El comienzo de algo.

La entrevista de trabajo había sido incómoda y tensa. El doctor la había mirado directamente y sin ningún rastro de amabilidad o empatía y le había pedido su hoja de vida.

-Mi hoja de vida?- Beatriz había negado con la cabeza. Lo que ella no sabía era que el hombre también estaba incómodo con ella delante. El recordaba perfectamente la conexión que había sentido con ella en brazos ahí,en la playa. Carraspeó para despejarse y se mostró indiferente,y la miró directamente a los ojos, los ojos avergonzados de Beatriz.

-Curriculum?-

Ella volvió a negar con la cabeza,y temiendo perder esa oportunidad, sacó con manos temblorosas de su bolso de mezclilla bastante usado pero limpio, una carpeta y de ahí un documento.- Solo tengo mi solicitud de empleo - dijo quedamente entregándosela al hombre.

Él se tomó su tiempo leyendo la información.

-No tengo todavía las dos cartas de recomendación, ya las pedí a mis antiguos patrones..- titubeó - pero tengo sus nombres y sus números de teléfono - y le entregó un papel.

Después de unos diez minutos, Bea miró la hora en el pequeño celular de teclado. Eran casi las diez de la mañana. Comenzó a sentir ansiedad e impaciencia, llegaría muy tarde al trabajo.

El volvió a mirarla directamente.- Vamos a ver,lo que yo necesito es alguien que atienda la casa,cocine para mí y para mí hijo y esté pendiente de él.- hizo una pausa - Tiene familia?-

-Estoy divorciandome y mi hijo ya es mayor,ya no vive conmigo -

-Puede vivir aquí entre semana?-

-Si señor -

-El trabajo no será sencillo - el corazón de Bea se apretó. - su horario de entrada será a las seis de la mañana. Tendrá su hora para comer. No le voy a imponer mi modo de hacer las cosas de casa,lo único que deseo es que esté limpio y ordenado,la ropa lavada y planchada y la comida lista para cuando mi hijo y yo regresemos a casa.

Beatriz asintió ya más calmada. No le asustaba el trabajo tal como él lo estaba describiendo.

El hombre volvió a carraspear.- Hay algo más - Bea se puso alerta - Mi hijo se llama Gerardo Daniel y tiene dieciséis años,a mí hija ya la conoció,se llama Maritza. Maritza ya no vive aquí, está casada. - luego, una sombra como de dolor le cruzó la mirada. Beatriz se preguntó porque ella podía percibirlo.

-Mi hijo tiene depresión..no ha superado la muerte de su madre,si decide trabajar con nosotros,va a tener que vigilarlo- dijo un poco inseguro , sabiendo que en ese punto, ella podía echarse atrás.- en realidad ése será su trabajo más importante..- volvió a carraspear-

Mi hijo, ha intentado suicidarse- hizo una pausa que a ella le hizo ver lo doloroso del tema.- Es importante para mí que alguno de los que estamos alrededor de él, sepamos dónde está todo el tiempo posible. No la voy a agobiar con esto, pero cuando esté en casa, quisiera saber que él está cuidado y que la persona que lo cuide,sepa dónde está y que está haciendo. Escuche, sino puede hacer comida o limpiar la casa está bien, pero Gera es mi prioridad, necesito que esté vigilando -

Beatriz no sabía cómo ella podría hacer eso. Se quedó muda,sin saber que decir.

-En cuanto yo vuelva a casa, usted podrá retirarse a descansar y yo me haré cargo - ella volvió a quedar callada intentando saber que hacer o decir.

Él notó que ella estaba dudando - le pagaré bien -y mencionó una cifra a continuación. Era como tres veces más de lo que ganaba en la tortillería.

-Puede decirme si va a aceptar o no el trabajo?- el pudo ver qué ella aún estaba dudando.

Beatriz se armó de valor,era ahora o nunca. "Ay Dios mío,no sé en qué me estoy metiendo, ayúdame a poder con esto" Se decidió.

- Sí - asintió - lo haré.- necesitaba ese trabajo,en verdad necesitaba una mejor paga.

-Si piensa que puede con el trabajo, por mi parte está contratada.-

-Si puedo - dijo más segura de sí misma.

Por primera vez él sonrió, extendió la mano y estrechó la de Beatriz. Luego se levantó y le indicó el camino.

- Venga,le mostraré la casa-.