Lucy
-¿Lucy? -escuché una voz a mis espaldas. No era Tere, era una voz masculina. No era de Tomás, ni de ningún conocido. Giré la cabeza para averiguar de quién se trataba.
Me arrepentí en el segundo que vi esos ojos.
Chase.
No podía hablar, me quedé inmóvil y muda. Lo único que quería hacer era salir corriendo. Maldita sea. ¿Por qué me ponía así? Era solo él... un chico. No le temía a los chicos, la única diferencia de él con los demás era que era mi ex mejor amigo, mi ex crush y... no mi primer beso, no lo fue, pero sí, esa era la única diferencia.
También me faltaba agregar el hecho de que esconde algo, pero eso ya es aparte.
-No puedo creer que eres tú. -dijo con una gran sonrisa a la vez que me abrazaba y me levantaba ligeramente del suelo. Ahí fue cuando por fin reaccioné y salí un poco de mi trance. No pude devolverle el abrazo, simplemente mis brazos no me respondieron.
>>Ayer no te vi en todo el día y eres la persona que más ansiaba ver. -dijo y finalmente soltó su apretón para bajarme al suelo. -¿Lucy? -frunció el ceño al no verme mover.
-yo...
-¿que no querías verme también?
-Es que... yo... bueno... no... no sé.
-¿cómo que no sabes? Hola... llevamos sin vernos más de tres años... ¿no recuerdas lo que pasó... en el aeropuerto? -dijo con un tono de voz suave y mostró un semblante un tanto decepcionado.
-perdona... Lucy y yo debemos ir a clase. -dijo Nicolás detrás de mí. Con la aparición de Chase, había olvidado por completo que estaba ahí.
Agh, no puedo creer que presenció todo el espectáculo que armé. Fue demasiado vergonzoso.
-oye... -antes que Chase terminara su oración, Nicolás tomó mi muñeca y me llevó lo más lejos posible de ahí. Yo aún estaba un poco aturdida... un poco... o tal vez mucho. Ahora mismo no me importaba que se burlara de mí. Agradezco que me sacó de esa vergonzosa situación. Aunque... me preguntaba si Tere lo había visto... se había quedado en su casillero. Por suerte nos tocaba clase juntas, allí podría hablarle.
-¿Estás bien? ¿Ya saliste de tu trance? -me preguntó Nicolás en cuanto llegamos a las puertas que llevan a la cafetería, las cuales estaban muy lejos de Chase.
-No lo sé... me tomó por sorpresa... no supe cómo reaccionar. -dije un poco más tranquila. -No venía preparada para esto.
-no se nota. -murmuró, pero le entendí claramente... no quise responderle nada. -oye, tranquila, te dije que te iba a ayudar, pero debes de cooperar, no siempre podré estar ahí. Además, no eres de las que depende de los demás. -dijo y tomó mis hombros para verme fijamente. Vi sus ojos, parecían estar más brillantes de lo usual. Por alguna razón me transmitían bastante tranquilidad, eso me apaciguó bastante.
-Tienes razón... debo afrontarlo... de nuevo.
-ves, así se hace. -soltando mis hombros, comenzó a caminar. -vamos a clase, espero y hayas hecho la tarea.
***
Llegó la hora del receso. No me había topado con Chase en ningún momento. Pero según Tere, la clase que a él le tocaba antes del receso era química, la cual estaba bastante lejos, así que tardaría un rato en aparecer por acá. Estaba intentando controlar mis nervios, parecía estar funcionando, pero aun así parte de mí quería gritar angustiada.
-Aun no entiendo tu nerviosismo. -dijo Tere viéndome con una ceja alzada.
-pasaron... muchas cosas, luego te cuento. -dije y ella rodó los ojos. Quería vengarme después de todas las veces que me roció la cara, así que tomé mi botella, me mojé la mano y luego le lancé gotas de agua a su cara, las cuales le hicieron cerrar los ojos.
-conseguí las últimas malteadas. -dijo Nicolás llegando a la mesa. -Esos tipos son unos salvajes... o sea, son solo malteadas. -dijo y sacudió su cabeza antes de darnos a cada una, una malteada. De fresa para Tere y vainilla para mí.
Lo fulminé con la mirada
-La de chocolate era para mí.
-Oye, alguien me rasguño, me la merezco. -dijo y me mostró un claro, pero ligero rasguño en su brazo derecho. Quise rodar los ojos, pero me abstuve a hacerlo y me limité a bufar.
Llevé mi mirada hacia la entrada de la cafetería por un momento, temía que apareciera, de verdad, yo nunca era así y por alguna razón con él todo en mi cabeza quedaba patas arriba. Pero hoy iba a confrontarlo, era la meta del día. Si no lo confrontaba, no iba a saber si aún sentía algo por él (lo cual espero que no sea así).
Finalmente después de un rato estando sumamente ansiosa, entró por esas puertas, con varias personas a su alrededor y entré en pánico.
-creo que... la que más necesita chocolate serás tú. -dijo Nicolás cambiando mi malteada con la suya. No le presté atención, simplemente me quedé viendo a Chase y fue mala idea... él me vio e hicimos contacto visual lo que provocó que se despidiera de su grupo para acercarse.
Bajé la cabeza, quería huir, pero sentí un ligero apretón en mi mano izquierda, la cual mantenía sobre la mesa. Era Nicolás, me volteé a verlo mover la boca, leí en sus labios un "recuerda lo que hablamos". Asentí y éste soltó mi mano. Vi nuevamente a Chase quien ya venía en dirección a nuestra mesa. No sabía si levantarme y esperarlo o solo quedarme sentada.
-Hola Chase. -dijo Tere a mi lado. Estaba algo decaída. Me preguntaba si era por algo que pasó ayer. En la mañana estaba un poco más activa, pero ahora era más notable su desánimo.
-Hola, al fin puedo encontrarlas juntas. -dijo y disimuladamente me observó a los ojos.
-sí... Justo ayer habíamos discutido, pero ya arreglamos nuestras diferencias. -dijo Tere por mí. Sentí un leve codazo de su parte, pero yo aún no sabía qué decir.
-Me alegro por eso. -dijo y finalmente observó a Nicolás a mi lado. -este... ¿cómo te llamabas?