Sakura
Kurogane pasó el resto del dia durmiendo en su habitación. No quise molestarlo con preguntas que podían responderse más tarde. No pude dormir bien esa noche, estaba muy nerviosa. Esperaba la mañana con ansia. No hizo falta. Alguien llamó a las puertas de mi alma, sólo una persona podía hacer éso. Lo dejé quedarse.
<No puedes dormir?> Preguntó una voz dentro de mí.
<¿Te has despertado Kurogane? ¿Espera, cómo sabes éso?> Respondí por el alma también.
<¿Cuando estás durmiendo o inconsciente no te puedo notar, recuerdas? Ahora mismo sé exactamente dónde estás, igual que tú sabes donde estoy yo.> Era verdad, sabia donde estaba el. <Aunque puedes bloquear la puerta de tu alma del todo si te desagrada, así incluso despierta no te podría sentir. aunque hace falta practica y no podríamos hablar.>
<¡¿Por que yo no savia nada de eso?!> Dije molesta. El lo sintió.
<Porque no te lo dije a posta. Lo guardaba para el dia en que confiáramos lo suficiente el uno en el otro. Debes reconocer que es útil y que si te lo hubiese dicho antes los dos sabemos qué hubiese pasado.>
No sabia qué sentir. Por un lado estaba cabreada y por el otro... feliz. Y tenia que reconocer que él tenia razón.
<Si me lo hubieras dicho desde un principio ahora mi puerta estaría cerrada y blindada. No te habría cogido ninguna confianza. Seguiría sin conocerte lo mas mínimo. Serias todavía un extraño a quien odiar, que habría venido a invadir mi vida... Eh, Kurogane. ¿Que fue lo de antes?>
<Yo ejerciendo mi máximo poder. Por suerte para la mansión no era un conjuro de ataque.>
<Ya... ¿Que era eso, ese conjuro, el primero?> Me puse seria. Por fin llegamos a lo que quería saber.
<El Lenguaje del Mundo Elemental es un conjuro que hace exactamente lo que dice. Te permite "hablar" con el "mundo" de los "espíritus elementales". Los cuales vendrían a ser conciencias subjetivas formadas, lo que tu llamarias "cosas sin mente propia". Las piedras, los rayos, el viento, la energía atómica... Pero eso solo es el principio. Puede usarse para amplificar tu poder y puede usarse para recuperar energía mágica a medida que la pierdes, y para causar variaciones sorprendentes en tus propios conjuros. O para controlarlos mejor como en este caso. Por eso un mago de tercer círculo como tu, nunca podría ganar contra uno de cuarto circulo como yo. Como te imaginarás lo he usado para poder utilizar, no sin un precio, el conjuro de quinto circulo que necesitaba para completar el líquido ese del tonel. Tú tienes una versión parecida de este conjuro.>
Respiré hondo. ¿Yo seria tan poderosa? ¿Ya lo sabia pero, tanta diferencia en un solo circulo? Solté el aire contenido, temblorosa.
<¿Sakura? ¿Estas bien?> Él sintió mi miedo.
<Todavía estoy nerviosa y asustada por lo que me ha pasado. Yo no quería ser maga. Sé que tú lo sabes, o lo sospechas. Tenía miedo del poder que conlleva ser una maga, pero tenía más miedo de no tener poder suficiente para proteger lo que amo como ocurrió con Tsuneo el día que te conocí. Por este motivo también decidí vincularme las tomfas... según lo que tú dijiste que serían como una de esas varitas mágicas de las historias: para centrar, amplificar mi poder y para reducir el tiempo de "conjuración". Si es tal como pienso eso me llevará a lo que sería el rango "A" entre los ESPers. ¡Y aun no he parado de crecer! Tampoco falta mucho para que suba al cuarto círculo, entonces ya seré tan fuerte como un rango "S". ¿Qué seré cuando llegue al quinto? ¿Qué seré en unos años? Tú me dijiste que la reserva de "energía mágica" de un mago no para de expandirse durante toda su vida. ¿Y si me equivoco? ¿Y si destruyo una montaña, o peor, una ciudad?>
<Ah...> El silencio que siguió a aquella simple contestación estaba lleno de sentimientos confusos que no supe interpretar. ¿Culpabilidad entre ellos tal vez? Seguí hablando. Ahora que había comenzado, ya no podía parar y tenia que decirle que no tenia que culparse por eso.
<No soy buena con los cambios súbitos y ser una maga es el cambio más grande que haya tenido en mi vida. Tendrás que ser paciente conmigo, lo siento.>
<Confío en que lo superarás.>
<Tengo miedo de lo que me es desconocido y los magos eran algo desconocido. Demasiado lejanos a la realidad para mí. Te tenía miedo a tí, y me tenía más miedo a mí porque aunque quería ser poderosa para protegeros, siempre he tenido miedo de serlo. Tengo la sangre de algunos de los psicópatas más grandes de la historia de este país en mi, Kurogane. Por más que esta casa se vea normal y tranquila ahora mismo, por mas que el abuelo se vea cuerdo, no debes olvidar que esto es la base de una mafia de siglos de antigüedad. Aquí se ha matado, o ordenado hacerlo, a tantos, que nadie queda para acordarse de ellos. No puedo evitar preguntarme qué pasará si me vuelvo loca con este poder en las manos. Aun así me alegro de tenerte a mi lado. Quiero que te conviertas en mi ancla para que eso no pase Kurogane Sunlun. Creo que eres el único capaz de hacerlo.>
Después me di cuenta de lo que había dicho y me puse totalmente roja. Había olvidado que no se podía mentir en ese método de comunicación y que era muy fácil irse de la lengua. Sin darme cuenta había abierto mi corazón a Kurogane. Una parte que nunca había enseñado a nadie, ni siquiera al Tsuneo. Una parte que tiene miedo de todo lo que le rodea. Una parte frágil que me avergonzaba. Él tuvo suficiente cordura como para no avergonzarme más de lo que estaba. Lo había hecho yo sola haciendo un comentario indiscreto.
Otro silencio incómodo se instauró.
<¿Sabias? Lo que he hecho antes por ti sólo se concedió a siete u ocho personas de confianza de mi familia, y en épocas buenas, los hijos o hijas de la rama principal de la familia que no heredarían la espada y con el marido o mujer del propietario de la espada en caso de que fuera mago. Con eso quiero decir que eres mi familia Sakura, mi única familia en este "futuro" de locos. Y no digo una familia como la que formais tu abuelo, que no digo que sea mala... Pienso en una familia mas tradicional. De las que se apoyan entre sí. Te lo prometo Sakura Sanlen. Puedes apoyarte en mí. No tienes qué sufrir sola.>