Vidas paralelas

Capítulo 2º Desesperación

Eva y Virginia están de mal humor, muy enfadadas, opinan que está loca idea de su padre de casarlas con un desconocido, no es decisión de él, se pensaban que iban a tener la vida solucionada, Dinero y una gran casa, ahora su vida vuelve a dar un giro inesperado para ellas.

Pero se visten y totalmente decididas se acercan al pueblo más cercano a la finca, para investigar quien es Jack y por qué le queda todo en herencia si ellas no cumplen con el deseo de su padre.

—Sabes Jack ¡me parece un cretino! —Dice Eva.

—Si, ¡que tendrá que ver con papa! —Le insinúa ella.

—¡Bueno! Eva en realidad no es padre nuestro, aunque nos ha criado, nunca hemos sabido de este rancho, de este lugar, vivíamos en una casa pequeña, sin lujos, aunque nunca nos faltó de nada, parece ser que, cuando viajaba venia aquí., el tardaba a veces dos o tres meses en regresar —le afirmaba Virginia.

Llegaron al centro del pueblo, con una gran iglesia enorme, de gran altura que parecía tocar el cielo, una tienda de comestibles y tres bares, uno de ellos con una terraza donde había señoras degustando pastas y te.

También había una hermosa floristería con unas plantas preciosas expuestas a la entrada, y una tienda de piezas de tela al otro lado de la plaza, junto a la farmacia.

Recorrieron el pueblo, pasaron al lado del colegio, donde correteaban los niños, un gran parque rodeado de árboles y grandes bancos donde sentarse, pasando la calle una gran ferretería, una serrería, un almacén de pienso para los animales.

Las calles estaban limpias y el pueblo era acogedor.

Decidieron volver a la plaza y acercarse al bar que tenía la terraza, parecía una cafetería, más bien de señoras, pues no había ningún hombre allí, todos estaban en los otros dos bares, que tenían mesas de billar y diana, además de mesas ubicadas para jugar al póker.

Se sentaron en una mesa, enseguida se acercó la camarera.

—Hola, ¿que se van a pedir? —Preguntó.

—¡Hola, un té y un expreso, por favor—Contestó Eva!

—¡Ahora mismo! —Confirmó.

La camarera se acercó y sirvió, lo que las chicas les había pedido.

De repente Virginia se levantó y se dirigió a una mesa donde había tres chicas bromeando de unos cuarenta años y las cuales no dejaban de parlotear.

—¡Perdón, estoy buscando a Jack, el capataz de la finca El Dorado!

—¡Bueno! suele estar por aquí, pero hoy no lo hemos visto.

—Y a ¿su hermano? —se le ocurrió preguntar a virginia.

—Bueno el Jack que nosotras conocemos no tienes hermanos, tal vez busques a otro Jack.

—Este es Jack, rubio, alto atractivo y bueno no creo que haya muchos Jack y trabajen todos de capataz en la misma finca.

—Bueno chica, no conocemos el nombre de todas las fincas de los alrededores del pueblo, pero te aseguramos que si conocemos a tres hombretones que se llaman Jack.

—¡Bueno gracias! Seguiré buscando.

Y se alejó sin mirar atrás.

Regreso a la mesa con su hermana, y le conto que no había tenido suerte y que por lo menos había como mínimo tres Jack en el pueblo y que parecía ser que la mayoría de los hombres ahí trabajaban en las fincas.

Ya se iba oscureciendo y decidieron regresar a la finca antes de que sería más tarde.

Al legar a la casa se quitaron la ropa y se dieron un baño en agua caliente, se habían pateado todo el pueblo y estaban cansadas.

Se pusieron los pijamas para estar más cómodas y encendieron la chimenea, se presagiaba una noche fría, que era normal en esa época del año, ya estaban en diciembre y los días con temperaturas frías llegarían hasta el mes de febrero.

Wimberley es una ciudad ubicada en el condado de Hays en el estado estadounidense de Texas. tiene una población de 2626 habitantes y una densidad poblacional de 113,22 personas por km². es pequeño y tranquilo y no está muy lejos del rancho.

Se prepararon algo para cenar, y después se quedaron en el salón sentadas frente a la chimenea.

—Bueno Eva ¿Y qué vamos hacer ahora? —Dijo virginia.

—Seguiremos intentando saber, ¡Quien es Jack!

—¿Y después? ¿Qué haremos después? —proseguía virginia sin dejar de mirar a su hermana.

—¿Que tendrá que ver ese Jack con papa? ¿Por qué está en la carta? Bueno en realidad no es nuestro padre y parece que no lo conocimos tan bien.

—¡Tienes razón virginia! Es un desconocido para nosotras.

—¿Y quienes son esos dos individuos con los que quiere que nos casemos? Seguía hablando virginia sin parar.

—¡Cierto, eso es otro problema, y grave!

—Pero si cedemos Eva, Perderemos toda la propiedad, lo perderemos todo, y se lo quedara ese idiota engreído.

—¿Quién se ha pensado que es? , Tenemos que pensar que hacer y no tenemos tanto tiempo.

—¡Bueno ya es tarde! —Dijo Eva de repente.

—¿Tarde para qué? ¿No te das cuenta de que el tiempo corre en nuestra contra? Insistía virginia.

—Debemos ir a descansar, y despejar la mente.

—Si, tal vez tengas razón, le contesto virginia.

Eva y Virginia están viviendo el peor momento de sus vidas después del trágico fallecimiento de su madre.

Son valientes y decididas, pero esto se les está haciendo pesado y duro, porque se van a meter en un mundo desconocido, con unas personas desconocidas en una cruel realidad, donde tienen mucho que perder.

O tal vez mucho que ganar ....




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