Vidas paralelas

Capítulo 21º El infinito

Tras terminar de desayunar Lita se queda mirando a Virginia, que parece estar como en una nube.

—¡Vamos Virginia, Jack te espera en el despacho!

—¿A mí, por qué?

—¡No me discutas, y haz lo que te digo niña!

—¡Esta bien! Lita, ¡voy a ver que quiere el señorito!

—Te espero, en el jardín Virginia, —se apresura a decirle su hermana.

Virginia sale de la cocina, saluda a Mila, que está encerando el suelo de la gran entrada al rancho, llama a la puerta y sin esperar respuesta, entra.

—¡Hola, buenos días! ¿Necesitas, algo de mí? Lita me dijo, que me esperabas.

—Si, necesito hablar contigo, buenos dias ,es ya un poco tarde, ¿no crees? Es casi la una de la tarde, eres muy dormilona.

—¿Y para, que me necesitas?

—Bueno, Virginia el tema esta así, tienes ya tu decisión firme de dejar el rancho y asi no cumplir con los requisitos de dicha herencia, que ya sabemos los dos cual es, hoy nuevamente sobre las tres llega John Bradley, tendrás que hablar con él, dejar las cosas claras y llegar a mutuo acuerdo. Este tema quedara cerrado hoy mismo, y no hay marcha atrás, ni cambio de decisiones de última hora. Vendrá un abogado de tu padre, como testigo y para realizar el papeleo pertinente. Dime las dudas que tengas, o pregúntame lo que necesites saber.

Virginia se sienta en un sillón, hasta ese momento había escuchado a Jack, de pie, mirándole fijamente y sin mediar palabra.

—Lo tengo muy bien decidido, y no voy a cambiar mi manera de pensar, es la mejor decisión en mi vida, la de mi libertad. No pensaba que ese hombre estaría tan pronto de vuelta. Aún asi pienso que es lo mejor, para terminar con esto de una vez.

—Veo, que lo tienes muy claro, me parece perfecto, esto no puede esperar más, ya son ocho meses Virginia, y el plazo fue no más de seis. Han sido muy pacientes con vosotras.

—Lo sé, pero no nos esperábamos todo esto, deudas, bodas, pleitos, no estaba en nuestros planes, tener que vivir esta situación.

Y bueno ya sabes, que yo desconfió de ti, y mi intuición nunca me ha fallado.

—Lo sé, Virginia, sé que, desde el primer momento, que nos presentamos, no te caí bien, eso en una persona siempre se nota, pero he sido sincero siempre contigo y con Eva. Tengo algo que deciros, pero cuando todo esto este solucionado, no antes. Y os lo dije desde el principio.

—Bueno, pues creo, que ya está todo dicho, hablare con el abogado ese, y ya está. ¿Puedo, irme ya?

—¡Claro, Virginia! Puedes irte ya.

Virginia sale del despacho, y se dirige al gran jardin que tiene el rancho a su salida, allí está sentada su hermana Eva.

Eva mira fijamente a los ojos de su hermana, que se acerca con lágrimas en la mejilla, su interior siente un dolor profundo, y apenas abre la boca para hablar con Eva.

—Dime, ¿qué quiere Jack?

—Ahora solo necesito silencio, quiero respirar paz, necesito tranquilizarme, tal vez mejor, hablamos luego.

—¡Esta bien, Virginia!

Las dos hermanas quedan en silencio, solo el cantar de los pájaros en los grandes y frondosos árboles, se escucha.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.