Suzuka
Estaba mirando a mi enamorado. Le pegaban sin parar, estaba furiosa y triste por no poder hacer nada, casi lo matan. No podía soportarlo así que había intentado pedir ayuda, pero yo estaba demasiado "lejos" del lugar así que nadie pudo escucharme. Desesperada fuí a buscar la ayuda que "él" tanto necesitaba en otro sitio. Volví un poco atrás en el tiempo y allí estaba "ella". No me gustaba, "ella", pero aun así la llamé a la desesperada, era mi última opción, a pesar de todo... no podía escucharme, ya que yo era solo una espectadora externa. Ella estaba a punto de dejar pasar la oportunidad de salvarlo y yo no podría hacer nada.
Volví a llamar con todas mis fuerzas y con todo el poder correspondiente en mis palabras y ... ella lo sintió. Estaba desconcertada. Nadie me había escuchar nunca cuando utilizaba mi poder pero aun así me sentía feliz por ello. Él se había salvado de la peor parte de la paliza.
Yo... había cambiado el futuro...
Pero no tuve mucho tiempo para alegrarme. Me sentí mareada, mi vista se nublo. Cuando pude volver a ver ya no me encontraba observando el tiempo de mi enamorado. Estaba mirando un bosque nevado. Había un mago allí, lo perseguían unos hombres a caballo. Solamente lo queria ayudar pues tenía la sensación de que aquel chico era importante. Y de repente lo llevaba entre mis brazos catapultado a través del tiempo. Lo había llevado al mismo instante del que acababa de salir. Allá donde estaba mi enamorado, allí donde yo más deseaba estar. En un futuro tan lejos de mí que no tenía nombre. Y eso me desesperaba.
Fue un accidente, lo hice de manera inconsciente, pero de todas maneras me frustró. ¿Por que pude llevar a un desconocido y no a mí misma, o a "el"? Pensé. ¿Por que?
Así fué como descubrí que no sólo podía mirar a través del tiempo, sino también utilizarlo como una herramienta. Pero para hacer algo tan increíblemente imposible como aquella hazaña había tenido que pagar un precio muy alto. Me había quedado una semana entera en la cama. El abuelo se había preocupado mucho ya que durante aquel tiempo no estaba muerta pero tampoco se podía decir que estuviera viva en el sentido más estricto de la palabra. Después de recuperar la consciencia me di cuenta que no podía usar mi poder. ¿Tal vez no podría volverlo a ver? Me desesperé.
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Tardé un año entero en poder echar una miradita de nada en la ventana del tiempo otra vez pero por fin pude volver a hacerlo. ¡Y en nada de tiempo después mi don se había vuelto más fuerte que nunca! Aunque la espera fué eterna ahora podría verlo incluso más a menudo que antes. Pensé emocionada. Aquel año había sido horrible para mí, lo quería tanto.
En aquellos momentos me sentí terriblemente tentada de llevarlo a mi tiempo. Así aunque no pudiera usar mis dones durante una temporada podría verlo siempre que quisiera, y lo mas importante, tocarlo. ¡Deseaba tocarlo tanto, tanto...! Pero no... no podía. Él tenía su vida allí, lejos de mí, y ni siquiera sabia que yo existía. No quería sacarlo de su felicidad. ¿Estaba mal? ¿Pero, y si lo sacaba de un lugar de donde sintiera gratitud por sacarlo de allí? Una vez paso la idea por mi cabeza no pude hacer nada mas que pensar una y otra vez en ella.
Entonces decidí buscar mas, mas allá de donde me había atrevido a mirar. Pues no quería saber si moriría allí. En la guerra...
En el instante del tiempo el cual me encontraba observando él estaba junto con los otros dos luchando en una batalla campal. Me asusté mucho porque mi Tsu-Nui parecia muy cansado. Había pasado bastantes años observándolo para entender su idioma extraño y escuché lo que les y decía a sus compañeros magos anagae.
Hablaban de ESPer rango NOVA "artificiales" .
Al parecer eran sus adversarios en aquellos momentos. Habían caído en una emboscada. Los ESPers NOVA, similares a humanos monstruosos; llenos de tubos de metal raros, con los ojos en blanco y babeando, sin parar de atacar mientras hacían ruidos raros.
Mi amor esquivaba un golpe tras otro de ataques parecidos a los efectos especiales de esas cosas a las que ellos llaman "películas". No sé qué harían los otros dos pero seguro que no era nada muy especial. ¡Mi Tsu-Nui es el mejor sin lugar a dudas! ¡Poderoso! ¡Rapido! Y con una mirada tan hermosamente fria... Fufu, fufufufufu.
Para mi alivio las "cosas" fueron vencidos al final. ¡Esos persistentes monstruitos!
Pero no había tiempo para estar descansando pues venían más de aquellas extrañas criaturas. ¡A montones además! Al final mi amor se quedó sin vías de escape. Los otros dos eran extras sacrificables para mí, no sentí nada, pero mi Tsu-Nui... De golpe me cabree mucho con esos seres. No pude evitarlo. ¡No le harán más daño! ¡El es mío! ¡Él es sólo mio y no le haréis nada más! Pensé.
Los seres se acercaron y mi amor estaba demasiado cansado como para poder moverse. ¡Si no hacía inmediatamente nada moriría! ¡Muy bien pues! ¡Está decidido! ¡Lo salvare! Fufufu. Si, si lo salvo tal vez no se enfade tanto. ¡Y de paso lo llevare hasta mí! ¡Y me casare con él! Pero si abro un portal temporal allí mismo también arrastraré hacia aquí los otros dos extras... ¿que hago? ¡No importa! ¡Que vengan también! ¡La pérdida de mi querido Tsu-Nui sería demasiado grande para mí! Es el único que importa en realidad así que... bueno... aunque no importen tal vez sirvan de algo después.
El chico mago era el único ser a parte de "Él" que tenía un pequeño resquicio de su tiempo, al cual no había podido mirar nunca. Sí, justo como aquel otro. Desgraciadamente la chica venia con él como paquete si es que quería que llegasen vivos aquí. En cuanto a qué sería de ella... De saco de boxeo... quizás. Mira que soy bondadosa salvándoles la vida a basura inservible como ellos. Jajaja...