Victoria lo dulce del dolor

Cap.:22

Todos se quedaron estupefactos al ver a Victoria allí parada, aunque a leguas de veía que eso no duraría mucho. La misma le dirigió una mirada a Keidan, él sabía lo que significa esa mirada, ella lo había escuchado todo.

- Vic, yo te juró que te lo puedo explicar. - dijo con inmediatez. - te juró que yo no sabía que mis padres habían hecho eso, yo no lo sabía.

Quería, necesitaba que le creyera y ella quería hacerlo, pero ya no podía, ya no podía más.

- ¿Cuándo te enteraste? - cerró los ojos con fuerza, aguantando las lágrimas.

- El... - dudó en decirlo y bajo la mirada por un segundo, pero al final volvió a subirla, la miró a los ojos y respondió. - el día que te perdiste.

Los ojos de Victoria se llenaron de lágrimas que recorrieron sus mejillas ahora rojas por la fiebre.

- ¿Quién es ella? - preguntó está vez mirando a los ojos de Keidan, más él desvió la mirada. - ¿¡Quién rayos es!? - exigió ella dolida.

- Es Nicole Daniels, la mujer que mamá no quería que visitaras - bajo la cabeza con el ceño algo fruncido por el dolor que sentía en ese momento, no podía mirarla a los ojos, simplemente no podía.

Al escuchar esto los ojos de Victoria se abrieron con fuerza y retrocedió un par de pasos totalmente en shock, más al hacerlo tropezó y cayó al suelo.

- Todo el tiempo estuve con mi madre. - susurró para sí misma mientras tapaba sus labios con sus manos y las lágrimas corrían su rostro. - Ni siquiera pude decirle... - sollozo. - ¿Y tú no me lo dijiste? - dijo está vez hacia Keidan. - sabias cuanto esperé por ese momento, sabias que lo que más quería era conocerla ¿y te lo guardaste?

- Vic... Yo... - dijo con la voz cortada y sin saber que decir. - yo no te quería perder.

- Eso fue muy egoísta, sólo estabas pensando en ti, igual que tus padres, ellos sólo pensaron en ellos. - Lo miró con horror. - ¿Sabes acaso lo que se siente ser un error? ¿No saber de dónde vienes o porque tu propia familia te abandonó? Así era como me sentía, cada vez que me acordaban en la escuela que mi propia madre no me quería y mi familia adoptiva tampoco, pensé que eras diferente, que eras la excepción, pensé que cambiaste, pero... Soy tan tonta, porque pensé que era real. - dijo entre sollozos.

- Es por eso que ellos merecen esto, Vitoria, ven conmigo. - se escuchó la voz de Nicolás desde las escaleras sobresaltando a todos. - nunca nadie más va a mentirte, ni te van a herir seremos tú y yo contra el mundo. - Le dedicó una amplia sonrisa.

- ¡No! - negó está. - tú no eres diferente a él, a todos. Tú me usaste. - dijo dolida. - pensé que podía confiar en ti, pero no tú me usaste igual que Keidan para obtener tu venganza, ambos son lo mismo.

Bajó rápidamente hasta ella y se abajo para tomar sus manos.

- No, es que ellos merecen pagar, tu papá está muerto por su culpa. - trata de convencerla.

- No. - se suelta de su agarre. - ¿Quién de ellos mató realmente a mi padre? - él no supo que responder. - además cuando alguien te da un vaso lleno de limones, no le das un café amargo, le ellas azúcar y haces un juego, porque en el momento que le pagues igual eres igual a ellos.

Él la mira serio y dolido.

- Hay veces que para matar tus demonios tienes que descender al mismo infierno Vitoria. - dijo con voz recta.

- Pero ¿Qué te asegura que cuando salgas de allí no seas uno más de ellos? - le respondió de vuelta. - Aunque quiera negarlo a quien intentas matar es mi hermano, no permitiré que le hagas daño, no porque lo merezca, porque a pesar de todo yo lo amo y eso no cambiará, aunque él sea un idiota conmigo, porque no todo fue malo, él siempre me quiso y quizás me cueste perdonarle, pero no haré esto. - sentencia. - ya basta de venganzas, todo estará bien si sólo se detienen ahora.

Toma las manos de Nicolás y lo mira a los ojos, de los cuales salen gotas saladas de dolor.

- Podemos salir de esto juntos, sólo para todo esto. - trata de buscar al Nicolás que ella conoció en sus ojos.

- Claro. - respondió con rabia. - eso era lo que él hacia todo este tiempo, eso era lo que quería, te puso en mi contra, pero ya no más.

Se levantó de pronto sorprendiéndola, por lo que Victoria reunió también todas las fuerzas que le quedaban y se puso de pie. Enseguida vio a Nicolás sobar el arma, lo cual la asustó.

- Esto acaba aquí. - le apunto a Keidan.

- ¡No! - lo detuvo Victoria, cuando estuvo a punto de disparar el gatillo.

Entonces ambos empezaron a forcejear con la pistola. Nicolás lo único que sentía era su ira por Keidan y lo culpaba por todo lo ocurrido, esto nublo su vista y no le permitió ver con quien estaba forcejeando. Entonces el arma de disparo y los ojos de ambos se abrieron con fuerza y se llenaron de lágrimas a la vez.

Todos estaban expectantes de a quien le había dado la bala, principalmente Keidan a quien el corazón se le detuvo en ese preciso momento. Entonces se vio lo que él más temía, el cuerpo de Victoria calló al piso lleno de sangre y tembloroso. Nicolás estaba en shock al igual que Keidan y todos en la sala, por lo cual sólo un grito de dolor se escapó de su garganta destrozando todo su ser en el paso.

- ¡¡¡Ah!!! - calló en el suelo a su lado y sus ojos llenos de lágrimas. - ¿Por qué? Yo... Yo no quería, te juró que no quería, yo... - dijo entre sollozos. - ¡¡¡Ah!!! - volvió a gritar mientras pasaba las manos llenas de su sangre por su rostro fuera de sí.

- Vic. - logró gesticular, pues el dolor se aglomeraba como cadenas en su pecho que lo dejaban sin voz, los ojos de Keidan se abrieron con fuerza, quería cerrarlos, no quería ver eso, pero no podía dejar de ver, no podía dejar de pensar en que eso era su culpa.

Entonces Andrés se acercó a Nicolás a toda prisa y lo trato de poner de pie, tenían que irse ahora.

- ¡¡No!! ¡¡No iré a ningún lado!! - dijo con dolor y culpa, hubiese sido menos doloroso dispararse a sí mismo. - me quedaré aquí con ella.



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En el texto hay: secretos, amor, odio

Editado: 15.01.2023

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