Lucy
-¿una tarea? -frunció el ceño.
-sí, es una tarea extra que me colocó la profesora de educación física para reponer unos puntos, larga historia.
-¿tarea sobre qué?
-No lo sé aún, pero supongo que será un ensayo o algo, si no falto toda esta semana a su clase, me la dará el viernes para entregarla el lunes. -me encogí de hombros con fingida inocencia.
-Bien, lo haré.
-En cuanto sepa te lo diré. -sonreí y saqué mi cuaderno de física y mi libro, el profesor no tardaba en llegar. Ya el salón estaba casi lleno y en solo dos minutos el timbre sonará. Al sacar mis lápices, recordé algo y volteé a ver al chico a mi lado quien también había sacado su cuaderno y demás cosas. -oye, dijiste que querías empezar de nuevo ¿verdad?
-ah, cierto. -se volteó hacia mí. -bueno, antes que nada, quiero que olvides lo que pasó hoy a primera y segunda hora, creo que sí me porté algo mal.
-está bien. -no lo olvidaría la verdad, me había tratado muy mal y empeoró mi mal humor, pero si podía aparentar como que no sabía nada. -aunque eso no quitará el hecho de que no me caigas muy bien.
-bueno, ya que. -Rio. -soy Nicolás, llámame Nico. -extendió su mano hacia mí. La tomé y la estreché.
-no te diré mi nombre completo porque lo odio entonces dime Lucy. -él sonrió de lado mientras soltaba mi mano. Ya no me desagrada tanto su presencia, era un gran avance.
-ya verás que averiguaré cuál es tu nombre. -dijo y rió con malicia. El timbre sonó y el profesor entró al salón.
-eso ya lo veremos.
***
-Eso es todo, salgan a comer. -avisó el profesor mientras borraba el pizarrón. Guardé mis cosas rápidamente, necesitaba aire fresco y salir al patio un momento antes de ir a hablar con Theo. Se me ponía la piel de gallina de solo pensar en las cosas que podría decirme. Estaba completamente nerviosa y necesitaba ver a mi mejor amiga antes que nada.
-¿Vamos a la cafetería? -me preguntó Nicolás levantándose de su silla.
-sí, supongo, tú solo sígueme y si quieres, después piérdete entre los alumnos. -dije y él rió. Noté unos hoyuelos en sus mejillas cuando sonrió. No los había visto antes, me daba ganas de meter un dedo en uno de ellos.
-si me pierdo ¿Cómo te encontraría para llegar a la próxima clase?
-No lo sé... pregunta por mí o algo, la mayoría de las personas aquí me conocen, ellos te dirán dónde estoy. -dije sin tomarle mucha importancia mientras caminaba hacia la puerta con él detrás.
-con que chica popular ¿no? -preguntó en cierto tono burlón, luego rió ligeramente. No sabía qué le causaba gracia.
-no, para nada, simplemente casi todos me conocen por mi apellido y mi mejor amiga.
-¿la chica rubia con la que estabas en la mañana?
-sí, esa. Es muy popular aunque no se junta con populares, siempre anda conmigo y nos sentamos aparte ya que los populares nos parecen algo irritantes a veces.
-¿Cómo es popular y no se junta con populares? -frunció el ceño. -eso no tiene sentido.
-eso mismo me he preguntado por años, pero supongo que es por el hecho de ser una de las chicas más guapas del colegio y además de ser súper amigable con todo el mundo, la adoran y más que nada por ser la capitana porrista.
-ya veo. -y fue lo último que dijo antes de seguir caminando en silencio hasta la cafetería. Al entrar al lugar, sentí muchos ojos cayendo sobre mí y sobre Nicolás. Escuché algunos susurros entre los alumnos que estaban sentados en las mesas como: <<está muy guapo ¿por qué anda con Lucy?>> <<dicen que irá con Theo después, ¿Qué crees que le dirá?>> Entre otros comentarios.
Metanse en sus asuntos, ¿Qué les importa mi vida? Lo de Theo, lo de Nicolás, no les incumbe..
-idiotas. -murmuré y me volteé hacia Nicolás. -¿vas a seguirme o te perderás?
-Me perderé un rato, vendré antes que toque el timbre y más te vale que estés en alguna mesa para localizarte. -dijo y me apuntó con su dedo índice. Tomé su dedo con mi mano y le bajé el brazo.
-En primer lugar, no me señales y en segundo, nadie me dice qué hacer, intentaré estar aquí. -dije y me retiré hacia una mesa. A los pocos minutos de sentarme, Tere apareció a mi lado con una bandeja con una hamburguesa y papas.
-¿lista para ver a Theo? -me preguntó de inmediato.
-eso creo, espero que no se me declare, me daría mucha pena rechazarlo.
-Lucy, te lo he dicho y repetido mil veces, deberías darle una oportunidad, pueda que sea tu príncipe azul o algo, yo qué sé. -y aquí venía ella con lo mismo. No quería nada con él ni con nadie, estaba tratando de concentrarme en mis estudios para mi beca en Nueva York; apenas y si me concentraba ahora, con un novio o algo parecido, sería más difícil.
-no, te lo he dicho y te lo vuelvo a repetir, no es mi tipo, no me gusta y no quiero nada con él ni nadie, simplemente quiero amistades ahora. -dije y rodé los ojos.
-¡pero si está loquito por ti! -chilló haciendo puchero.
-si lo está, pues esperará a que seamos mayores de edad, porque no quiero nada. -recalqué la última palabra mientras le robaba una papa frita a Tere.
-Nunca has querido nada. -se cruzó de brazos mientras hacía un pequeño berrinche. Esta chica por más que la amara, a veces me irritaba con su insistencia.
-no, ni lo querré hasta estar en la universidad.
-eso dices ahora. -murmuró, pero la ignoré. Por lo menos me sentía menos nerviosa, pero no quería ir a verlo, no sabía lo que me esperaba y me daba miedo el resultado. -creo que deberías irte ya, ayer lo evitaste todo el día, no lo hagas sufrir más. -me dijo moviendo mi hombro. Tomé aire lo más que pude y lo solté tratando de calmar mis nervios. -si quieres te acompaño hasta la entrada del gimnasio.
-no, mejor quédate, tengo que hacer esto sola. -Me levanté y me encaminé hacia el gimnasio. Estaba completamente confiada de que todo iba a salir bien. Si se me declaraba, iba a ser sutil, si no, mejor para mí. En cuanto vi a Theo sentado en las gradas, di media vuelta para volver a la cafetería. Creo que no era el momento.