Vida corta

Capitulo 2: La vida es un sueño

          Llegando a casa mamá me agarro de un fuerte abrazo y con una lágrima en su cara dijo:

          —¿Dónde estabas?—

          —Perdon mamá, es que nos quedamos perdidos—

          —Usted sabe que me daría algo si te pierdes.—

          Y con un fuerte abrazo me despedí de ella.

          Cuando me desperté por el bullarango de la música de mi madre de todas las mañanas acordé de los oficios de la casa y hay estaba tirado en la cama reorganizando aquel sueño, tenía que hacer unas tareas de español y no sin antes bañarme y porsupuesto que my desayuno de galletas con café. Al salir de casa mi madre se despidió, pero note que andaba que pasaba algo más y para irme tenía que pasar por Fabricio que estaba a dos cuadras de mi casa, cuando íbamos de camino un primo me gritaba a lo largo, diciendo que si podíamos ir en la tarde  a jugar con ellos y respondiendo que iba a ver si podía.

          Al llegar al colegio mi primer asombro fue que estaba observando en la entrada de seguridad estaba ella la que siempre me acuerdo pero no puedo hacer nada, porque al final no se que me pasa, al entrar el suspiro de la brisa me isieron estar tranquilo. Algo más que sentido tiene que pensara que estaba soñando, era más de creer que era posible que un adolescente pudiera controlar o eso decía mi hermano supongo su experiencia quizás. Al comenzar la tarde, ir al parque era mucho más opcional para algún aburrido, pero ese día no estuve por quedarme tras la incógnita de aquel misterio de mi madre y le dije a Carlitos un joven de estudio por adicción:

          —¿Porqué no vas el sábado a mi casa, para comentar sobre la tarea.?—

          —Puede que vaya .—

           —Estas ocupado, para cambiar el día— y con un gesto me respondió:

          —Como sabes ayer te hablé de una reunión familiar y mi tía quiere que yo esté hay.—

          —Bueno de igualmente me acordé de una plática con mi madre, será para otro día.— Y así nos despedimos.

          Al rato de tanto caminar en una esquina aparece el típico dueño de una carroza vende pan, no muy convencido de sus promociones me negaba a comprarle por su carizidad del producto. Ya llegando a casa observé a mi madre pero no a mi padre, entonces me dirigió a mi hermano quien estaba en el corredor de la casa :

          —¿Dónde está el señor?.—

          —Ya se fue —en ese momento aparece mi madre diciendo que ocupaba hablar con migo: 

          —Me esperas en la sala, en un momento llego.—

          Ya se me estaba siendo un nudo en la garganta pero era cuestión de tiempo creería que quizás era sobre Dayana la muchacha por el cual estaba enloquecido. Ya estando frente a mi madre me dijo: 

          —Debo decirte que ya hemos tenido durante mucho tiempo problemas y esto nos es más que un tema que padamos manejar —interrumpiendola agrege: 

          —¿Y papi?—

          —De eso quiero hablarte, porque tu padre y yo nos separamos y más adelante te doy las razones del porqué.—

          No sabía si ese día fue más caluroso o totalmente apagado, pero lo cierto es que yo no pensaba en la madrugada y menos en el medio día, estaba enfocado en la tarde yá a qué no sabía que pasará en el sueño que tanto anhelaba y era ver siempre a mi familia junta, bueno asta ese momento. Al día siguiente impactado del asunto anterior me marche a visitar a mi abuela. 

 

 

          

 




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