Mundo 1 - Capitulo 10: Los Efectos

Tsuneo
 

Sakura había acordado con su abuelo la falsificación de los papeles de Kurogane. Él consintió y despues incluso lo matricularló en el instituto con nosotros. Oficialmente, para la mafia, su trabajo sería el de segundo guardaespaldas del sucesor de la familia. Me molestó bastante esa decisión. Estaba dispuesto a romper mi voto de abstinencia con mis poderes si se produjera el caso de que ella corriese peligro real y su abuelo lo sabía a la perfección.¿Es que eso no era suficiente? ¡Yo era uno de los ESPers más poderosos del mundo! Después de que ella me dijo que podían morir si se separaban a más de un kilómetro, lo comprendí mejor, pero seguí sin pensar que fuera una gran idea. Despues de todo él seguía sin comprender muchas cosas de este siglo.

Soy solo tres meses y poco más mayor que Sakura. Y Jeanne, su prima, era un año más pequeña que nosotros. Kurogane tenía la edad de 17 en ese momento, como Sakura y yo, pero tenía la educación de un niño de 11, lo que ya es sorprendente de por si solo, debido a la época de dónde venia. Por eso, los dos tuvieron que pasarse las tardes y parte de las noches de lo que quedaban de las vacaciones estudiantdo lo que a él le faltaba para que por lo menos le sonara y no hiciese el ridículo delante del resto de la clase de bachillerato.

Recuerdo con claridad el primer día de estudio. Estábamos en la habitación de ella. Por el exterior de la ventana se veia un paisaje blanco frio pero hermoso. Aunque en el interior del edificio hacía un calorcito muy agradable. Después de nada de iniciar la sesión de estudio Sakura chillo, exasperada, algo que no entonaba con su personalidad. Generalmente mantiene muy bien la compostura y no baja la guardia ni siquiera conmigo. Pero basta sólo con la presencia de Kurogane, para hacer saltar los nervios de cualquiera.

-¡Ahg! ¡¿Por que no me sale?! -gritó mi amiga.

-Que passa Sakura? -le pregunté, quitando la vista del libro que leía des el rincon donde me instalé para vigilar que el chico no hiciese nada extraño.

-¡Mira esto Tsuneo! -me enseñó un papel con unos caracteres espantosamente escritos -¡No puedo escrbir! ¡Esto es muy extraño! ¡Antes tenia mejor letra! ¿Por què me pasa esto a mí? -parecia estar muy afectada. En mi interior me preocupé pero intente tomármelo con paciència.

-Lo único que puedo pensar es en que es porque ahora eres una maga. -respondí valorando las opciones.

-¡No digas tonterías! -respondio mas preocupada que indignada.

-No es una tontería, podría tener razón. -dijo Kurogane frotándose los pelos de su barba de tres dias.

-¿Ha si? -dije, sorprendido de que me diese la razon por primera vez desde que nos conocíamos.

-Prueba escribir con la izquierda. -dijo el mago alentandola.

-¿Con la izquierda? ¡Pero si soy diestra de toda la vida! -se quejó.

-Tu prueba. -dijo él con paciencia.

-De acuerdo... -ella levantó los brazos en señal de rendición. Sólo probarlo se notó una sorprendente mejora -¿Com es posible? -se preguntó en voz alta, confundida.

-Como pensaba. -el mago suspiró y al ver que no lo entendíamos nos lo explicó -Los magos, tienen mas masa muscular en el brazo donde tienen las sinsakas, y un cerebro preparado para usar de forma mas hábil ese lado, por eso un mago es diestro o zurdo, por necesidad. Como habías nacido sin ser maga y te empeñaste en usar el brazo derecho com antes, no me había dado cuenta hasta haora, pero también ha cambiado esto.

-Vaya, ahora resulta que me he vuelto zurda. - me la imaginé poniendo morros molesta, pero solo frunció un poco el ceño. No lo dijo en voz alta, pero estoy seguro que pensaba alguna cosa como: Otra cosa a la que me tendré que acostumbrar. ¡Que mierda! O tal vez el tipico: ¡¿Por qué a mí?!

Estudiaron historia, ciència y matemáticas ese dia. Mas tarde también aprendió a utilizar la tecnología actual (los videojuegos le fascinaron). No aprendía a un ritmo lento, era rápido y aplicado. No me caía del todo mal sólo porque se esforzaba de verdad en encajar en un mundo del que no sabia nada.

Por las mañanas Sakura se dedicaba a aprender a utilizar sus efectos primero, y un tiempo después los conjuros. Una vez los ví caminar sobre el agua y otra poner la mano en unas ardientes brasas sin quemarse. Después probaron la silla eléctrica que estaba situada en el sótano de la mansión. Otro ejemplo fue cuándo se dedicaron a esquivar cosas con los ojos vendados o encontraron el pendiente de una condesa del gran continente que había venido a la mansión para una fiesta y que se habia perdido muchos años atrás ... entre otros.

Tambien solian levantar las pesas mas pesadas con solo una mano mientras "hablaban" con los árboles y los animales que se habían reunido a su alrededor. Tambien probaban venenos mortales cómo si fueran simples zumos, paraban los golpes de una espada con los brazos desnudos o se curaban un pequeño corte en un solo dia. Dejar caer una gota de ácido en su piel sin que les hiciera ningún daño era un simple pasatiempo y entrar en una cámara llena de gas tóxico sin siquiera marearse era lo normal. Acabaron haciendo inmersiones en el mar sin nada mas que los bañadores y un contador de profundidad con el que volvían, horas después, con él roto porque decían haber sobrepassado la presión que los humanos podían soportar, incluyendo que era invierno y deberian haber entrado en hipotermia hacia tiempo. Era todo un espectaculo.

Durante ese tiempo Sakura parecía feliz, aunque no lo demostrara con la cara, lo hacía con sus ojos, estaba entusiasmada con probar sus nuevos límites. Si algún tercero los viera pensaria que eran dos locos adictos a las impresiones extremas. Pero en realidad era un entrenamiento. Se giró desde el primer dia. Cuando ella intentó levantarse de la cama y se cayó de bruces al suelo porque al no controlar su ahora mobible centro de gravedad no pudo mantenerse en pié.

Siempre ponian cara de concentración total en medio de todos esos ejercicios, por eso pude deducir enseguida que normalmente los efectos no eran tan potentes, y que se tenian que concentrar muchisimo para potenciarlos en medio de sus practicas. Centrarse solo en ellos, com quando algúien intenta forzar la vista o agudizar el oído, pero más dificil. O mas facil según se mire. Cada una de aquellas habilidades, ya fuese en mayor o menor medida, les hacían increíbles a. mis ojos. Poco tiempo después la cicatriz que Sakura siempre había tenido en la comisura izquierda de los labios desapareció sin dejar rastro. La verdad era que les tenia un poco de envidia esos dias. Yo tuve que quedarme con las mías un tiempo más.