Victoria lo dulce del dolor

Cap.:20

Mientras en la casa de los Justin, los padres de Keidan esperaban noticias cuando de pronto sonó el timbre, enseguida Miriam corrió ansiosa a la puerta, más al abrirla sus ansias se convirtieron en miedo y pavor.

- ¿Qué rayos hace usted aquí? Váyase de mi casa. - dijo de inmediato.

- ¿Usted lo sabía no es cierto? Todo el tiempo lo supo. - negó con la cabeza dolida.

Esto le paralizó el corazón a Miriam ¿De qué estaba hablando? ¿Ella lo sabía todo? Eso no era posible, se negó a creerlo.

- No sé de qué está hablando, le pido que se vaya de mi casa. - Dijo tratando de cerrar la puerta, más ella la detuvo.

- ¿Cómo es capaz de verme a los ojos y hacer como si nada estuviera pasando? - la mira con desprecio. - claro, todo el tiempo usted supo quién era yo y que Victoria era mi hija, porque sé que Victoria es mi hija, no me iré de aquí hasta verla. - dijo desafiante.

Los ojos de Miriam salieron de su órbita y de inmediato se puso histérica.

- ¿Su hija? ¡¡Victoria es mi hija, usted la dio en adopción, yo la adopte, eso me hace su madre, usted no es nadie para mi hija!! - Le gritó.

- Eso lo va a decidir ella. - la miró fijamente - y será mejor que me deje pasar antes de que llame a la policía.

- Puede llamarla, no tiene derecho a ver a mi hija. - la miró con una sonrisa segura.

- Vamos a ver si piensan lo mismo cuando vean esto. - Le mostró un sobre que llevaba en la mano, el mismo que Nicolás le había enviado a Vitoria y su se había quedado en la casa de playa. - ¿aún creé que no tengo derechos? - la miró con frialdad. - yo sólo le pregunté para ver si tenía conciencia todavía, pero puedo ver que no y la única razón por la que aún no está tras las rejas es Victoria, así que no me tiente señora Justin.

La mente de Miriam quedo en blanco al instante y todo su cuerpo temblaba, ella sabía todo, venía a quitársela, era su peor pesadilla y no podía despertar de ella. No sabía qué hacer, Enseguida se tiró al suelo y empezó a llorar desconsolada.

- ¡Todo lo hice por ella! ¡Ella es los único que tengo! Me quitaron una hija y ahora me quiere arrebatar otra, no puede hacerme esto. - sollozo de rodillas, mientras suplicaba, ella no se la quitaría, ella haría cualquier cosa por que no se la quitaran, pues ella de verdad amaba a su hija.

Sus gritos y sollozos alertaron a su esposo, el cual vino enseguida y la vio en el suelo, pero lo que más le sorprendió fue ver allí a la madre de Victoria, lo cual lo paralizó por completo.

- ¡¡Amor tienes que ayudarme, ella nos la quiere quitar, la quiere separa de nosotros!! - gritaba desesperada, más la madre de Victoria ni se inmutaba y permanecía serena. - ¡¡Tienes que ayudarme amor!! ¡por favor! ¡¡No se la puede llevar!! - gritaba mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

Entonces lo sabía. - fue lo único que pudo pensar Johann.

Enseguida bajo la cabeza no pudiendo mirarla a los ojos.

- Lo lamento mucho... - intentó decir cortando las súplicas de su esposa.

- ¿Lo lamenta? - preguntó con una risa sarcástica Nicole. - ¡Por su culpa yo me quedé sola, mi esposo murió y mi hija creció sin mí! ¿Cree que un perdón y un lo lamento mucho lo soluciona? - lo miró con rabia para luego respirar hondo. - pero al menos usted tiene conciencia para saber que hizo las cosas mal. Quiero ver a mi hija.

Entonces todo se quedó en silencio, lo único que se escuchó fueron los lloriqueos de Miriam, pues Johann no supo que decir o más bien como decirlo, por lo que enseguida desvío la mirada, cosa que Nicole notó, por lo que su ceño se frunce.

- ¿Qué pasa? - preguntó preocupada. - ¿dónde está ella?

- Victoria fue secuestrada. - dijo él al fin.

Nicole quedo totalmente paralizada, ¿secuestrada?  ¿Qué cosa tan mala había hecho para que el universo se enseñará con ella de esa forma? De pronto todo empezó a dar vueltas a su alrededor y todo se hizo negro, hasta que sólo se escuchó en golpe en seco.

Entonces Dariel, a quien ella le había dicho que esperara en el coche, salió corriendo al verla caer.

...

Habían pasado ya dos horas y su madre seguía haciendo llamadas. Después de que se había mejorado se había negado a descansar y se había pues a llamar a todos sus contactos, sin dejar de caminar para un lado y para el otro. Él sólo no sabía qué hacer, desde que Nicole lo había adoptado, él se había propuesto ayudarla a buscar a su hija, pero la había tenido al frente todo este tiempo y no se había dado cuenta, era un inútil.

Después de un rato vio a su madre tirarse en el sofá y respirar hondo mientras colocaba sus manos en la cabeza.

- Esto es mi culpa. - dijo culpable. - yo nunca la debí haber dado en adopción, era mi hija y yo... - bajo la cabeza.

- No mamá, eras joven y tú esposo había muerto, justo cuando diste a luz, estabas deprimida y no sabías lo que hacías. Esto no es tu culpa. - le trato de reconfortar, sabía que ella siempre se ocuparía por eso y odiaba verla así.

- La debí buscar mejor. - dijo con dolor y lágrimas en los ojos. - la tenía frente a mí, frente a mis narices, falle como madre, le fallé a ella.

Él sabía que todo esto lo decía para ella misma, que se estaba culpando por todo y que no escucharía nada de lo que decía, por lo que la abrazó con fuerza.

- La van a encontrar te lo aseguro, ella te perdonará, estoy seguro que no te va a culpar. - dejo un beso en su frente.

- Todo el día estuve ansiosa, tenía un mal presentimiento, por eso te llamé. - siguió llorando. - esto es culpa mía.

- Mamá no tenías como saber que esto pasaría. - trató de calmarla.

Pasaron varios minutos en eso hasta que se escuchó el teléfono, era las 8:30 pm cuando lo hicieron y al descolgar...

- Sabemos dónde está su hija.

Eso le devolvió el alma al cuerpo.



#187 en Joven Adulto
#3118 en Novela romántica
#944 en Chick lit

En el texto hay: secretos, amor, odio

Editado: 15.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.