En un mundo sumido en tinieblas tras la caída de todo lo que una vez fue, la humanidad se retuerce en la penumbra de su propia devastación. Donde alguna vez se erigieron ciudades llenas de vida, ahora solo se alzan las ruinas olvidadas, escombros que cuentan historias de grandeza perdida. Un manto de silencio opresivo lo cubre todo, roto únicamente por el eco distante de pasos cautelosos y el lamento del viento, que lleva consigo susurros de un pasado enterrado en el olvido.
Y, sin embargo, en medio de esta desolación infinita, unos pocos se rehúsan a sucumbir ante la oscuridad que devora su mundo. Un puñado de almas valientes se enfrenta a lo imposible, luchando por encender una chispa de esperanza en un lugar donde la redención parece un sueño inalcanzable. Con corazones forjados en el yunque del sufrimiento y un espíritu que se niega a doblegarse, estos supervivientes están dispuestos a desafiar hasta la misma esencia del mal que los acecha.
Su destino se entrelaza en una epopeya sombría y trágica, un relato de supervivencia y desesperanza. Unidos por una causa mayor, se embarcan en un viaje hacia lo desconocido, en busca de un santuario donde la humanidad pueda resurgir de las cenizas. Enfrentarán horrores inimaginables, serán confrontados por sus propios miedos y se verán obligados a desafiar los secretos oscuros que yacen en las entrañas de un universo indiferente.
Son los últimos exploradores, los pioneros de un mundo que ya no les pertenece. Guiados por una fe incierta y una curiosidad que los empuja al borde del abismo, avanzan hacia un destino incierto. Pero el infinito es un guardián cruel, y lo que encuentran en su camino puede desentrañar realidades que desafían la razón. La oscuridad, que parecía su única aliada, podría ser también su perdición.
Así comienza esta trágica travesía, una lucha contra la noche eterna que amenaza con engullirlo todo. Y aunque una débil luz de esperanza brilla en la distancia, la pregunta permanece: ¿será suficiente para salvarlos de la sombra eterna, o estarán condenados a vagar por un mundo sin redención, atrapados en un ciclo de desolación y olvido? El destino, con su inquebrantable juicio, será quien dicte si la humanidad podrá escapar de las garras de su propia condena o si, finalmente, sucumbirá a las sombras que siempre han acechado su existencia.