Suzuka
Los contrincantes de nuestro equipo se lanzaron en un ataque completamente sincronizado. Aunque tuvieran sus diferencias, se notaba que eran señores de la guerra con mucha experiencia ya que se entendían sin nisiquiera tener que hablar entre ellos o hacerse alguna señal. En comparación, Sakura y Kurogane parecían simples patos fuera del agua intentando bailar. Iban bastante verdes en sincronizazion, si se los comparaba.
Fenecon se adelantó una poco para darle un buen golpe a Sakura. Ella lo paró. Pero después Emun le hizo un ataque atmosférico controlando el clima. Ese, era su poder como hechicero, nada que ver con esa aura roja sangre. Aunque era mucho menos potente que lo que le había visto hacer otras veces cuando usaba su supuesto "poder divino" aterrador.
Para suerte de Sakura, Kurogane estaba allí para apoyar a su compañera y pudieron seguir el combate sin problemas demasiado evidentes. Golpear, parar, esquivar conjuros. Escóndete para dejar que tu compañero haga un ataque sorpresa, repítelo y alteralo.
Era algo bastante mecánica incluso para mis ojos aún poco expertos. Solamente podía ver algunas alteraciones en las diferentes estrategias que utilizaban aunque tenía la sensación de que era más complicado de lo que parecía y que además los contrarios se movían para no dejarles usar estrategias más complejas.
En una ocasión de descuido Kurogane recibió un corte en el brazo. Sakura intento curárselo enseguida con un conjuro pero se encontró con que no podía. Fenecon utilizó su propio conjuro de Curacion de foram, que a nadie se le huviese ocurrido, para negar la curación del cuerpo del mago e impedir que su compañera lo pudiese tratar.
Sakura parecía impresionada por aquel temible uso de un conjuro que siempre pensó que solo podía ser usado para la recuperación. Y como ese, hubo varios conjuros más que en esos instantes nos dimos cuenta de que eran mucho más de lo que parecían a simple vista. Su limitada visión de ellos la había estado frenando de mostrar su verdadero potencial.
Por ejemplo el conjuro Dureza, podía aplicarse en el aire mismo creando un escudo transparente; Fuerza que podia usarse como algo parecido a la telequinesis; Flexibilidad que podía usarse en el suelo para volverlo una especie de mueye y saltar más alto o aterrizar con suavidad. O un conjuro llamado Quimera de quinto círculo, y que por tanto Sakura aun no dominaba. El cual, el General Supremo del Imperio Mago utilizó en un momento dado para que le salieran alas de su propia espalda.
La lucha siguió cruenta, pero tal situación no duró mucho. Al final pasó algo que cambió la situación por completo. Emun estaba arrollando a los magos anagae con uno de sus brutales ataques climáticos mientras que Fenecon, dos pasos más atrás, le daba poder extra a un conjuro de ataque ya de por sí poderoso con su conjuro Lenguaje Mundial: Naturaleza.
Sakura y Kurogane estaban en posición defensiva sin poder hacer nada. Si te fijabas bien, o tenías una memoria sobrenatural como era mi caso, podías descubrir con facilidad que no habían hecho nada más que defenderse en toda la lucha. Pero esa vez no acabó así. Consiguieron esquivar su ataque y luego con un paso largo atacaron a sus adversarios por detrás.
Era su única oportunidad de herir a alguno de los dos. Tenían que herir, o incluso matar si podían, a Emun. El plan era que aunque pasase sus llamados "poderes divinos" a Fenecon en el caso de su muerte éste lo más seguro era que no los supiese utilizar. Así tendrían más oportunidades de ganar.
Pero quien recibió el ataque no fue Emun si no Fenecon. Emun esquivó el ataque. Sakura le deió romper al General una o dos costillas y Kurogane le hizo un profundo corte en la espalda. Perdió la consciencia. No podría curarse a sí mismo, ya que Sakura le devolvió la jugarreta anterior con el conjuro de Curación. Pero tampoco estaba muerto. Kurogane se aseguró de ello.
En lugar de rematarlo, los dos se giraron hacia Emun y se avalanzaron en un ataque combinado. No entendí el por qué, así que se lo pregunté al resto del equipo.
-Emun juró sobre sus diose que no usaría sus supuestos "poderes divinos" hasta que uno de los dos muriera. Esto quiere decir que si el otro está sólo herido de gravedad y no muerto le es imposible usarlos. Este juramento es sagrado para los monjes del Templo de las Eras así que no lo romperá incluso si muere como resultado. ¡Brillante! ¡Ahora Kurogane y Sakura tienen la ventaja! -me aclaro Jeka impresionado.
-Todavía podrían ganar. -dijo el abuelo esperanzado. Pero...
Esas expectativas nunca se cumplieron.
Al rato, cuando Emun empezaba a cansarse del dos contra uno, se puso junto al herido y le dijo con frialdad al inconsciente:
-¡Ya estoy harto de sus tretas! Lo siento por ti, mi antiguo rival, no quería que nuestro pulso acabara así. -y le cortó el cuello a Fenecon.
Y así murió el más fuerte de los magos naturalistas de la historia hasta el momento. Sakura, Kurogane, el resto de nuestro grupo e incluso los emperadores quedaron consternados.
-Nadie dijo que teníais que ser vosotros los que lo matarán. -dijo el hechicero legendario a los dos magos anagae. Parecía que no sabían como reaccionar.
-¡¡¡N... noooooo~o!!!
Un grito lleno de dolor y tristeza resonó por todo el valle. Era la esposa de Fenecon quien estaba entre lágrimas de ira y odio, intentando lanzarle un conjuro al gigantesco Monje Guerrero. Los emperadores la redujeron antes de que pudiese hacer nada mas. El emperador la hizo desmayarse.
-Siento el comportamiento de mi cuñada, seguid con la tradición. -dijo la emperatriz con su voz suave pero contundente. Sus ojos en cambio estaban llenos de resentimiento.
Durante unos instantes permanecimos en absoluto silencio. ¡Emu había matado a su compañero sólo porque le entorpecía su victoria! No me lo acababa de creer, aunque la verdad, yo hubiera hecho lo mismo en su situación. Pero por lo visto a los Emperadores Magos no les gustó mucho esa ofensa. Parecía que, tal como vi, en el futuro la guerra se intensificaría más y más después de este punto.