Capítulo 7
Podía ser un poco cliché asistir al evento mas importante del verano para la población adolescente de Sequim, aquí me encontraba y por el momento no estaba nada mal. En mis planes de la noche no estaba separarme del grupo de amigas de Keyra. Un segundo estaba en la pista de baile y al otro estaba sentada en la encimera charlando animadamente con dos chicos que hacia apenas una hora atrás los conocía, Xilas y Nian, por alguna razón sentía que nos conocíamos desde hace tiempo.
Algunas personas cuando entraban a la cocina a por su bebida o por algo de hielo nos miraban como si tuviéramos un tercer ojo ya que no estábamos en la pista de baile o en algún de la casa disfrutando de la fiesta como lo hacían los demás.
En cuanto Niam vio a Keyra él se colocó en la entrada de la cocina para bloquear su paso como si con ello me escondiera de mi amiga. Lo único que podía ver desde mi lugar era la espalda de Nian.
— ¿Has visto a Victoria? – pregunto ella una vez más.
Tenía la impresión que Xilas se divertía con esta situación ya que me hizo el gesto de guardar silencio y tirar una llave imaginaria mientras mientras guiñaba en mi dirección. Solo fueron apenas unos segundos que la mirada de Xilas hizo que me perdiera parte de la conversación entre Nian y Keyra. En mi defensa, que no me la pidieron, solo diré que tiene un bonito color de ojos.
—Ella y Xilas vinieron a acompañarme un rato – el tono de Nian se oida casual – La gente pierde cosas en las fiestas y tu pierdes a tu amiga, eso es nuevo.
Quería reírme ante tan brillante observación.
— Es como si tú y Ashley estuvieran en la misma frecuencia de pensamiento ¿no? – se escuchó la risa nerviosa de mi amiga.
— ¿Y para que buscas a Victoria? –pregunto Nian con curiosidad.
— Oye, no seas chismoso …
—Eso dolió, – su tono era fingido – Venga, digamos que me gusta estar bien informado.
Sentía el hormigueo en las piernas así que me moví un poquito y con ello una botella vacía cayó al suelo haciendo mucho ruido al romperse. Eso le dio la oportunidad de pasar en cuanto Nian se giró para comprobar si estábamos bien.
— ¡Por fin te encontré! – Keyra parecía contenta de al verme.
— Hola –mi voz fue un tímido susurro y agite mi mano en su dirección.
Mi amiga analizaba la escena en ocasiones fruncia las cejas en cuanto miraba a Niam, imagino por su intento fallido al ocultarme de ella. Luego esa misma mirada iba en dirección a Xilas y yo ya que ambos seguíamos sentados en la encimera y un detalle que no dejo pasar fue que él mantenía su brazo alrededor de mis hombros.
—¿Todo bien? – en tono arrogante pregunto Xilas.
Aquella pregunta pareció cambiar el ambiente en un segundo. También desapareció el chico amigable de hace cinco minutos sustituyéndolo por el chico arrogante que conocí en la pista de baile. ¿Acaso solo reservaba ese lado cuando nadie mira en su dirección? Tonterías.
— Le avisare a mi hermano – ella señalo su móvil y salió de la cocina.
Entiendo que Keyra quizás este molesta conmigo porque pude dejarle un mensaje en lugar de desaparecer sin más, deje mi móvil en el auto Erwan, y de esa manera hubiera evitado que me buscara en lugar de divertirse.
— Por el momento no pueden entrar hay vidrios rotos – Nian informo a un par de chicos para que tuvieran cuidado.
Aquella camaradería se esfumo y con sumo cuidado Xilas se bajo de la encimera evitando pisar algún vidrio, lo vi desaparecer un par de segundos y volvió con una escoba para ayudar a recoger los vidrios. Mientras tanto Niam se encargaba de preparar las bebidas ya que fuera de la cocina se estaba formando una fila.
— ¡Nian, date prisa! – dijo un pelinegro– Esta gente esta empezando a empujar.
Las bebidas desfilaron una tras otra hasta que nos volvimos a quedar solos los tres. Esta vez Xilas había tomado distancia como si el fregadero fuera una frontera para ambos. Al poco rato volvió Keyra solo se sentó a mi lado sin decir una sola palabra. De vez en cuando ella miraba a Xilas con algo de recelo.
— ¿Podrías parar de una vez? – se quejó Xilas algo molesto.
Tenía la ligera impresión que ambos no eran la persona favorita del otro.
— ¿Según tú que debería dejar de hacer? – respondió ella.
Entre los amigos de Keyra y los amigos de Ashley eran como dos mundos que no podían coexistir en el mismo lugar; tan distintos. Dicen que no hay que juzgar a un libro por su portada, me voy a esforzar por conocerlos y tener mi propia opinión de ellos: porque no quiero tener que elegir entre ser amiga de uno o de otra para que estén contentas.
—¡Deja de mirarnos así ! – intervino Nian – Solo estábamos conversando ¿de acuerdo? Además, Vicky esta los bastante sobria como para recordarlo el día de mañana, ¿cierto?
De repente los tres esperaban con atención a que respondiera.
— No hay una solo gota de alcohol en mi sistema – levante mi mano derecha – Lo prometo.
Sabia perfectamente que si estaba aquí era porque le prometí a mamá que no haría nada que pusiera en peligro mi seguridad. Nadie sabe lo que puede pasar en una fiesta y que mejor que estar en mis cinco sentidos.
Xilas y Niam escogieron beber antes de confesar sus mas oscuros secretos, exagero un poco ya que solo eran preguntas fáciles e imagino que preferían beber por diversión. Estábamos en una fiesta y cada uno decidía como divertirse.
— No soy tan mala influencia como te habrás dado cuenta – se notaba el sarcasmo en la voz de Xilas mientras miraba a Keyra.
Esto me confirmaba que ambos no se llevaban bien.
— Chicos, tengamos la fiesta en paz – intervino Niam mientras agitaba una servilleta como si fuera una pequeña bandera. – El verano debe terminar con buenos recuerdos ¿no creen?
El intento de Nian por calmar el ambiente apenas funciono ya que el ambiente aún se sentía pesado.
— Debo ganar una partida de billar – con esta simple frase Xilas se marchó.