Tomás
Hablar con los padres de Tere no fue tan difícil como pensaba. Tuvimos que citar a ambos en una cafetería a diferentes horas para evitar conflictos entre ellos. Claro, yo tampoco quisiera ver a mi ex esposa tan pronto cuando apenas nos acabamos de divorciar.
Hablamos primero con su papá y fue bastante difícil, se enojó claro, pero le aclaré cuánto amo a su hija y qué era lo que pensaba hacer con respecto al bebé lo cual es trabajar durante un año y si las cosas van bien, luego entrar a la Universidad. Mis hermanos también se habían ofrecido a ayudarme en cualquier cosa que necesitase y eso me ponía muy alegre ya que contaba con su apoyo. Tere de igual forma tenía planes de no ingresar hasta después del parto y conseguir algún trabajo desde casa para no dejar al bebé solo.
Al menos mi ahora suegro no me terminó ahorcando por embarazar a su primera y única hija. Porque tuvo la intención, no obstante Tere fue la que lo calmó.
Ambos estábamos dispuestos a hacer cualquier cosa pero, lo haremos juntos ya que no pienso dejarla sola en ningún momento. Fue nuestro error no habernos protegido lo suficiente, ahora es nuestra responsabilidad hacernos cargo de la criatura. Al final, su padre dijo que no dudaramos en pedirle ayuda si lo necesitamos aunque seguía bastante molesto, al menos conmigo porque me amenazó de muerte si algo malo le llegaba a pasar a su terroncito de azúcar.
Con su mamá, no le sorprendió mucho que fuera yo el papá, dijo que siempre pensó que algo iba a pasar entre nosotros en algún punto de nuestras vidas. Que aunque le preocupara que su hija fuese una adolescente todavía, al menos se había juntado con un buen chico que no la iba a dejar tirada como trapo.
Después de conversar con ambos, sentí que me quité un enorme peso de encima. Aunque, aún falta hablar con mis padres. No creo que se lo tomen tan bien como ellos, de mamá sé que no se va a alterar pero papá... no estoy seguro de qué podría pasar con él. Mis hermanos iban a estar cerca si había necesidad de intervenir porque tenía un mal presentimiento acerca de todo este asunto. Durante toda la semana que esperamos a que regresaran, estuve muy nervioso en clases y estando en casa. Se lo diremos en cuanto lleguen.
Quiero salir de esto, deseo enfrentarlos desde ya y luego seguir con mi vida. Solo faltan ellos para enterarse. No vamos a ocultarles nada ya que sí o sí se tendrán que enterar y quiero que sea por mi boca que saliera.
Tere y yo decidimos mantener el "secreto" solo entre la familia, ni en el colegio ni en ninguna otra parte tendrán que enterarse porque además de ser muy privado, no queremos escuchar nada de comentarios al respecto. Cuando nos graduemos, ella ya tendrá cinco meses aproximadamente, en ese punto, el vientre todavía no se ve de un todo así que esperamos que nadie lo note antes de la graduación.
-Todo saldrá bien. -dijo Tere acariciando mi mejilla.
-Es que no sé qué puede pasar, mis padres no son como los tuyos. -suspiré y la observé.
-lo sé pero, recuerda que todos nos apoyarán si algo sale mal.
Aun así, no puedo evitar estar nervioso.
-Yo también lo estoy, pero contrólate un poco ¿sí? -dijo y depositó un pequeño beso en mis labios. Sonreí y la besé de nuevo.
Necesito distraerme mientras mis padres aún no llegan. Aunque, ya habían aterrizado hace media hora y del aeropuerto a acá son cuarenta minutos, lo cual indica que no les falta demasiado.
-tortolitos ¿han visto a Lucy? -habló Rubén a nuestras espaldas. Nosotros nos encontrábamos en el sillón, giramos la cabeza y lo vimos en el pie de la escalera.
-salió aunque dijo que estaría aquí para cuando mamá y papá volvieran. -le respondí frunciendo el ceño.
-le llamaré. -dijo y sacó su celular, más pareció que no contestó. El sonido de un auto afuera hizo que una alarma se encendiera en mi cabeza. Ya estaban en casa. Lo confirmé cuando escuchamos la voz chillona de nuestra hermana gritar "papi" para luego ver cómo papá la traía cargada como bebé hasta la puerta principal.
-¿ahora me dejarás ir a traer mis maletas? -preguntó él dejando a Lucy en el suelo. Ella asintió y lo dejó irse de vuelta al auto.
Me sorprendió ver a Nicolás llegar también. Seguro llegó junto a Lucy hace un momento.
Después de un momento, todos los demás bajaron al poco tiempo y ni siquiera dejamos que subiera sus maletas para cuando nos encontrábamos ya reunidos en el salón con la mirada sobre ellos, lo cual les pareció muy extraño hasta que comenzamos a hablar.
-padres... hay algo de lo que quiero hablarles antes que nada. -comencé a decir mientras que mis manos empezaban a sudar.
-¿pasa algo, cariño? -preguntó mamá un tanto preocupada.
-pues... es algo complicado pero no se los voy a ocultar y bien si me apoyan o no, será su decisión no obstante quiero que estén enterados. -dije y tomé aire.
-¿Es algo malo o...?
-creo que depende de ustedes cómo se lo tomen. -habló Rubén y agradecí por aquello.
-Entonces ¿qué sucede? -habló papá confundido.
-Hace un tiempo... Tere y yo estamos... saliendo por así decirlo. -comencé diciendo y ambos se dieron una mirada entre sí.
-Te dije que mi pequeño iba a lograrlo. -habló mamá orgullosa, Tere rio por su comentario y papá solo bufó.
-No es exactamente eso lo que les quiero decir. -Volví a hablar llamando su atención.
-¿Entonces qué es?
-En año nuevo... los dos... bueno... estábamos algo pasados de copas y... -comencé a hablar pero estaba muy nervioso. La mirada de mi padre cada vez se endurecía más y eso no ayudaba con mis nervios en lo absoluto sin embargo la rubia a mi lado me quitó la palabra de la boca.
-Ahora estoy embarazada. -finalizó de decir y el salón se inundó de silencio. Mamá palideció ligeramente mientras que papá frunció el ceño y parpadeó repetidas veces incrédulo.