Tere
Ya era viernes, había llegado el día del partido. Aún estaba muy preocupada por la rutina de las porristas. No la habíamos perfeccionado al cien y no quería ir a hacer el ridículo frente a todo el instituto luego de haberme ganado mi buena reputación como capitana. Tuve suerte de que hoy a las chicas del equipo nos permitiera perder la última hora de clase para ensayar hasta en la tarde. Este partido era muy importante y todo debía salir perfecto.
Por el momento solo debía preocuparme por mis problemas personales y soportar a mi mejor amiga. Lucy hoy andaba muy feliz gracias a que ayer le ganó a Nicolás en la apuesta que hicieron. Me alegraba por ella y agradecía que haya ganado porque sino, estuviera odiando a todo mundo mucho más de lo que ya lo hacía actualmente.
Llegué a la cafetería para almorzar, hoy tenía mucha hambre, se me antojaba un pedazo grande de pizza, pero debía comer ligero para no sentirme mal a la hora del partido. Un sándwich de lechuga y tomate bastaría. Busqué a Lucy a ver si la encontraba en una mesa, pero no había llegado aún, así que me senté en la mesa de siempre, que estaba vacía. Degusté mi comida unos instantes mientras veía mi celular para distraerme. Levanté la mirada en cuanto sentí una presencia a mi lado. Por un instante pensé que sería Lucy, sin embargo, terminó siendo su hermano mayor.
-Hola. -me saludó tomando asiento. -¿emocionada por el partido de hoy?
-¿un poco y tú?
-Mucho, será un buen partido. Si pasamos, iremos a las nacionales.
-¡cierto! Casi lo había olvidado. Si ganan nosotras también iremos a animarlos allá. -chillé con emoción. -Estar tan preocupada con las rutinas, me ha dejado la cabeza en otra parte.
-Con los ánimos que ustedes nos dan, seguro ganaremos y no te preocupes, seguro les saldrá bien como siempre. -me sonrió mientras tomaba ligeramente la punta de mi barbilla con su mano. Inmediatamente la aparté riendo por su halago y aparté un mechón de mi rostro poniéndolo tras mi oreja.
-Deja de acosar a mi mejor amiga y esfúmate, Tomás. -escuché la voz de Lucy seguido por verla sentarse a mi lado. Justo en medio de ambos.
-no la estoy acosando, solo me senté a hablar mientras tú no estabas. -se excusó.
-gracias por suplantarme unos segundos, pero ya llegué, así que shu. -con un ademán de manos, le indicó que se retirara. Reí por eso.
-ya que. Nos vemos más tarde. -nos avisó levantándose de la mesa. Acomodó su mochila en el hombro y se retiró.
-¿Tú que tienes con mi hermano? -me preguntó fulminándome con la mirada.
-¿Por qué yo tendría algo con tu hermano? -fruncí el ceño.
-Es que últimamente te dejo sola solo un momento y cuando regreso, ahí está ese bicho muerto. -gruñó viendo hacia la dirección en la que su hermano se dirigió.
-él es el que aparece, no yo y además ¿Qué tiene de malo? Siempre hemos sido amigos.
-No es por eso. -suspiró relajando los músculos de los hombros. -es solo un idiota. -bufó y comió de sus papas fritas. Relamí mis labios admirando su comida. Ella pidió una hamburguesa. Se me hacía agua la boca. Sí que quería una de esas, pero debía resistirme a la tentación. Después del partido podría comerme todas las que quisiera.
-¿vendrás al partido hoy? -le pregunté robándole una papa, no me pude resistir.
-No sé, creo que solo me iré a tu casa a esperarte llegar. -dijo y se encogió de hombros.
-Eres una aburrida, además, habrá una fiesta si ganamos y posiblemente llegue tarde. -le supliqué. No quería que se quedara sola y aburrida en mi casa. Hoy era la pijamada y se supondría que deberíamos irnos juntas.
-ya lo sé, pero solo te iría a ver a ti, el básquet no es lo mío. La verdad que es muy aburrido. -dijo y la fulminé con la mirada. Suspiré, con esa actitud no podría convencerla de ir.
-ya que, ahí te cuento como Tomás y Nicolás jugaron como co-capitanes. -dije sin tomarle mucha importancia. Seguí comiendo mi sándwich.
-espera ¿Qué? -preguntó sorprendida.
-¿no sabías? Ayer los nombraron co-capitanes porque a Cody le surgió algo y está fuera del país y ya que el entrenador no pudo decidir quién lo cubriría, los eligió a ambos. -le expliqué doblando la envoltura en donde estaba mi sándwich.
-¿sabes qué? Iré y así me burlaré de Nicolás cuando esté en mitad de tiempo. -Rio maliciosamente y rodé los ojos. Para mí que a Lucy al menos le atraía algo de ese chico. No sé qué es, pero sé que lo hace.
***
Empecé con mis estiramientos para no torcerme nada a la hora de la presentación. Ya faltaban pocos minutos para que el partido comenzara. Los del equipo contrario estaban ya listos y el lugar repleto de estudiantes y cada vez me encontraba más nerviosa. Me senté en una banca a amarrarme bien los zapatos. No quería tropezar y hacer el ridículo.
Alguien se sentó a mi lado. Cuando me levanté vi que era Lucy. Por un momento pensé que iba a ser Tomás ya que últimamente aparecía a mi lado de la nada para hacerme reír un rato o hablarme solamente. Ayer se quedó hasta después de clases a esperar a que terminara las prácticas para acompañarme a casa ya que me tenía que ir caminando. De paso me invitó a un helado en una tienda que quedaba de camino a mi casa.
Es un chico muy dulce y sí, sabía que le gustaba ya que Lucy me lo dijo, además que se le notaba, pero no sé. Sería muy raro salir con él ya que es como un hermano para mí. Lo conocía desde muy pequeña y sería extraño.
-Ya quiero que empiece el partido. -dijo mi mejor amiga emocionada.
-¿no era que el básquet te aburría? -le pregunté burlonamente. A veces hasta ella sola se contradecía.
-sí, pero es que todo está aburrido y quiero ver acción o algo interesante. -bufó cambiando su actitud de un momento a otro. Estaba mintiendo, sí que estaba emocionada por ver a Nicolás.