Viaje en el tiempo | J-hope [mudado]

Cap 30: ¿Excusa para estar con él?

— Tenemos que hablar.

 Si, esas tres palabras que revuelven tu estomago y llenan tu cabeza de pensamientos tan dramáticos que ni Hollywood podría escribir. Hoseok me miró y temblaba, me hacía recordar la madrugada en donde llegué y él estaba preocupado, que asco doy. 

— ¿De qué quieres hablar? —preguntó. Se notaba que intentaba hacerse el despreocupado, pero para sus 33 años, aún sigue siendo un osito bebé.

— Tengo que confesarte algo —me senté con él en el sofá. Peiné mi cabello hacia atrás, miraba mis uñas y el aire se me iba por alguna razón. Hoseok solo me miraba ansioso—... Yo-

— ¿Quieres terminar conmigo? —giré mi vista hacia él impactada, sus ojos se colocaban cristalinos y yo lo abracé, llorando.

— No, Hoseok —negaba con la cabeza y él limpiaba mis lagrimas—. Jamás te dejaría ¡Jamás! No quiero volver a alejarme de ti, te amo y demasiado. Solo~ quiero decirte algo que tengo guardado desde hace varias semanas.

— Puedes decirme lo que sea —sonrió, aliviado.

 No encontraba las palabras correctas, y tanto que las practiqué, obviamente no diría todo de golpe, Hoseok es muy sensible. De todas formas sea como lo diga, no quita el hecho de dolerá igual, no tengo ni la menor idea de su reacción, y no creo que sea tranquila.

— Jimin...

— ¡¿Qué te hizo ese maldito?! —se levantó hecho llamas, tomé su mano y lo volví a sentar, ya su cara no era tierna como la de hace rato, ahora se reflejaba el odio en sus ojos. Él en ocasiones me dijo de irse del grupo porque no soportaba ver a Jimin, entre todos los convencimos y el grupo aún sigue activo. Aún tiene ese pensamiento, en ocasiones cuando está con Jimin siento que puedo leer su mente imaginando las mil y un maneras de matarlo.

— La madrugada donde llegué rara fue porque —tomé aire— me vi con Jimin y las cosas se fueron de control —solté, apretó mi mano fuertemente.

— Entonces esas marcas no eran mías —chasqueó su lengua y movía su pierna derecha— ¿Por qué estabas con él? ¿Por qué no me llamaste? ¡¿Te violó?! —gritó a lo último, indignado. 

— ¡No, no, claro que no! Hoseok, escúchame —lo solté y revolvía mi cabello—, cuando practicamos la coreografía de la colaboración él me besó y no pude dormir en la noche, así que le dejé un mensaje para vernos y hablar... Y pasaron cosas.

— ¡¿Cosas?! ¡Llegaste hecha un desastre! —se levantó y fue directo al teléfono— Llamaré a la policía.

— ¡Jung Hoseok, escúchame!

— ¡¿Qué?! Ya lo hice, es obvio que ese hijo de puta abusó de ti ¡Pero no se quedará así! —apenas presionó un botón, colgué.

— No he terminado.

— ¡¿No?! ¡¿Qué más te hizo?! —estaba tan rojo y molesto que golpeó la pared. Ya mis lagrimas se hicieron notables al presenciar eso. Dios ¿Por qué hablé? No tenía necesidad, Jimin dijo que ya lo superaría o eso creo... Al menos que~ yo sea quien no lo supere ¿Desperté algún sentimiento hacia él?

  No sabía si contarle de aquel otro encuentro y las cosas que me dijo, sería echarle más leña al fuego y no quiero que pase nada malo.

— Solo te decía porque me sentía mal —dije y éste respiró hondo para luego abrazarme.

— Él fue quien se aprovechó —me separé de él— ¿T/N?

— No... Yo me dejé llevar —lo miré a los ojos, podía sentir la tensión del lugar, la decepción ¡Todo!, Hoseok negaba varías veces con una sonrisa sarcástica.

— No tienes que mentir, T/N. Ya me dijiste todo, no intentes tapar sus porquerías solo porque son amigos —buscó mis labios pero lo evité.

— Te estoy diciendo la verdad, Hoseok... Yo no me alejé, no grité, solo me quedé con él.

— ¡Mientes! —gritó— ¡Deja de mentir, T/N!

— ¡No miento! 

— Si lo haces... T/N, si hay algo que aprendí de ti fue a saber cuando alguien miente.

— Pues no aprendiste nada, te estoy diciendo la verdad.

— ¿Pruebas? ¡Quiero pruebas! —exigió.

— ¡Mi palabra! —grité.

— ¡No te creo, sigues mintiendo! —dijo en voz alta y luego gritó frustrado. A los segundos se acercó a mí para aprisionarme en sus brazos, por más que forcejeara él no me dejaba ir; ambos suspiramos— Perdón por haberte gritado, sé que no te gusta, solo que~ así me digas la verdad, nunca creeré esto que me dices.

— ¿Por qué? —lo miré y sonrió.

— Porque te amo, siempre lo he hecho, siempre haz estado para mí, no quiero separarme ti jamás —me besó—... Vamos a quitarte el sabor a enano —rió y sin alejar nuestros cuerpos me llevó a la sofá, intensificando el beso. 

  Esa tarde fue muy placentera, aunque quedamos bien, mi consciencia no paraba de reflejar la sonrisa de Jimin y Hoseok al mismo tiempo ¿Por qué El Destino quiere que pase esto?. Me desperté temprano y me puse a preparar el desayuno mientras él seguía en la cama. O eso creía, se puso detrás de mí y comenzó a besar mi cuello alagando mi olor y el de la comida.

— Me encanta que huelas a mí, en serio —sonrió, comimos y al terminar lavó los patos para yo irme al baño.

 Me puse a pensar en tantas cosas que no me di cuenta cuando Hoseok estaba conmigo en la bañera. Solo me sonreía, y eso me asustaba mucho ¿Por qué tan tranquilo? ¿Por qué no me odia? ¿Por qué está tan sereno lavando mi cabello y dándome besos en la cara ¡¿Por qué?! No me sentía bien, quería llorar, lamentarme más de lo que estaba, arrodillarme por ser la peor persona del mundo pero, no pude ¿Orgullo y dignidad? No lo creo.

 Al salir nos cambiamos y salimos a un centro comercial para distraernos un rato. Él me hablaba de tantas cosas que eran pocas las que escuchaba, me sentía como en lo profundo del mar. Mis ojos cerrados, mi cuerpo inclinado y calmado por el agua, sabiendo que en algún momento llegaría lo peor. 

 Hoseok compró unos helados porque sabía que me gustaban mucho, no tenía un buen semblante haciendo que él se acercara a mí, bajó nuestros tapabocas y nos besamos. Un lindo momento hasta que empezaron a gritar nuestros nombres.




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