Viajeros de Enblaxyl *volumen 1: El shihi azul cielo*

Mundo 2 - Capitulo 38: ¿El mito de la Creacion y la Destruccion?

Kurogane
 

Todo era negro. 

Tenía la sensación de estar flotando en medio de la nada. Comprobé que podía mover los párpados. ¡Oh no!... Tenía la extraña sensación de que ni siquiera tenía unos. Sin embargo, abrí los ojos. Y lo que vi, o más bien sentí, fué una contínua niebla que se extendía por todas partes. O al menos algo que se le parecía. 

Intenté mover mi cuerpo, si es que tenía uno, y me di cuenta de que era como si mi cabeza y mi cuerpo fueran una sola cosa. O más bien que no tenía ni cuerpo ni mente. Solamente estaba... yo. Noté las cuerdas del alma pasar ondulantes a mi lado. Ahora eran totalmente visibles, si es que realmente se podía decir que "veía" algo.

En esos momentos tenía tres saliendo de mi cuello, era una sensación rara. Antes sólo estaba unido con Sakura, pero ahora también lo estaba con Tsuneo y Suzuka, lo podía sentir, pero eso era imposible, ¿no? ¿Cómo podía ser? No tenía ni idea. 

Y sobre todo. ¿Por que? 

Todavía recordaba aquel sueño extraño, si es que los espíritus pueden soñar. Estaba andando por dos caminos oscuros al mismo tiempo, y estaba acompañado por Sakura en ambos. Habíamos atravesado las dos paredes de ladrillos blancos a la vez y en cada uno había una persona diferente encerrada dentro de una celda. Entramos dentro de la celda y unas cadenas marcadas por unos símbolos ya conocidos, se agregaron, liberando un poco más el monstruoso ser que guardaban.

Al despertarme, por mucho que intenté moverme del lugar donde me encontraba no lo conseguí. Estuve días y días "corriendo" con la sensación de que no avanzaba, y sin cansarme en absoluto. Intenté coger mis cuerdas del alma para moverme hacia Sakura pero éstas no se dejaban atrapar. Eran intangibles. ¿O, por una vez, el intangible era yo? 

Pasaron unos días y mientras lo intentaba alguien me paró.
-No te moverás así. -dijo una voz en el idioma de las almas. Aunque, como la última vez, no sabía cómo lo sabía. 

Paré de correr y me "gire" hacia la voz. Una gigantesca forma se acercó a mí: negro como la noche, silencioso como un águila, majestuoso como un Dios. Serpenteaba todo batiendo sus grandiosas alas, gráciles y delicadas, pero fuertes, con sus plumas del mismo color que el cielo bañado por la luz del día, sus pupilas de serpiente eran tan azules como sus alas y me miraban con atención. 

-Sabía que él os enviaría tan lejos como pudiera de vuestra dimensión Iun pero realmente se ha pasado un poco. -quizás tendría que estar aterrado, pero la curiosidad no me dejaba en paz, es más, estaba muy emocionado. 

Aquella figura era igual que la "marca de nacimiento" que tanto Sakura como yo poseíamos, y que posiblemente Suzuka y Tsuneo también llevaban. Aunque nunca se la había visto. En todo caso si estaban relacionadas con lo que fuera que yo era, o que éramos, tenía que saberlo. 
No quería pensar para siempre que era un monstruo.
-No sois monstruos. -dijo el ser y me invadió un sentimiento de seriedad que provenía del propio ser.
-¿Me has escuchado el pensamiento? -pregunté incomodo.
-No, estás proyectando tus temores a gritos. Aquí no se piensa ni se habla, sólo se proyecta en el ambiente todo lo que sientes, y tú lo estás haciendo a los cuatro vientos, como se dice en algunas dimensiones. Si no me equivoco es un dicho que también existe en la dimensión Iun donde naciste con forma corpórea... En todo caso agárrate a mi cola muchacho, iremos a buscar a tus compañeros.

Estuvimos callados durante todo el viaje, y los fuimos recogiendo de uno en uno. Primero apareció Sakura, después Tsuneo, y Suzuka al final. Todos éramos una especie de bolas fantasmagóricas pero pude diferenciar a cada uno de ellos sin problemas. Estaban callados y no se movían, como si estuviesen en un profundo sueño. 

-¿Que les pasa? -pregunté con ansiedad medida y extrema curiosidad.

Continuamos moviéndonos, pero esta vez sin rumbo fijo. El "ser" me respondió:

-No les pasa nada malo, no. Sólo es que tú eres el único que ha materializado su parte shisan en el mundo físico.

-¿Shisan? Te refieres a "despertar"?

-"Despertar"? -"sintió" el ser entre curioso y desconcertado -Diría que sí. Dile como quieras, eres tú quien puede materializar su alma, no yo. -me quedé callado un momento, reflexionando sobre sus palabras .

-¿Eso quiere decir que no éramos humanos ni siquiera cuando nacimos? -pregunté nervioso.

-De hecho desde antes de nacer, pero seguís siendo hijos de los humanos que os criaron también. -dijo un poco melancólico.

-¿Y cómo pudo pasar esto? -"sentí" que preguntaba yo.

-Para contestar a tu pregunta tendría que responderte con una historia muy, muy larga. Así que te la resumiré mucho. Ehe~m, a ver... Si. El ser supremo, llamado Ulen, creó este multiverso con infinitas dimensiones coexistiendo y lo llamó Enblaxyl. Después nos creó a nosotros, sus primeros hijos, los shisan. Para poblarlo.

Eso parece como un mito de la creación. Pensé. 

-Pero éramos demasiado poderosos así que sólo con movernos lo destruíamos todo. Así que nos castigó quitándonos nuestros cuerpos físicos y utilizándolos para crear unas nuevas pequeñas dimensiones individuales a las que llamó Iun. Sin estar contento con esto, Ulen usó su propio cuerpo para completar y perfeccionar su creación. Aunque por culpa de eso se condenó a no poder tocarla, al igual que nosotros. 

¡Es exactamente como un mito de la creación!

-En todo caso, lo que sea que hizo Ulen le dió a Enblaxyl la capacidad de crecer sin fin. Las pequeñas dimensiones Iun, con el tiempo, se convirtieron en lugares infinitos con varios planos existenciales, dimensiones interiores y una cantidad de universos imposibles de calcular. También aparecieron los glimps; como los humanos y los robots con IA autónoma.



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En el texto hay: viajes dimensionales

Editado: 16.12.2019

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