasado semanas desde que llegué aquí, me adaptado muy bien a este nuevo modo de vida temporal. No sé cuanto más pueda buscar a Hoseok, esta ciudad es muy grande, y lamentablemente no me puedo rendir, porque no es una opción, mi llegada fue solamente por él, no por otras cosas. Estaba en el instituto con los chicos, realmente todo lo que decía el expediente era cierto, aunque si la regaba no lo notarían, ellos saben mi nivel de distracción.

— Oigan, cuando salgamos deberíamos ir a un karaoke —propuso Hana. Y yo que pensaba que las salidas al karaoke pasaban solo en los dramas y anime.

— ¡Por fin dices algo bueno, Kim! —expreso Jinho. Se nota que se gustan, solo que no lo admiten.

— ¿Quieres morir? —ésta amenazaba con golpearlo.

— A ver, a ver, vamos a calmarnos —dije—, si se van a pelear díganlo ahora porque no quiero aguantar caras.

Se miraron entre si para darme a entender que ya no lo harían. La ultima clase del día era matemáticas, mi cerebro no da para tanto a estas horas, aunque según la libreta Hana hace todas mis tareas de matemáticas, no sé para que pienso.

— A la latina o española debería darle vergüenza que todo se lo haga una coreana —dijo una de las bravuconas del salón.

 Se llama Ahn Jojin y esto no lo decía la libreta, no sé si El destino quería que aguantara burlas. La ignoraba porque era feliz escuchando mi música con el mp3 pero creo que ella detestaba eso.

— ¡¿Qué tanto oyes?! ¡Quítate eso!, bagre — me lo arrancó y gracias a la Santa Ramona era una canción vieja de Lady Gaga.

— Ash, Poker Face, te lo devuelvo —me los tiró y por suerte no cayeron al suelo—. Fea y con gusto feos, ja. 

— ¡Déjala en paz! —gritó París, la tomé del antebrazo para que supiera que ahora me encargo yo. Los chicos siempre me defendían pero vengo de T/P y ahí no nos dejamos de nadie. 

— Mira, hija de tu puta madre. Yo a ti —me acercaba a ella y ésta solo retrocedía— no te hago nada para que tu me hagas esto cada maldito día, así que —tropezó con la mesa y cayó—...Si tienes algo en mi contra por no ser de tu misma especie, las clases de Karate están a la vuelta del pasillo, y ahí si veremos quien es quien.

 Salían lagrimas de sus ojos, no sé si era por su rabia o por el susto, todos en la clase quedaron atónitos; la campana sonó luego de 20 minutos.

— Bueno, no se metan con T/N — dijo entre risas Hana mirando a Jojin.

 Las burlas hacia ella se hacían más y más fuertes, nadie la mandó a meterse conmigo. Recogimos nuestras cosas y salimos del instituto. 

— ¡T/N, T/N, T/N! — hacían porras los chicos.

— ¿Por qué animamos a T/N? —preguntó Jeonmi llegando.

— ¡Le dio su merecido a la bruja del salón! — expresó Jinho animado.

— T/N siempre ha sido una dura, no me sorprende — sonrió—, ¿para qué me llamaron? 

— ¡Para ir al Karaoke! —dijo París emocionada.

— Genial, adelántense ustedes, quiero hablar con T/N a solas.

 Los chicos no se preocuparon, solo se fueron directamente.

— ¿Qué sucede, Mimi? —con el tiempo le empecé a decir así.

— Somos como hermanas, así que te quiero pedir un favor muy grande.

— Claro, lo que quieras.

— Mi novio y yo...Bueno, ya sabes...Y me gustarías que —su cara se ponía cada vez más roja, creo que ya sé a donde va la cosa—, ¡que me acompañaras a comprar condones!

¿Qué? 

Me quedé paralizada, no sabía como no reírme en esta situación, en mi país vas y ya, ¡y solo!. Ésta está loca que iré a hacerlo. 

— Ok —dije. Si, dije que no lo harías, pero se supone que soy su hermana de otros padres así que...

— ¡Ay, te amo! —me abrazó—, aquí te traje tu ropa —dijo sacándola de su mochila—, se la pedí a tu mamá —la agarré.

— ¿Fuiste por mi ropa?

— Te lo acabo de decir, le dije a tu mamá que íbamos al cine, pero obvio no es así, si quiero que me acompañes no puedes manchar el nombre de tu Gwangju Institute of Science and Technology —si, cuando El destino se refería a "privilegiado", no sabía que tanto— ;cámbiate que se nos hará tarde. 

 Me arrastró a un baño de un restaurante para que me cambiara; eran unos jeans claros, una camisa verde y mis converse negras, metí la camisa dentro del pantalón para hacerlo más bonito, doble un poco la parte de abajo de los jeans, me hice una cola de caballo, guardé todo y salí.

— Que lindo, lastima que no está a la moda —dijo tomándome de la mano. Si supieras que lo que llevas puesto en un futuro será lo más patético. 

 Caminamos hacia la farmacia, compró los condones y salimos los más rápido posible del lugar, que bueno que no preguntaron la edad.

— Eres mi salvadora, T/N. ¡Te comeré a abrazos!

— Ay, no —salí corriendo de ella, gritábamos y reíamos, hasta que choqué con un chico y caí.

— ¡T/N, oh no! ¿Estás bien?

— Si, si — el chico me ayudaba a levantarme.

— ¿Estás bien? lo siento — dijo él.

 Mis ojos no podían creer lo que veían, era Jung Hoseok de 15 años, luego de casi un mes lo encontré, y de que manera lo tengo en frente. ¿Acaso El destino quería que esto pasara?.

¡T/N, di algo!

— Eh, si. No hay de que disculparse, yo no te vi y por eso caí chocando contigo —Jeonmi revisaba cada parte de mi cuerpo como loca, mientras que Hoseok y yo compartíamos sonrisas. 

— Me alegro que estés bien —dijo.

— ¡Pues no lo está! — expresó Jeonmi levantando mis manos que estaban raspadas. 

 Ni me dolía— ¡Te quedarás aquí con ella hasta que vuelva de la farmacia! — se fue antes de que Hoseok dijera algo, y quedamos a solas.

— Bueno, duraremos un buen rato aquí —sonreí y me senté en un barandal que había cerca. Él me sonrió e hizo lo mismo.

— Tu amiga realmente se preocupó —dijo mirándome.

— Y que lo digas.

— Soy Jun-




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.