Keidan la miro con un odio y un rencor tan intenso, nunca antes visto por Victoria, y eso le dio un poco de miedo. Sabía que ya no había vuelta atrás.
– Y, Además - siguió - que tengo que ver yo en esto, hablas como si yo hubiese matado a tu hermana. - dijo Victoria casi susurrando la última parte.
Porque tú lo hiciste - pensó Keidan, pero no se lo diría a ella, si antes él fue algo malo con ella, que se esperara; porque ahora sí haría de su vida un verdadero infierno.
– Camina - dijo sin mirarla
– ¿Que? ¿A dónde? - pregunto confundida y con desconfianza.
Keidan solo comenzó a caminar y a alejarse y para Victoria solo quedaron dos opciones quedarse ahí, sola en ese parque desierto o seguirlo. Así que lo siguió.
Al llegar a un gran árbol, Keidan se detuvo.
– ¿Qué hacemos aquí? - siguió preguntando Victoria.
Keidan se quedó callado durante un buen rato, lo que puso a Victoria más nerviosa. Hasta que decidió hablar.
– ¿Sabes? Este árbol lo plantamos mi hermana y yo el día en que ella murió. - dijo dolido - ella era hermosa y bueno... - suspiró - Ella no merecía morir - las lágrimas empezaban a bajar por mejillas, así que las limpio rápidamente. Tomo a Victoria por los hombros y la pegó al árbol - tu papá la mato ¡¡¡esto no lo perdonaré nunca!!!- grito furioso y dolido a la vez.
– ¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso? - pregunto Victoria atónita - ¿Tú conoces a mis padres? - Keidan se quedó callado- ¿¡Keidan!? ¡¡¡Responde!!!
– ¡¡Claro que yo conozco a los asesinos de mi hermana!! - dijo él también gritando.
Victoria estaba aturdida, él los conoció toda su vida y no había dicho nada, pero algo más la intrigaba...
– ¿Por qué dices que ellos mataron a tu hermana? - pregunto asustada de la respuesta.
– Porque eso hicieron, tu padre iba un hospital a ver a tu madre, ambos eran gente adinerada, por lo cual no le importo a tu padre la vida que se llevaba por delante. Él iba muy rápido, excedió la velocidad permitida y se estrelló contra nosotros ese día mi hermana no llevaba el cinturón, ella iba al frente con papá. - dijo volviendo a derramar algunas lágrimas - ¡¡tu padre la mato!!
Keidan estaba tan enojado que no se daba cuenta, de lo que Victoria pudiera sentir al contarle esto, pero Victoria solo se preguntaba una cosa.
– ¿Desde cuándo sabes esto? - dijo Victoria con lágrimas en los ojos.
– Desde que trate de ahogarte en la piscina - respondió Keidan con la cabeza gacha.
– ¿Desde... Lo-los Siete años? - pregunto decepcionada.
– Si - dijo Keidan acercándose a ella.
Pero Victoria se alejó.
– ¿Papá y mamá lo saben? - pregunto dolida más ella no quería escuchar la respuesta.
A Victoria la estaba dejando sin habla y Keidan sabía, más no esperaba la siguiente pregunta.
– Dime algo, ¿¡Por qué rayos me adoptaron entonces!? - pregunta algo aturdida.
– Pues... Lástima - dijo en un susurro.
Pero aun así Victoria logro escucharlo y estás palabras le rompieron el corazón, y Keidan lo sabía; sabía lo mucho que Victoria amaba a sus padres y lo mucho que odiaba que le tuvieran lastima.
Victoria solo le dio la espalda y se echó a correr. Las lágrimas rodaban una tras otra por su pálida mejilla, mientras ella deseaba que el viento se las llevara, que se llevará el dolor, así como se llevaba se cabello hacia atrás y dejar atrás está realidad que la consumía. Cómo podía ser que las únicas personas en las que ella confiaba, la hayan engañado toda su vida.
Mientras Keidan se había quedado parado frente al árbol, ¿Por qué le había dicho esas cosas a Victoria? ¿Por qué se portó así con ella? Pero el enojo, la irá eran más fuertes que él en ese momento y ahora se arrepentía. Ella había llorado, había sufrido todo este tiempo por él, pero tampoco podía traicionar a su hermana, ella era la hija de su asesino.
De pronto recordó algo, estaban a las afueras de la ciudad y Victoria no conocía nada de aquel lugar. Aunque ella no sería tan tonta de irse sola por sitio que no conoce - pensó Keidan- Sin embargo, de todas formas, fue tras ella volviendo al lugar donde estaban antes, pero ella no se encontraba allí.
Entonces comenzó a entrar en pánico, está zona era muy peligrosa, más para una chica como Victoria, la busco por todos lados, pero no la encuentro, entonces decidió volver al parque, para ver si ella había vuelto para allá, sin embargo, encuentro aquel lugar desierto.
Tomo su moto y se dirigió a casa, quizás Victoria había regresado para allá, aunque sabía que si regresaba a casa sin ella sus padres lo matarían, Aun así, fue.
Al llegar a su casa, subió las escaleras corriendo y la busco en su habitación, más no la encontró. Sus padres, que lo habían visto entrar se sorprendieron, pues ya eran las dos de la madrugada, pero al ver a Keidan entrar sin Victoria y preocupado llamo su atención, decidieron esperar a que bajará para detenerlo.
– Keidan ¿Dónde está Victoria? - pregunto su madre.
– ¿Dónde está tu hermana? - pregunto su padre, levantándose del sillón en el que hasta ahora estaba sentado.
Keidan solo bajo la mirada ¿Qué les diría? (Esto realmente le estaba remordiendo la consciencia. Todo eso era su culpa.
– ¿Keidan? - dijo su madre preocupada
– No lo sé - contesto cabizbajo.
– ¿Como que no sabes? - pregunto su padre en forma de reproche - te dijimos que la cuidaras.
– ¡¡No lo sé!! Estábamos... Hablando y ella se fue corriendo - dijo omitiendo el tema de conversación.
Pero no lo lograría.
– ¿¡De qué hablan!? ¿¡Eh!? Keidan - dijo furioso su padre.
– Mi amor - intervino la madre de Keidan - eso ya no es importante, lo importante ahora es buscarle.
Dijo tratando de tranquilizar la situación, aunque ella también estaba preocupada y también estaba enojada con Keidan. El padre de Keidan al escuchar la voz de su esposa se tranquilizó un poco.