Vidas paralelas

Capítulo 7º Miradas al cielo.

Lita se pone a organizar todo lo que ha traído Jack, cada cosa en una estantería y la carne en una enorme cámara frigorífica, las botellas de vino en una magnifica vinoteca del gran salón, y las cervezas en un frigorífico de la cocina.

Lúa se ha esmerado y a preparado un buen menú, hoy van a comer todos en una gran mesa de la cocina, como si fueran una gran familia.

Mila por su parte, ha hecho un poco de limpieza, pero no mucha, las dos hermanas ya lo habían limpiado antes, para que se llevaran toda una buena impresión sobre ellas.

Virginia y Eva están en sus habitaciones, ordenando un poco y preparándose para ir a la cocina, ya es hora de comer.

Virginia ha salido al porche, quiere tomar un poco de aire.

En el porche sentado sobre las escaleras esta Jack.

—¡Hola Jack! —Le dice sin más.

—¡Hola, señorita! ¿Va todo bien?

—¡Creo que no!, cada día que paso en esta casa, peor me encuentro, no sé qué hacer, es todo tan difícil, es como si no fuera real.

—¡Lo entiendo, no se esperaban esta situación, tener que cumplir el deseo de su padre!

—No sé, porque tomo esa decisión, no era suya, no le pertenecía.

—Creo que no lo hizo con mala intención, quiso dejarlas con un buen futuro.

—Ya lo teníamos, ahora más bien es un infierno.

—¡Tal vez más adelante! lo veáis de distinta forma, y penséis de manera diferente tú, y tu hermana.

Al fondo se oyó a la cocinera llamar a todo el mundo para comer, la mesa está servida.

—¡Vamos, Lúa nos llama! Entremos.

Ambos se dirigen a la cocina, donde ya están todos sentados, a la esquina de la mesa, le dejan un sitio, para que se siente Jack.

Al lado de Eva hay una silla vacía donde se sienta su hermana.

Jack se pone en pie y dice unas palabras.

—Bueno, este estofado huele realmente bien ¡te felicito Lúa! veo que has horneado pan casero, eso ¡está bien! , he rondado por toda la casa y las estancias están limpias y en orden ¡buen trabajo Mila!, los chicos también han limpiado las caballerizas y han atendido a los caballos ¡excepcionales chicos! Y lita a colocado todo lo que hemos traído de la ciudad, como le ordene ¡perfecto Lita!¡ ¡Quiero que sean todos siempre así! —Eva y Virginia nos han recibido con los brazos abiertos ¡Gracias Señoritas!

Y Jack sin más, se sentó a comer.

Al cabo de un rato, cuando ya estaban finalizando de comer, Lúa se levantó de la mesa, y se dirigió al frigorífico, de ahí saco una gran tarta de chocolate que había preparado.

Se acerco a la mesa y la deposito en el centro.

—¡Vaya Lúa, esto sí que es una gran sorpresa! No te tenías que haber molestado.

—No ha sido molestia, ha sido un gran placer.

—¡Muchas gracias, de todas formas! — Le contesta Jack.

Lúa coge cada plato y va colocando un pedazo, de una buena ración de tarta, a cada uno de los comensales de la mesa, empezando por Jack, Eva Y Virginia, después a Lita, Mila, Teo, Fred y, por último, se sirve un pedacito para ella.

La tarta es de chocolate, con una gran y suave crema pastelera, cacao con whisky, con un baño de chocolate por fuera y rodeada de nata por encima, con unas guildas rojas.

Todos felicitan a Lúa, les ha encantado la tarta, ella está muy feliz y le da las gracias.

La señora de la limpieza y la cocinera son las encargadas de recogerlo todo y limpiar la cocina, junto a Lita.

Los chicos y Jack se han ido a las caballerizas, a continuar con su faena, mientras Jack va a montar a caballo y pasear con él, hace tiempo que no salen del cercado.

Virginia y Eva han salido a pasear cerca del rancho, alejándose un poco y buscando tranquilidad.

—La comida ha estado muy rica, Lúa cocina realmente bien. ¿Verdad Virginia?

—Si, ha estado todo muy rico, tiene buenas manos—Le contesta.

—Y la tarta, ¡estaba deliciosa! Me habría comido otro pedacito.

—¡Si, muy rica—cierto, eligió una buena cocinera, y repostera no cabe la menor duda, contesta Virginia!

—¡Que bien sienta el aire fresco! Se está muy bien aquí.

—¡Si, Eva, eso me encanta de este lugar, el silencio, el canto de los pájaros, la tranquilidad que se respira,la paz que transmite!

—Pero... pronto deberemos tomar una decisión Virginia, no tenemos todo el tiempo del mundo.

—Bueno, aprovecharemos el tiempo que nos de Jack, vayamos tranquilas.

—No tan tranquilas, vivir así, no es vivir, en algún momento tendremos que salir de esta situación Virginia.

—¿Jack tiene prisa? ¿Tú tienes prisa? Me tomare el tiempo que necesite.

—¡Jack, no tiene nada que ver! Esto, es únicamente nuestro problema hermana.

—Si, Eva es nuestro problema, pero él está incluido en el. ¿No te das cuenta tonta?

—¿Cuenta de que? me doy cuenta de todo perfectamente, no tienes por qué insultarme

—No, te insulto, quiero que abras los ojos y mires a tu alrededor. ¿Que ves?

—Veo, lo mismo que tu Virginia, me doy cuenta de todo.

—¿Y que ves? Me quieres contestar Eva.

En ese momento Eva se quedó sin palabras, para poder contestar a su hermana.

—Yo te diré lo que veo—veo un gran rancho con muchísimo terreno de trigo, maíz, algodón, que son millones de dólares, veo unas caballerizas con seis caballos de pura raza, que sirven para montar en grandes competiciones de carreras y como sementales, que también son millones de dólares—y veo a Jack detrás de todo esto, si la vende¿Tu sabes la cantidad de millones de dólares que se ganará?, y si no la vende ¿Tú sabes la riqueza que tendrá?

—Lo sé, lo sé... ¿Me quieres volver loca Virginia? Se en el lio, que estamos metidas.

—Nosotras, solas no, recuérdalo siempre Eva.

—¿Quieres decir que Jack tiene algo que ver? ¿Eso que no nos quiere decir?

—Quiero decir, que no solo, somos tú y yo Eva, también es Jack, somos tres personas a heredar este rancho...




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