Victoria lo dulce del dolor

Cap.: 7

Keidan veía rojo, estaba enojado, no, más que eso, estaba furioso. Se había olvidado de que Victoria estaba con él hasta que sintió sus manos presionando su abdomen con fuerza y luego su voz, esa voz dulce como la miel y que al mismo tiempo le producía una inagotable paz, que no encontraría en otra parte. Victoria, su Victoria, pero en qué estaba pensando.

Entonces se detuvo, estaban en un pequeño parque. Keidan bajo enseguida y sentó en uno de los bancos del solitario parque a contemplar la luna. Estaba hermosa, reluciente, tan cerca y tan lejos a la vez, iluminando todo a su paso y eso le recordaba a alguien, pero por qué sería que últimamente no se la podía sacar de la cabeza. por otro lado Victoria un poco temerosa bajo de la moto y se acercó a él sentándose a su lado en el banco.

– Con que ustedes planearon todo esto - dijo Keidan tranquilo, sorprendiendo a Victoria, pues tenía ya mucho tiempo hay sentado sin hablar.

Victoria trago en seco y luego comenzó a hablar.

– En realidad, yo si había planeado vengarme - dijo a lo que vio a Keidan voltear hacia ella - pero yo no sabía nada de esto... Yo... Él me dijo que tenía algo de tu novia... Y yo le dije que no quería seguir con esto. Era solo lo de la pintura y lo del partido. - dijo nerviosa.

Lo del partido - pensó Keidan- así que eso solo era parte de la venganza. No supo por qué, pero eso lo alegraba.

– ¿Y por qué decidiste vengarte? - pregunto Keidan está vez intrigado.

– Es... Es que... Que... - ella no sabía cómo decir esto, llegaba el momento de hablar y no sabía cómo.

– Es que, es que, ¿¡¡¡que Victoria!!!? ¿¡¡Eh!!? – dijo airado Keidan.

– ¡¡¡Tú me tienes harta, la forma en que me tratas y además tú novia y tus amigos o conocidos!!! - dijo Victoria explotando.

– Espera, ¿te molestan los chicos y Ester?  - dijo por primera vez preocupado.

– Toda la escuela lo hace, todo menos Nicolás. Todo porque tú y tu novia o ex, no sé, porque comenzaron esos rumores. - dijo casi en un hilo de voz, sabía que si seguía así terminaría llorando.

– Yo no sabía eso...- trato de hablar Keidan.

Más esto a Victoria le dio mucha risa.

– Pues, no te creo ¿¡¡Por qué debería creerte!!? ¡Tú fuiste quien comenzó con esto en un principio! - dijo con los ojos cristalizados.

Le dio la espalda y comenzó a caminar ya estaba cansada de Keidan. Pero Keidan la tomo del brazo y la volteo hacia él para luego abrazarla. Lo que tomó a Victoria por sorpresa, realmente era una noche muy rara. Se intentó zafar de su agarre, pero lo que escucho la paralizó.

– Perdóneme - dijo.

Era lo que había esperado escuchar toda su vida y en ese momento no significó nada, era como si viviera su más grande sueño y no le valió nada en ese momento, ya era muy tarde.

Victoria se separó de él enseguida.

– ¿Qué te perdoné? ja - río amargamente- después de que por tu culpa lloraba cada noche, que nunca tuve amigos, después de todo lo que me hirieron tus amigos, incluyente, ¿crees que se arreglará con un "perdóname" y un abrazo? - dijo con lágrimas en los ojos- ¡¡arruinaste toda mi infancia!!

– No es que quisiera - dijo Keidan bajando la cabeza avergonzado- yo solo quería de vuelta a mí hermana y ellos solo la reemplazaron contigo- dijo con ojos llorosos.

– ¿Qué? - pregunto Victoria sin poder creerlo- ¿tenías una hermana?

- Si, se llamaba Viki, Viki Justin, era mi hermana mayor- dijo con dolor.

– ¿Y qué paso con ella? - pregunta una confundida e intrigada Victoria.

– Se murió, en un accidente automovilístico. Después de dos años mis padres tiraron a la basura todo lo que era de ella y te adoptaron a ti, te dieron su habitación y dijeron que eras su hija, pero eso solo incremento mi odio así ellos y hacia ti. - dijo desviando la mirada.

– ¿¡¡Y todo lo que yo pasé que!!?- grito ella dolida - nunca conocí a mis padres, estuve dos años sola en un orfanato, siempre me preguntaba, porqué mis padres me habían dejado, si acaso yo era una niña defectuosa y por eso no me habían querido. Y luego un poco de alegría en tanto sufrir, me habían adoptado y te conocí ¡¡Hubiera preferido que me dejarán en el orfanato!! - dijo furiosa, él solo pensaba en él mismo.

– ¡¡Yo hubiera deseado lo mismo!! - grito de vuelta Keidan

Victoria estaba roja de la furia. Sin saberlo se había ido acercando y ahora estaban a un paso del otro.

– Tú me arruinaste la vida - dijo Keidan.

– Pues estamos a mano, porque tú convertiste mi vida en un infierno, por algo que ni siquiera fue mi culpa. - dijo alejándose y sentándose en el banco.

– Claro que lo fue - dijo en un susurro.

– Quizás no lo has notado, pero soy yo la que más se arrepiente de haberte conocido - dijo ya cansada.

A Keidan le había dolido esto, por más que quisiera negarlo, pero ¿Qué era esto que sentía, acaso era arrepentimiento?

– Pues créeme que yo siento lo mismo - dijo sentándose en el banco.

– ¿Y crees que tú hermana estaría muy orgullosa de en lo que te has convertido? - dijo Victoria.

Ella sabía que este era un golpe bajo, pero no le importo, estaba decidida a sacar todo de una vez por todas.



#189 en Joven Adulto
#3092 en Novela romántica
#931 en Chick lit

En el texto hay: secretos, amor, odio

Editado: 15.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.