Vida Entre Chicos (sc Libro# 1)

58. Escándalo

Nicolás

Observar nuevamente a Lucy sonreír me reconfortaba de gran manera. Cuando me enteré de lo que pasó el viernes... simplemente me quedé helado. Vi el video y las millones de fotos que le tomaron ese día. En el titular del periódico estudiantil era la noticia principal. Me volví loco, algo me hizo enfurecer, no podía creer que ese maldito la haya humillado así, aunque al menos no se salió con la suya del todo ya que se llevó un buen golpe. Eso también pudo haber sido parte de la noticia, habría sido más interesante no obstante, la gente ignoró esa acción y solo se centró en el hecho que alguien por primera vez en la historia de este colegio habían besado a Lucy Roberts.

Según todos es la chica de piedra, la que no sale con nadie y que siempre es celada por sus hermanos. Hasta incluso se rumoreaba que es lesbiana o algo así, pero claramente eso no se mencionó en el artículo escolar sin embargo, sí escuché eso un par de veces entre los estudiantes. Me molesta muchísimo que hablasen de ella como si ellos supieran o impusieran algo en su vida. No tienen derecho a opinar de nada al respecto cuando ni siquiera le dirigen la palabra.

Durante el fin de semana estuve muy ansioso. Tenía muchas ganas de llamarle y preguntarle cómo se encontraba, no obstante, sabía que necesitaba tiempo a solas, procesar las cosas. Aunque, eso no evitó que Tere me informara acerca de su estado el sábado por la noche. Me tranquilizó saber que estaba bien, pero se notaba que de alguna manera le afectó aquello. Incluso, hoy lo noté en cuanto la vi, algo muy inusual fue que no parecía molestarle la acción de Chase, sino, las consecuencias que eso había causado. Al menos, ahora logré alegrarla un poco. No molesté como de costumbre para darle su espacio y eso pareció agradarle mucho. Hasta lucía más bonita estando de buen humor.

-Ya prometió no hacer nada a menos que se lo pidas ¿no Tomy? -dijo Tere. No había notado su presencia por estar evitando que Lucy me toqueteara la cara. Tenía una manía en tocarme los hoyuelos, lo cual para mí es muy molesto, invadía mi espacio personal, aunque parecía divertirse, pero no era agradable.

-sí. -respondió éste soltando un bufido. -aunque no prometo nada si se te llega a acercar. -Lucy rodó los ojos y luego nos vio a mí y a Tere con signos de alarma. Sí, supongo que supuso que la rociaremos, pero decidimos dejar eso al menos por esta semana. Es lo más conveniente para nosotros y para su bien.

-Mejor vamos a comer, además necesito hablar con ustedes. -dijo Lucy observándonos severamente. Nadie comentó nada, pero ella sabía que estábamos de acuerdo con escucharla.

Caminé a su lado pendiente de nuestro alrededor y claramente las personas de alguna manera se sentían gravemente intimidados ante su presencia y su cara de póker.

Tal vez no dominaba el colegio, pero imponía superioridad sobre los demás. Admiraba eso, una mujer que demostraba poder, que no le temía a nada, confiada que no se deja humillar y con el don de mandar. Muy admirable.

Llegamos a la cafetería, Tomás y yo nos encargamos de comprar los desayunos sin quitarles el ojo a Lucy y Tere que se encontraban buscando asiento. No había señales de Chase en ninguna parte aún, pero no tardaría en aparecer y armar un escándalo por completo. Ambos elegimos todo rápido, pagamos y nos acercamos a la mesa con las chicas y darles su desayuno. Ellas nos agradecieron y empezamos a comer en silencio. El único ruido era el sonido de las voces de los demás estudiantes a nuestro alrededor. Alex también apareció y esto ya parecía una reunión familiar en donde yo ya estaba algo extra, sin embargo a Lucy no le importaba, quería incluirme en sus planes y yo me encontraba dispuesto a hacer lo que me pidiera.

La vi tomar el último sorbo de su yogurt, parecía dispuesta a hablar finalmente. Noté la mancha de esta bebida en la comisura de sus labios. Llamé su atención y le avisé de aquello con un gesto con las manos, más pareció no comprender lo que le quería decir y tuve que agarrar una servilleta y limpiarla yo mismo. No era mucho, así que el contacto fue mínimo. Ella me sonrió apretando la boca y luego llamó a los demás para que la escucharan.

-como saben, el estúpido logró cometer su acto y humillarme en frente de todos. Desde entonces ha firmado su propia sentencia de muerte. -dijo apretando el gesto.

-Solo para aclarar, no es enserio lo de la muerte ¿o sí? -preguntó Alex un tanto dudoso. -porque te veo capaz de hacer algo parecido.

-Quisiera decir que sí, pero no quiero terminar encarcelada. Yo lo que haré es darle la vuelta a la tortilla y demostrarle quién es la que manda. -respondió Lucy colocando su dedo índice sobre la mesa de manera autoritaria.

-¿Qué tienes en mente? -inquirió Tomás entrelazando sus dedos sobre la mesa.

-estaba pensando en solo gastarle una broma pesada como dejarlo desnudo en los pasillos del colegio, pero lo analicé y tengo algo un poco más macabro en mente. -sonrío de lado.

Era una sonrisa un tanto cínica aun así, me agradaba. Quería escuchar lo que tenía pensado porque sinceramente ese tipo se merecía recibir un buen castigo. Sufrir un rato y quedar en ridículo era lo que necesitaba y lo que Lucy quisiera hacer, sin importar qué, lo haría con tal de ayudarla.

Después de escuchar el plan de Lucy, todos quedamos en acuerdo de confidencialidad. Nada de lo que se habló iba a ser mencionado de nuevo a menos que fuera necesario.

El receso aún no acababa, todavía restaban un par de minutos. Hubiese preferido irme a clases desde ahora, porque lo que sucedió después de terminar de hablar, simplemente incrementó mi odio hacia aquel tipo rubio. Apareció por las puertas del pasillo solamente acompañado con dos chicos más y en cuanto se acercaron a la mesa de los "populares", que se ubicaba a un par de metros de la nuestra, todos empezaron a aplaudirle. Él rio con arrogancia, pero los hizo callar luego de unos segundos. Sabía por qué le aplaudieron, es demasiado evidente. De inmediato me fijé en Lucy, apretaba los puños con fuerza, sus ojos se oscurecieron y su mandíbula se tensó. Tomás estaba casi de la misma manera, Tere observaba seria la otra mesa al igual que Alex. Esos tipos no podían ser más obvios hoy.




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