Vida Entre Chicos (sc Libro# 1)

60. Planes pospuestos

Lucy

Para reducir el cuento, solo diré que han sido los peores tres días de mi vida. Me he tenido que juntar con los populares y permanecer con Chase como si en verdad me interesa estar a su lado. Tres días y ya todo el mundo sabe que yo misma pedí al rubio que saliéramos a una "cita" e incluso sabían cuándo y a qué hora sería. Era más que seguro que él mismo les había informado a los demás sobre eso y éstos repartieron la información por todo el colegio.

Al menos la gente se lo empezaba a creer de a poco, además incluyendo mi increíble actuación caminando en los pasillos junto a Chase lo hacían ver más creíble. En serio, las personas eran muy ingenuas, por esa razón es que suelo rechazar a muchos chicos porque pueden que sean como yo, aparento quererlo y en el fondo es todo lo contrario. Doble cara, así son casi todos. Ahora, entendía esto de la farándula cuando por publicidad crean polémica y ésta solo para llamar la atención, es muy fácil aparentar y cuando la verdad sale a la luz, te das cuenta de lo idiota que fuiste al creerles.

En este mundo todos somos víctimas de mentiras y engaños tan siquiera una vez en la vida. Esta vez Chase era mi víctima. Aunque, bueno, en realidad, todo el colegio se encontraba enredado en la red de mentiras que creé. Esto no estaba bien, eso perfectamente lo sé sin embargo, las consecuencias después eran lo que menos me preocupaban. Llegar a mi objetivo es la cuestión aquí y nadie ni nada me impediría lograrlo.

-Lucy, creo que estás llevando esto demasiado lejos. -pronunció Nicolás recostado sobre el casillero al lado mío. Metí el último cuaderno en mi mochila y me volteé hacia él.

-Ni siquiera he llegado a la parte mejor del plan. -dije cerrando mi casillero de un portazo para luego asegurarme que estuviera bien cerrado.

-ya lo sé, pero considero que ya es mucho con todo los rumores que has creado en los estudiantes.

-sí, tal vez en eso se me fue las manos, pero no es mi culpa por si no sabías. Yo solo me acerqué a Chase y la gente comenzó a hablar. -rodé los ojos y me crucé de brazos también. Me fijé a nuestro alrededor y no se encontraba casi nadie, aún era temprano y ni siquiera Tere ha llegado.

Él soltó un bufido mientras llevaba sus manos hacia los bolsillos de su chaqueta de básquetbol.

-en realidad hiciste más que solo acercarte. Eso no era parte del plan. -dijo con molestia.

-claro que sí, les dije claramente que lo que quería hacer era hacerle creer que estaba de su lado.

-Pero eso no implicaba que le hicieras creer al mundo entero que son una pareja en proceso.

-a ver, ¿tú por qué de la nada estás molesto? -repliqué con el rostro más serio que de costumbre.

-¿sabes qué? Olvídalo, te veo en clase. -rodando los ojos pasó por mi lado para comenzar a caminar por el pasillo. Vi a Tere llegar, le lancé una mirada y le hice un gesto de que la veía luego y me fui tras el pelinegro.

-¡Nicolás! -exclamé su nombre pero no detuvo su paso. Aceleré un poco logrando alcanzarlo y colocarme frente a él y así finalmente hacerlo parar.

-Lucy, deja, te dije que lo olvidaras.

-solo dime qué te pasa. Pareces mujer con menopausia. -me quejé observándolo fijamente. Sus ojos de zafiro estaban un tanto apagados, se encontraba serio lo cual era muy extraño porque él casi siempre está de buen humor.

-Solo me preocupa que esto se salga de control. -dijo en casi un murmullo.

-si se sale de control va a ser mi problema, pero por ahora va bien el plan y la segunda fase es la "cita" hoy en la tarde. -dije tratando de sonar calmada. Ni siquiera Tomás está tan preocupado y eso que es él quien siempre presenciaba absolutamente todo lo que pasaba con Chase,

Había algo más, de eso estaba segura.

-no es eso ¿verdad? No te preocupa lo que pase con Chase, hay algo más. -dije intentando hacer que me viese, pero él seguía con la mirada perdida en el suelo muy pensativo. -Nicolás. -lo llamé y parecía no escucharme. -Nico, mírame y dime qué te pasa. -demandé logrando hacerlo levantar el rostro. Sus ojos estaban brillosos, apretaba los labios mientras los fruncía hacia abajo y sentí que algo se removió dentro de mí.

No supe qué decir, jamás lo había visto así. Es como si un nuevo Nicolás hubiera surgido, uno sensible, débil, uno que debía ser protegido. Por un segundo me quedé inerte sin saber qué hacer, pero pude reaccionar e hice lo que él necesitaba, un abrazo.

Rodeé sus hombros con mis brazos y dejé que apoyara su rostro en el hueco de mi cuello. Sentí sus brazos rodearme la cintura y darme un apretón. Escuché un leve sollozo de su parte, fue casi inaudible. Su cálido aliento me rozó el cuello y su pecho se oprimió. Aquello de alguna forma me afectó por dentro, como si algo se rajara en mi interior haciéndome sentirme de una manera similar a la suya. Le acaricié la espalda como consuelo, deseaba que se desahogue, pero él parece no querer hacerlo. No lo juzgo, yo estuve igual con lo de Chase. Me afecta, claro y aun así no quiero llorar más.

Recordé el lunes a la hora de receso cuando me volví loca y casi ataco a Chase. Estaba furiosa, sentí que miraba todo en rojo, como si fuera un toro y quisiera atacar a todo aquel que se acercase si evitaba que le hiciera daño al rubio. Él llegó y quise atacar, logró contenerme y llevarme lejos, lo cual fue lo mejor en ese momento. A cierto punto ya no lo quería golpear, solo tenía muchas ganas de llorar de la impotencia. Cuando finalmente me bajó y me tomó del rostro para verme fijamente, me tranquilizó ver algo que no estuviera en rojo, me transmitió demasiada tranquilidad, ya no sentía la necesidad de llorar, solo necesitaba un abrazo, quizá que hubiese sido por parte suya, no me habría negado pero, Tere fue quien tomó su lugar. Luego, me ayudó a sentirme con más ánimos después de saltarnos la clase. Su simple presencia me transmitía mucha calma.




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