Vida Entre Chicos (sc Libro# 1)

7. Chico arrogante

Lucy

Vi al nuevo sentado y una voz que venía en el pasillo, interrumpió el que ambas entráramos al salón. Era la entrenadora de porristas y estaba en busca de mi mejor amiga. Ella me hizo un gesto y me pidió que la esperara dentro. Luego de un suspiro, cedí a hacerlo. Iba a tomar mi puesto asignado de siempre, pero había un problema, el desconocido estaba en mi asiento. Me acerqué al chico que ni siquiera me dijo su nombre. Me paré a su lado por unos segundos hasta que levantó la mirada de su libro.

-¿Te puedo ayudar en algo? -preguntó luego de poner un lápiz como separador dentro del libro.

-em, sí. -dije y me puse recta. -este es mi puesto. -él también se sentó recto sobre la silla y me observó fijamente.

-pues yo veo que hay muchos asientos libres a mi alrededor. -dijo observando todo el salón vacío. Me crucé de brazos y rodé los ojos.

-lo sé, pero aquí me siento yo.

-y en los otros asiento se sienta otra gente así que no me moveré, pero si quieres sentarte aquí puedes hacerlo encima de mí. -dijo y sonrió con picardía. Era un arrogante ¿quién se cree? Agh, no lo conocía y ya no me agradaba.

-¿pero qué te pasa?

-solo bromeaba. -dijo y colocó los codos sobre el escritorio mientras reía.

-pues tus bromitas no me causan mucha gracia. -bufé.

-ya, lo siento, pensé que eso te alegraría un poco el día, pero ya veo que no funcionó.

-no me gusta que anden bromeando conmigo cuando ando de mal humor ¿sabes?

-sí, ya lo noté, lo tendré en cuenta para la próxima. -dijo y me guiñó un ojo antes de levantarse y tomar sus cosas para irse a sentar en uno de los puestos de atrás.Lo miré mal, pero no dije nada.

Tomé asiento en mi silla y noté que se dejó una pequeña libreta. Me senté y la tomé ¿Qué sería esto? Me di la vuelta para ver si no me estaba observando y no, no lo hacía ya que estaba inmerso en el mundo de su libro. Volví a ver mis manos y batallé mentalmente para saber si abrir la libreta o solo devolvérsela. Decidí ver solamente la primera página, quizás por lo menos así averiguar su nombre. Vi en la parte de atrás de la portada y no había nada. Solo unas iniciales "N. A." En letras cursivas. Solamente eso ¿qué significa? ¿Sería su nombre? "N" podría ser Nate, Nataniel, Noel. La verdad que podría ser eso pero y la "A" ¿apellido o segundo nombre?

Agh no sabía por qué me interesa tanto saber esto, de todas formas no descubriría nada con solo dos letras.

-creo que eso es mío. -pegué un respingo al escuchar su voz tan cerca de mi oído así de la nada. Me volteé mientras llevaba una mano a mi pecho.

-¡Me asustaste! -chillé tapándome el rostro.

-sí, lo sé, pero eso es mío y no deberías estarlo hurgando.

-Solo estaba viendo de quien era, alguien más pudo haberla dejado. -fruncí el ceño de nuevo con molestia y solté un bufido. Tomé la libreta y se la extendí.

-gracias. -dijo de la forma menos amable del mundo mientras me arrebataba la libreta. De inmediato se dio la vuelta para dirigirse a su asiento.

-Ya volví. -dijo Tere tomando asiento frente a mí como siempre. Vi cómo fruncía el ceño, de seguro por la cara de irritación que tenía gracias a ese chico. -¿Qué tienes?

-ese chico es un arrogante. -dije y me crucé de brazos molesta.

-¿Por qué lo dices?

-Luego te explico, necesito calmarme.

 

***

 

-ha de tener sus razones para haber actuado así. -dijo Tere después de que le contara lo que sucedió con ese chico mientras caminábamos por el pasillo hacia nuestros casilleros. -tal vez era su diario.

-los chicos no tienen diarios, Tere o al menos no que yo sepa. -Rodé los ojos y saqué mi cuaderno. -y no tenía por qué enojarse así, era solo un cuaderno.

-ya Lucy, déjalo, quizás no sabe cómo tratar a la gente y quiso ser "amable" contigo y el cuaderno puede que sea algo privado para él y por eso se enojó cuando lo abriste. -se encogió de hombros. Azoté la puerta de mi casillero asustándola un poco y la volteé a ver.

-¿ahora lo defiendes? Deberías de estar a mi lado. -me señalé a mí misma.

-¿Qué? No estoy al lado de nadie, solo digo que no deberías tomarle mucha importancia al asunto; él ha de tener sus razones para ser tan cretino como tú dices.

-Mejor me voy a clase. -Tomé una bocanada de aire para relajarme. -nos vemos en el almuerzo. -me despedí.

-está bien.

Caminé por el pasillo a mi izquierda y Tere se fue por la derecha hacia los vestidores para ir a educación física mientras que yo solo a física,. Al doblar por el siguiente pasillo, lo hice con rapidez y no me percaté que alguien venía, así que terminé chocando con la otra persona.

Diablos, era el director.

-perdone señor... iba distraída. -dije algo nerviosa. Él se volteó ya que estaba de espaldas.

-ah, señorita Roberts, no se preocupe, pero tengo que hablar con usted. -dijo y aclaró su garganta.

-¡yo no he hecho nada malo! -dije y levanté las manos como si él fuera un policía y me estuviera arrestando.

-tranquila, no hiciste nada malo, bueno... no exactamente. -esto cada vez me asustaba más. -El profesor Días le dijo acerca de ser el tutor y guía de tu nuevo compañero ¿verdad?

-este... sí. -afirmé aunque se escuchó más como una pregunta. Al parecer ya había descubierto.

-he notado que no has andado con él. -dijo y se cruzó de brazos.

-en mi defensa señor, él me dijo que no me necesitaba y se fue solito a recorrer la escuela y yo también pienso lo mismo, no creo que sea necesario que ande con él como perrito siguiendo a su amo.

-Es algo que él necesita aunque no lo admita, es nuevo y no creo que se le esté haciendo muy fácil todo el nuevo ambiente. -dijo y pensé que ya había terminado, pero añadió algo más. -te traerá créditos extras para tus notas finales.

-y si él no quiere ¿Qué quiere que haga?




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