Tomás
Acaricié el ya crecido vientre de mi novia mientras su mirada seguía fija en el televisor en el cual todos veíamos una película aprovechando que estábamos en casa y estaban libres. Ya necesitábamos un momento en familia. Tere me observó y plantó un casto beso en mis labios después de sonreír.
Aún no me cabe en la cabeza que en cualquier momento, seré padre. Estoy asustado, muchísimo, tengo dieciocho, Tere un año menos y ya estamos formando una familia. Aunque, eso no quita la emoción. El hecho de tener el apoyo de todos en casa me motiva a querer seguir trabajando para mantener a nuestro chocolatito que crecía de a poco en su vientre. Todos dicen que es niña, yo también lo creo pero no lo sabremos hasta que nazca. Queremos que sea una sorpresa y ansío saberlo.
Tenemos ya todo listo. La ropita, biberones, pañales, cuna, mantita y demás. Claro, la ropa no es demasiada porque los bebés crecen con muchísima rapidez y también por fortuna, mamá guardaba una poca ropa de bebé que los gemelos utilizaban. Aunque, si es niña, no sé si podrá usarla toda. Así que por eso hay variedad para estar preparados.
Tere se quejó acomodándose, su espalda duele seguramente. Claro, cargar con un bebé 24/7 debe ser una tortura, según el doctor, pesará alrededorde 6 libras, suena poco, pero llevarlo dentro ha de ser pesado. Me siento mal por ponerla en una situación así a tan temprana edad sin embargo, ella está feliz siendo atendida por todos en la familia.
Sentí pequeñas pataditas en la mano que aún permanecía sobre el vientre y el corazón se me aceleró.
-¿sentiste? Nuestro chocolatito está feliz. -dijo Tere y me observó.
-y yo no puedo esperar para conocerlo-la. -reí por no saber cómo referirme a nuestro bebé de género desconocido.
-en cualquier momento dirá: "ya es hora de conocer el mundo". -sonreí y la besé muy contento.
Mi hermana, la cual estaba en el sillón a mi izquierda, bien acomodada entre los brazos de su amado, me lanzó una mala mirada como de costumbre cuando me pongo meloso con Tere. Aún no supera el hecho de que pasó lo que pasó y no se había enterado de nada hasta que supimos lo del embarazo. Aunque en el fondo, sé que en realidad ya no le molesta eso. Nicolás soltó una risa y le susurró algo al oído para luego besarle la mejilla. Tuvieron una pequeña charla entre susurros y un beso comenzó. Aparté la vista, puede que me agrade muchísimo Nico, somos amigos bastante cercanos, no obstante mis celos de hermano todavía soldaban cuentas en contra de ver a mi hermana besando un chico.
En el otro lado del salón, dos personitas ya se habían adelantado a dejar de ver la película para comerse la boca: Alex y Olive. Dios, esos dos son aún más dulces que un kilo de azúcar hecho caramelo. Enfrente y en el suelo, Derek y Debi. Tampoco prestaban atención al televisor.
Rubén estaba sentado en el medio junto con los gemelos. Uno de ellos dormía sobre su hombro y chasquidos de labios por todas partes parecieron irritarlo. Quise molestarlo también y besé a Tere. Salí victorioso ya que al poco tiempo, pausó la película y se levantó a encender la luz del salón. Eso logró que todos nos separáramos
-Alex, ¿cuántos idiomas hay en el mundo? -preguntó y Alex frunció el ceño confundido.
-7,095 idiomas creo.
-7,097, Bebu. -le corrigió su novio. -El más hablado es el mandarín pero solo porque son un país enorme, luego español, inglés, Hindi... -comenzó explicando el pequeño otaku.
-sí, bueno, ustedes me acaban de llamar soltero en todos esos idiomas. -dijo y bufó.
-a eso le llamo: darle justo en la soltería. -habló Derek aún en el suelo mientras su mano sostenía su cabeza.
-tu, tun, chss. -dijo Debi imitando el sonido de una batería con unos platillos. Derek soltó una carcajada.
-Hablo en serio, no sé si lo hacen a propósito para fastidiarme. -se cruzó de brazos y todos compartimos miradas.
-a mí no me importa el romanticismo. -dijo Dany adormilado.
-Yo tampoco me quejo. -le continuó su gemelo.
-eso porque jamás han tenido novia, enanos. -les respondió el "macho alfa" el cual al parecer se encontraba herido en el orgullo.
-Al menos con tu soltería, te has ahorrado unos tres corazones rotos. -dijo Lucy sentándose en el sillón mientras su pareja permanecía recostada.
-lo sé, pero estar con ustedes me hace arrepentirme de mis decisiones. -mi hermana rodó los ojos y le dedicó una mirada de: "vuelve a decir eso y te rompo la cara".
-ya déjenlo, el pobre solo quiere recibir amor. -pronunció Tere y volvió a quejarse incómoda.
-Mejor saldré con Chris. -dijo y caminó a la puerta con sus llaves en mano.
-escuché que se vería con alguien hoy. -dijo Nico y mi hermano gruñó.
-tenía que ser Chris, tal vez Rachel está disponible.
-¿no recuerdas que ayer te dijo que iba a un compromiso? -comentó Derek.
-bueno, en definitiva me siento abandonado hasta por mis amigos.
Otro quejido de Tere.
-aquí nadie te ha abandonado. -dijo ella y colocó una mano en la parte baja de su vientre.
-pero me siento extra.
-claro que... mierda. -mi novia se quejó nuevamente.
-¿te sientes bien? ¿Qué tienes, cariño? -le pregunté y ella negó con la cabeza.
-han de ser los malditos gases. -respondió aún con una mueca. -¿me ayudas a levantarme? Mejor iré al baño. -me dijo y asentí. Me levanté y tomé su mano para que la usara como soporte. La otra permanecía en la parte baja de su vientre y un apretón en la mía me indicó que algo le dolía. En cuanto se logró levantar, una sustancia empezó a correr por sus piernas y mojar su pantalón gris de pijama.
Me alarmé.
-no puede ser... -chilló Lucy asustada. La sangre se me heló.
-creo que alguien ya quiere conocer a la familia. -comentó Nicolás y un quejido por parte de Tere hizo que todos empezáramos a volvernos locos. Nuestros padres bajaron las escaleras al escuchar el escándalo.