Vida Abundante.

Recursos.

Declarame, que tienes en casa?- 2Reyes.

Beatriz contó cuidadosamente los billetes. Eran tres mil setecientos cincuenta pesos.

Los guardó en su monedero ajado y usado.

Le deseó una bendición a su hijo y comenzó a caminar a casa de Teresa.

Teresa era una mujer de unos sesenta años, vivía con su esposo y cuatro de sus hijos adultos que estaban solteros. Había tenido diez hijos, pero gran parte de ellos ya estaban casados o vivían en otra parte.

Teresa siempre hacía tiempo para escuchar a Beatriz, está la quería como a una madre, y Teresa la quería como una hija. La ayudaba cuando podía.

El café y un pequeño trocito de pastel,coronaron la mesa delante de ambas.

-Voy a dejar a Santiago -

Teresa estaba sorprendida. Se quedó sin habla.

-De verdad?- no pudo evitar una pequeña sonrisa, pero se dió cuenta y la contuvo.Teresa era una mujer muy discreta y cuidadosa al hablar. Pero se sintió feliz,era un avance que Beatriz dejara a ese hombre que la golpeaba y la trataba mal.

-Lo haré,estoy cansada - hizo una pausa,le dolía. Teresa pudo verlo. En ese momento entró su esposo, - Betty! Estás aquí! Que gusto verte.-

-Don Arnoldo, cómo está?- ella siempre le hablaba de usted, con esa educación antigua,con que sus abuelos fallecidos la habían educado.

Beatriz había perdido sus padres en un accidente de autobús, cuando era pequeña, desde los cuatro años había Sido recogida por sus abuelos, quienes también criaron a otros primos de ella,la casa del rancho nunca estuvo sola, hasta que los hijos y los nietos se fueron del hogar,para trabajar o formar sus propias familias. Lo triste de ello es que solo tenía contacto con dos de sus primos, con los demás no tenían buena relación, todo por qué el abuelo decidió dejarle la casa del rancho a su nombre. Casa que ella había decidido vender y repartir el dinero entre todos,cosa que algunos de sus tíos todavía resentian ,querían que la casa permaneciera en la familia, pero ya Beatriz veía que,si ella se quedaba con la casa, sería peor,no habría para ella paz en la familia.

Arnoldo miró a Beatriz - Bien, bien dentro de lo que cabe, estás en tu casa Betty - ella le agradeció.

Don Arnoldo se retiró al sentir el ambiente entre ellas.

-Santiago que dice?-

-El no lo sabe -

-Es mejor que no lo sepa - dijo Teresa rápidamente. Luego añadió.- sabes que puedes quedarte con nosotros - le tocó la mano y le dió unas palmaditas.

-Te lo agradezco mucho, pero preferiría buscar otro lugar - Beatriz sabía que no podía estar en casa de Teresa,la casa era muy pequeña y ella aún tenía en casa cuatro hijos - No quiero que Santiago me encuentre,por ahora. Si sabes de algún lugar de renta, avísame por favor-

Teresa se quedó callada, pensando.

-Le preguntaré a alguno de mis muchachos -

-Te lo agradezco - a Beatriz se le hizo un nudo en la garganta. Le tocó la mano a Teresa y se le pusieron los ojos brillantes. Teresa sonrió con dulzura,la dulzura de una madre,y le dijo que antes de que se fuese haría una oración,para que ella pudiese encontrar lugar donde vivir.

Teresa oraba de una forma que siempre le hacía pensar , que estaba hablando con un familiar, como si Dios fuese tan cercano a ella que, ella podía decir y pedir y tenía la seguridad de que ese Ser,al que ella llamaba Dios,la escuchaba.

Vulnerabilidad. Incapacidad de resistencia, cuando se presenta un fenómeno amenazante o incapacidad de reponerse después de que ha ocurrido un desastre.

Expuesto a ser herido o dañado.

Beatriz sintió una vulnerabilidad que le invadió la mente y el espíritu, cuando después de haber caminado de aquí a allá, buscando dónde vivir,no había encontrado nada.

Se sentía indefensa ante lo que estaba por venir, pero se aferraba a su mínima esperanza de libertad.

El desaliento hacía presa de ella, cuando con los pies doloridos cerca del atardecer,se dió por vencida, vió un pequeño letrero en un portóncito.:"Se renta habitación en segundo piso"

Se animó. Con las fuerzas y el ánimo que le quedaba , gritó por encima de la verja.

-Buenas tardes!, buenas tardes!-

Volvió a hacerlo cuando nadie salió.

Lentamente de un costado de la casa salió una señora mayor. -Buenas tardes hija, que se te ofrece?-

-Señora buenas tardes,esque estoy buscando un lugar de renta y ví su letrero -dijo aquello humildemente.

-Ah sí hija,- abrió la portezuela -rento un cuarto en segundo piso,es amplio y no se moja y hay dos baños disponibles,uno arriba y otro aquí, debajo de las escaleras -

-Cuanto cuesta la renta por mes- Beatriz se esperanzó.

-Mil quinientos hija, pero necesito que también me dejen depósito,o sea que serían tres mil -

Beatriz contuvo su suspiro. Tal vez se quedaría con muy poco dinero pero tenía que conseguir el cuarto.

-Podria mudarme hoy mismo?-

-Si cumples los requisitos, si hija -

-Cuales son?-

-Mira, aparte del primer mes de renta y del depósito, necesito dos cartas de recomendación y dos números de referencia de gente que te conozca, que eres persona de bien -

Beatriz volvió a desanimarse, quien podía darle una carta o dos de recomendación?. Lo veía bastante difícil.

--Necesiro un lugar urgente señora,me estoy separando de mi marido y necesito un lugar donde vivir, pero no creo que pueda conseguir ahorita en la noche las cartas, los números alomejor si, aunque yo no tengo celular -

La doñita se lo pensó un rato.

-Hay alguien de por aquí que te conozca?-

Beatriz lo pensó un poco.

-Conoce usted a don Arnoldo Rivas? Vive de aquí tres cuadras en la siguiente colonia,es esposo de la señora Tere-

A la doñita le brillaron los ojos - Es don Nono ,el chofer?

-Si- Beatriz respondió con energía,salida de un pequeño ánimo.

-Si lo conozco,el me lleva a mis citas al Seguro (IMSS)-

-Si ese es-

-Dejame marcarle-

-Esta bien -




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