Vidas paralelas

Capítulo 20º Inocencia

Un nuevo día comienza en el Rancho "El dorado ", Jack como cada día a madrugado, y está de regreso en el rancho para comer algo, tiene apetito, son las diez de la mañana.

Entra directamente a la cocina.

—¡Buenos días Lúa! ¿Puedes prepararme algo rápido para comer?

—¡Claro Jack! ahora mismo.

En la cocina como siempre huele maravillosamente, al olor del estofado.

—¿Todavía, no se han levantado Eva y Virginia?

—No Jack, todavía están acostadas, nunca se levantan antes de las doce.

Mila se encuentra haciendo la limpieza del salón exhaustivamente, aunque Virginia no lo sabe, hoy regresa de nuevo John Bradley, el famoso Neoyorkino al cual le tiene que dar su respuesta. reputado abogado en el buffet más importante de New York.

—Hoy tenemos un invitado, quiero que todo en la mesa este bien colocado, se quedara con nosotros a comer, es un invitado especial, a pesar de que no sea bienvenido—confirma Jack.

—¡Por supuesto! No te preocupes.

—¡Lita, Lita! ¿Dónde estás? —Pregunta Jack.

—¡Estoy aquí Jack, en el fondo del almacén! —Contesta Lita.

Jack entra en el almacén que está situado en el interior de la cocina, donde se encuentra toda la comida almacenada, y una gran nevera, donde está la carne, pescados y las verduras. Al fondo del almacén es donde se encuentran los sacos de patatas, cebollas, calabazas, y bidones de aceite.

Lita está limpiando y organizando todo, le gusta tener todo recogido y colocado, es una maniaca del orden.

—Lita, quiero que lleves patatas a la cocina para asar una buena bandeja, y dile a Lúa que prepare algún postre especial.

—¡Ahora, mismo, Jack!

Jack sale del almacén, y va nuevamente a la cocina, ya tiene preparado algo para comer en la mesa.

—¡Gracias, Lúa!

—¡De nada, Jack!

Lúa continua en la cocina con su tarea, mientras Jack come tranquilamente, él la observa, y ve que es una mujer trabajadora, tranquila, organizada y muy silenciosa, aparte de ser una cocinera excepcional.

—Lúa, aquí traigo las patatas que ha pedido Jack para asar una buena fuente, también quiere un postre especial, te ayudare para que prepares una buena tarta, ¿te parece bien?

—Claro, Lita, ahora me pongo manos a la obra con esa tarta.

Jack se fijaba en el buen trato que ambas mujeres se daban, y en el fondo le daba pena tener que dejar todo aquello, tras la decisión de las dos hermanas, aunque él tiene un As en la manga, un secreto que nadie sabe.

—Bueno Lita, te dejo con toda la organización de la comida, que todo este perfecto e impecable, en cuanto se levante Virginia que venga a mi despacho, estaré allí, necesito hablar con ella, en cuanto desayune le ordenas que venga al despacho, por favor.

—Estate tranquilo, Jack—Contestó Lita.

—Lúa, una tarta de chocolate, estaría bien ¿no?

—¡Por supuesto, Jack!

Jack salió de la cocina y se dirigió hacia el despacho, Mila estaba dando cera, a las escaleras de mármol, que dirigen hacia la segunda planta.

Jack entró en el despacho y cerró la puerta.

Al cabo de un rato Jack recibe una llamada...

—Si ¡dígame!

—Soy John Bradley, recuerda que hoy llegaré sobre las tres de la tarde.

—Si, lo recuerdo perfectamente John, no te preocupes.

—Nos vemos entonces a la tres, estaré ahí, espero no estar haciendo un viaje a lo tonto.

—Descuida, la decisión la tiene tomada firmemente.

—¡Mejor, ya es hora de solucionar este tema, de una vez por todas!

—Bueno John, me pillas ocupado con papeleo, de todas formas, es una cosa entre vosotros, yo estoy al margen. ¡Hasta luego!

—¡Hasta luego! —Contestó fríamente John.

Mientras tanto Virginia, sigue sin saber que nuevamente volverá a encontrarse con ese abogado al que odia tanto, y que va a ser ese mismo día...

 




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