Era hora y Keidan ya tenía todo listo, sólo faltaba que Dariel pasará por ellos en su coche y que Victoria bajara, por lo que decidió pasar por su habitación para ver si tenía todo listo, la encontró sobre la cama observando una pequeña caja.
- Vic ¿Estás bien? - preguntó al verla perdida en sus pensamientos.
- ¿Sabes? Hace tiempo que no me llamabas así ¿Por qué de pronto volviste a hacerlo? - lo miró curiosa.
- Es que había olvidado lo importante que eras para mí. - dijo con la vista fija en ella mientras sostenía su mano. - pero descuida, ya lo recordé.
- ¿Y qué te hizo cambiar de opinión? - lo miró a los ojos tratando de descifrarlo.
- Pues tú. ¿Recuerdas que una vez hiciste pasteles de arena y me los diste a comer diciendo que eran de harina? - dijo con una sonrisa. - ese día juré no volverte a hablar, pero al día siguiente lo hacía, porque no soporto estar lejos de ti.
- No, no lo recuerdo. - apartó la mirada.
- Como sea. - se aclaró la garganta. - deberíamos salir, creo escuché la bocina del auto de tu amigo.
Tomó las maletas de Victoria.
- ¡No! Yo las puedo llevar, en serio.
Trató de evitarlo, pero él no le hizo mucho caso y se las llevó, después de todo ella tenía días portándose de esa forma, desde que él le había dicho lo que sentía exactamente, por eso no le hacía mucho caso.
Todo el camino allá fue muy aburrido, no hablaron en lo absoluto, por lo cual Victoria estuvo muy feliz al llegar, aunque al parecer ya había personas en la casa, a los que Dariel presentó como su prima y una amiga de ella.
- Lo siento, creo que se me olvidó decirles que mi prima y su amiga estarían aquí. - dijo señalando a la chica castaña y luego a la rubia.
- Primo ¿No nos presentará a…? - se detiene mirando a Victoria de arriba a abajo. - Tus amigos. - termina después de un incómodo momento.
- Claro, Norella mi prima, Liza su loca mejor amiga. - Le guiña un ojo. - ellos son Victoria una nueva amiga y Keidan si hermano.
- ¡Oye! - se queja Liza - esta me la pagarás. - Dice amenazante.
- Cuando quieras. - Le dedicó una amplia sonrisa a lo que está se sonrojó.
Hablaron por un largo rato, de cómo Keidan y Victoria no parecían ser hermanos, pues no se parecían en nada. Decidieron cambiar de tema después de un rato de incomodidad, cuando les dijo que era adoptada y luego todos fueron a la playa, más Victoria no quiso ir así que se quedó en casa, a lo cual nadie protestó. Ya llevaban un buen rato en la playa cuando Norella llamó a Dariel aparte, el cual se encontraba jugando en la playa con Liza, pues Keidan se había ido ya hace un rato.
- ¿Pasa algo? - la miró con gracia. - ¿Te molesta que sólo juegue con Liza? – abrazó por la cintura, juguetón.
- ¡No seas idiota! - lo apartó enseguida. - esa chica la que trajiste ¿Qué sabes sobre ella?
- ¿Hablas de Victoria? - preguntó confundido. - ¿Qué pasa con ella?
Ella lo mira por unos minutos dudosa, antes de comenzar a hablar.
- Es que me pareció muy conocida cuando la vi en la cabaña, y me pareció extraño. - Lo miró serio.
- Si, es algo curioso - frunce el ceño. - a mamá también le pareció eso y al señor Andrew, incluso a mí, pero que a ti te lo parezca ya es algo muy extraño.
- Es curioso porque si había visto a ese chico, su mejor amigo está en mi clase, muy molesto, por cierto. Pero el punto es que eso no es todo, lo que me llamó la atención es que donde creí haberla visto fue en el álbum familiar. - Dice sin poder creerlo.
- Eso es imposible. - dijo burlón. - ¿Te tomaste algo Nora?
- No seas idiota, claro que es posible, porque a quien vi no fue a Victoria, fue a tu madre. En cuanto me dijo que era adoptada llamé a mamá y le pedí la foto de tía Nicole, en sus 15 cuando está con tu papá, mira. - le muestra la foto en su teléfono. - Es como ver la foto de tu madre ¿Qué pasa si tu hermana nunca murió?
Los ojos de Dariel se abrieron enseguida, era cierto, eran demasiado parecidas, pero eso era imposible a menos que.
- ¿Dices que Victoria es mi hermana? - preguntó casi en shock.
- No lo sé, pero dime si no es demasiada coincidencia, mi madre cree lo mismo, quizás deberíamos decirle esto a tía Nicole. - dijo seria.
- No, no se lo digas, debemos estar seguros primero. - aseguró.
- Pues asegurémonos, ahora. - Le mostró un cabello de Victoria.
- ¿De dónde lo...? - la miró sorprendido.
- Pienso rápido. Vamos a hacerlo ya, no podemos perder más tiempo. - Le dio las llaves del auto.
- ¿Ahora? - preguntó todavía atónito y el corazón a mil, mientras se agachaba en la arena y ponía sus manos sobre su cabeza.
- Tía a esperado por este momento diez años, quiero decirle ahora, si hay que asegurarse antes entonces me asegurare ahora, mamá nos espera. - camino hacia la playa y llamó a Liza. - sé que esto ha de ser duro para ti y que quizás sólo quieres procesar todo, pero por favor procesa en el auto. - dijo abajándose a su lado, para luego brindarle la mano y ponerlo de pie para después subir todos al auto.
Mientras Dariel aún no salía de la sorpresa, él al igual que su madre creían que su hermana estaba muerta y estuvo viva todos estos años ¿Era Victoria? Pero entonces ¿Quién era la niña muerta en el orfanato?
...
Mientras Victoria fue a la cocina dispuesta a prepararse una taza de chocolate caliente estaba a punto de tomármelo cuando escuchó pasos en la casa, pero ella estaba sola. Enseguida su corazón empezó a latir muy rápido y giro lentamente sobre su eje, casi se le cae la taza por la impresión de ver a Keidan parado en la puerta de la cocina.
Suspiró hondo al darse cuenta de que era él.
- ¿Por qué viniste a una casa de playa si solo te quedarás en la casa? - dijo con media sonrisa, mientras negaba con la cabeza.
Ella sólo se sentó en la mesa con su taza y bajo la mirada.