Lucy
Y como predije, así fue. La profesora no asistió por un "problema personal" y faltaría hoy y posiblemente mañana también. Así que por esta clase, el director dijo que nos podíamos retirar después de pasar lista. Yo fui una de las primeras en irse hacia los vestidores a cambiarme esta horrorosa ropa de deporte. Le llamaré a Derek para avisarle que me iré con Tere. La esperaré fuera de su salón, pero quizás sentada en el suelo o tal vez iría a la biblioteca por el resto de la hora hasta la salida.
Me decidí por la segunda opción, no quería estar los próximos veinticinco minutos tirada en el suelo del pasillo. Al terminar de vestirme, tomé mis cosas y me fui a la biblioteca a buscar algo interesante que hacer.
Llegué y me senté en una de las mesas y en vez de llamar a mi hermano, solo le mandé un mensaje avisándole lo del spa. Tomé mis audífonos y los conecté a mi celular para escuchar música mientras hacía mis tareas. Aprovecharé éstos minutos para hacer algo productivo.
Luego de unas cuantas canciones, terminé lo que tenía que hacer. Fue más rápido de lo que pensaba, tan solo habían pasado quince minutos. Me sentía orgullosa de mí misma. Ahora solo hacía falta estudiar un poco de matemáticas, pero mejor haría eso en casa.
Tomé mi celular y empecé a revisar mis redes sociales. Nada interesante, solo diez me gustas en mi última publicación de Instagram y algunas fotos de artistas que seguían estando en conciertos o mostrando sus lujosas vidas. Al cerrar sesión de mi cuenta, levanté mi mirada encontrándome con Nicolás apoyado sobre mi mesa observándome algo acosadoramente.
-¿tú de dónde saliste? -dije asustada mientras bloqueaba mi celular. No me había dado cuenta de que estaba ahí.
-pues salí de mi madre. -dijo y rio. Rodé los ojos. Él y sus bromitas.
-hablo que desde hace cuánto estás ahí.
-solo unos segundos.
-¿Por qué donde sea que yo vaya, apareces ahí? -lo fulminé con la mirada y retiré mis audífonos para guardarlos en mi mochila.
-casualidad. -dijo aunque fue más una pregunta que una afirmación.
-deja de seguirme, me siento acosada. -dije y vi como tomaba asiento en la silla que tenía enfrente.
-no te sigo, simplemente tenemos las mismas clases al mismo tiempo y esto de la biblioteca sí que fue pura casualidad, la verdad es que pensé que ya no estabas más en el colegio. Quizás que te habías ido a tu casa o algo. -se encogió de hombros. La señora de la biblioteca nos cayó con un suave "shh".
-pues yo me siento acosada. -le susurré y empecé a tomar mis cosas dispuesta a irme de ahí para ir a dar una vuelta o algo. Al hacerlo, me dirigí a la puerta y pensé que él se quedaría sentado o que tendría algo más importante que hacer que acosarme, pero no, me siguió hasta el pasillo y empezó a caminar a mi lado.
-¿Aún estás molesta por lo que pasó hace unos minutos? -preguntó y rodé los ojos.
-no.
-pues eso parece.
-Cállate y ve a meterte en tus asuntos. -doblé en la esquina.
-Deja de tirarme tu odio.
-no te odio. -lo volteé a ver unos segundos. Éste aceleró el paso y se colocó frente a mí bloqueándome el paso.
-Lucy, deja de descargar tu ira en mí... simplemente quiero aunque sea alguien para convivir el resto del año escolar y me la pones algo difícil, solo quiero que seamos amigos. -arqueé una ceja y suspiré.
-está bien, pero con una condición... más bien varias.
-las que tú quieras.
-uno: deja de hacer bromitas porque no son efectivas para mejorar mi día de ninguna manera. Dos: busca más amigos, no me quiero sentir ahogada y tres: no te metas con mi mejor amiga.
-está bien, cumpliré con tus condiciones si así no me odias.
-que no te odio, ya te lo dije.
-Es que contigo nunca se sabe. -se encogió de hombros. Yo reí ligeramente, era un bobo gracioso cuando le convenía.
-Tienes razón, puede que te esté odiando y ya te haya matado tres veces en mi cabeza y luego haga como que me agradas.
-Vez de lo que hablo. -me señaló con ambas manos. Yo reí mientras cruzaba mis brazos, esta vez no los crucé enojada. En eso el timbre sonó. Tenía que ir al salón de Tere.
-nos vemos mañana. -palmeé su hombro amistosamente, pero con algo de fuerza y me fui de ahí sin agregar nada más
***
-sigue siendo un estúpido. -concluyó Tere después de contarme algo de Eric (su ex). No sabía por qué me lo contaba porque en realidad me importaba un pepino lo que pasara con ese tarado que engañó a Tere. Pero solo escuchaba a mi mejor amiga. No tenía otra opción. -bueno, dejándolo de lado, ¿ya pensaste lo de Theo?
-ya te lo dije, le diré que no mañana en la mañana y no me harás cambiar de opinión. -dije mientras entraba al spa después de hacer unas compras alrededor del centro comercial.
-¿Por qué eres tan cruel? -hizo puchero.
-no soy cruel, solo, no quiero lastimarlo, de hecho ni siquiera debí decirle aquello, debí haberlo rechazado directamente.
-lo lastimarás si lo dejas en la friendzone. -dijo y me fulminó con la mirada. Yo solo me reí por su gesto.
-Al menos no le estoy mintiendo de todo, porque realmente sí lo consideré, pero la realidad es que, no estoy capacitada para esto de las citas y los noviazgos. Además, mis hermanos lo matarían con sus propias manos, si no, ya sabes que aún tienen contactos en el colegio que pueden hacerlo. Le estoy evitando problemas también.
Ella soltó aire.
-bueno, ahí tienes un punto, pero es que de verdad ¿no piensas algún día tener pareja?
-soy anti-romances. Lo sabes.
-Algún día tienes que cambiar de opinión. No quiero que mueras sola. Nuestros hijos tienen que ser mejores amigos.
-Volvamos a discutir esto en un par de años, ¿sí?
-Bienvenidas señoritas ¿Qué desean? -dijo una chica tras el mostrador del spa al que entramos. Era muy bonita; piel morena, ojos café oscuro y muchas trenzas en el cabello, como las que hacen en la playa. Muy exótica.