Vida Entre Chicos (sc Libro# 1)

20. ¡Cerveza al agua!

Derek

Vi a mi hermano menor irse junto al chico desconocido. Él lucía medio friki, justo como alguien que sería amigo de Alex. Nunca lo había visto, quería saber de dónde había salido, ya saben, conocer amigos de mis hermanos, pero Alex como el chico misterioso que era, simplemente se lo llevó sin darme tiempo de preguntarle algo. Se notaba molesto por alguna razón, el tono de voz que utilizó lo delataba. Luego le preguntaría qué sucedió. Aunque no pareciera, tenía responsabilidades de hermano mayor y era lógico que me preocupara por él.

Después de ver el raro comportamiento de Alex, mi celular sonó. Revisé la llamada y vi que era de Fred, un amigo mío que conocía a Tomás desde siempre. No dudó en venir desde los Ángeles para su fiesta dieciocho. De seguro ya había llegado y estaba afuera. Contesté de inmediato.

-¡Fred! ¿Qué tal?

-Bien, acabo de llegar a tu casa y el guardia de la entrada no me deja pasar ¿crees que puedes venir y echarme una manita?

-Claro, voy de inmediato. -dije y colgué. Caminé hasta la entrada que permitía la entrada directa hacia el patio trasero. Ahí estaba Johny, el primo de alguien, quien se ofreció a hacerle de guardia para que esta fiesta no se saliera de control.

-Al fin llega alguien de la familia. Este chico dice ser amigo, pero no está en la lista. -me avisó

-tranquilo, si es mi amigo, déjalo pasar. -le indiqué y este obedeció casi de inmediato. Se detuvo justo cuando una chica intentó pasar a su lado.

-oh, lo siento, ella es Debi, mi prima. Vino de visita a Los Ángeles desde Honduras y cuando le dije que venía a San José, dijo que quería conocer el lugar ¿te molesta que la haya traído? -me preguntó Fred de inmediato.

Me quedé unos segundos observando a la chica. Cabello largo, cara redonda, altura media, piel pálida, gafas y frenos. A pesar de eso, se veía muy atractiva a simple vista. Vestía bastante bien, su estilo me transmitía buenas vibras.

-no tranquilo, todo está bien. Un gusto, Debi. -le extendí la mano a la chica y esta la tomó.

-El gusto es mío y feliz cumpleaños. -me dijo y me reí inmediatamente.

-no, no, yo no soy el del cumpleaños, es mi hermano Tomás. -dije y ésta algo apenada, soltó una risa y cubrió su boca con una mano.

-perdona, me confundí.

-No hay problema, déjalos pasar Johny. -le pedí y éste hizo su trabajo. Con mucho gusto los acompañé por el patio.
 

Con mucho gusto los acompañé por el patioLucy

 

Lucy

-eres un idiota. -reí junto a Nicolás. Habíamos estado hablando todo el rato hasta que empezamos a burlarnos de la gente. Él comenzó a crear posibles conversaciones de las personas que estaban presentes. Aunque según él estaba leyendo los labios. No podía parar de reír por las estupideces que decía.

-ay vamos ¿sí o no parecía haber dicho eso? -dijo y rió junto a mí.

-¿de qué tanto ríen ustedes dos? -preguntó Tere sentándose a mi lado en la última silla vacía. Hace rato no la veía.

-Solo nos estábamos burlando de la gente. -Con mucho cuidado, limpié las lágrimas que se me habían salido. No quería regarme el maquillaje.

-pues al parecer se estaban divirtiendo sin mí. -se quejó indignada.

-¿se dieron cuenta que parece que vienen de una fiesta navideña? -preguntó Nicolás viendo nuestros atuendos. Fruncí el ceño y vi que tenía razón. Tere y yo veníamos de rojo y verde, solo nos hacían falta los gorritos navideños.

-No me había dado cuenta.

-ves, siempre tengo la razón. -se encogió de hombros y bebió de su vaso. Habíamos ido a la mesa de golosinas unas tres veces desde que llegamos y aun así seguíamos comiendo dulces y bebiendo soda. No sé cómo no hemos acabado la mesa completa.

Rodé los ojos y volteé hacia Tere.

-¿qué hacías tanto? Llegamos hace rato y desapareciste cuando fuiste a hablar con Tomás. -le pregunté fulminándola con la mirada.

-Me quedé hablando con él y sus amigos. Me entretuve un rato y... Me olvidé de ti unos segundos, pero luego te vi aquí con Nicolás y pensé que estabas bien y me quedé otro poco. -explicó y se encogió de hombros. Dejé de verla mal y no le seguí tomando importancia al asunto después de eso.

Vi a lo lejos a Derek acercarse desde la entrada, hasta nosotros acompañado por otras dos personas. Un chico y una chica. En cuanto los visualicé bien, nada más pude identificar a Fred, el mejor amigo de mi hermano y futuro director de cine.

Fred ha sido amigo de Derek desde hace mucho. Su familia es inmigrante latina, así que recuerdo que le costaba mucho comunicarse con nosotros en inglés. Sin embargo, corrió con la suerte de que nuestros padres, desde muy pequeños, nos han tenido en constantes cursos de español. Derek fue prácticamente su primer amigo en gringolandia, como él suele llamarnos, y le enseñó lo que ahora sabe de inglés. Por esa razón, han sido muy cercanos, tanto que lo consideramos parte de la familia.

Hasta podría ser el hijo adoptivo de mis padres ya que él perdió a su padre hace unos años y su madre fue deportada y todavía no logra regresar. Gracias a eso, lo solemos invitar a festividades familiares cuando no puede viajar a su país natal.

Actualmente vive en los Ángeles, estudiando su primer año de cine y teatro, lo cual me parece increíble y me sorprende verlo de nuevo en casa.




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