Vidas Paranormales.

Capítulo 10-Aquel que lo Quiere Todo.

Todos los humanos codiciamos cosas, el dinero forma una parte importante de la sociedad, sin dinero no comes, vives en la calle pero si una persona llega a obsesionarse tanto con el dinero, esa misma codicia lo transformara en un monstruo.

1 de diciembre, un día sábado, se acercaba el final de clases y Shawn estaba recorriendo las tiendas de la zona, buscando un regalo para sus abuelos y Gabriel para la navidad. Solamente estaba mirando los precios y viendo que podía comprar con el dinero que había ahorrado con su empleo de medio tiempo, camino durante toda la mañana por casi toda la ciudad, por el camino se encontró con Samuel.

-¡Hola Shawn! ¿Como te encuentras?-saludó bastante alegre.

-Bastante bien-respondió Shawn con un saludo de puños-¿has estado haciendo ejercicio? Te veo un poco más musculoso.

-He estado entrenando con Uriel-dijo de manera humilde-, si vemos a un fugitivo te mostraré mis nuevas habilidades.

-Lo mismo digo-dijo Shawn con entusiasmo.

Mientras caminaban, los dos amigos reflexionaban como habían cambiado sus vidas desde que conocieron a Gabriel, hicieron nuevos amigos y conocieron nuevas cosas sobre el mundo; se adentraban más al centro de la ciudad por la calle Royal que en ese día todo estaba despejado, apenas se veía un alma por allí, a lo que humanos vivos se refiere, un policía de la zona les advierte a los dos amigos que por esa zona habían ocurrido grandes atracos en tiendas y bancos, les dijo que tuvieran cuidado. En ese momento, ellos dos no estaban tan preocupados por un humano común y corriente pero lo que les espera será algo peor.

Cuando pasaban por un banco de aquella calle que estaba cerrado por ser fin de semana, escucharon un fuerte estruendo, una pared del banco se había destruido por completo. Shawn y Samuel fueron a ver lo que había pasado y allí lo encontraron; un humanoide bastante alto, como de 2,45 mts, su cuerpo estaba oculto dentro de una reluciente armadura de oro, con decoraciones de distintas clases de reptiles en varias partes, cuando reía, se escuchaba de forma metálica, en su espalda, cargaba con un cofre, ligeramente grande pero no tanto como él, había robado, todo, absolutamente todo del banco. Después de regocijarse de su éxito, se percata de la presencia de los dos humanos que lo miraban fijamente.

-¡Humanos! Apártense de mi camino, no tengo ni el más mínimo interés en ustedes-declaro con voz metálica-, pero si quieren enfrentarse a mi, los reto.

-¿Quien eres? ¿Eres un caído?-pregunto Shawn con algo de miedo pero con firmeza.

-Oh... ¿así que sabes de los caídos?-pregunto un poco asombrado-, que humanos tan interesantes...¡mi nombre es Azazel! El pecado capital de la avaricia y el sexto príncipe del infierno, ahora yo les pregunto ¿quienes son ustedes?

-Somos Shawn Simpson y Samuel Dupont-respondió Samuel apretando el puño, preparándose para luchar.

-Bien, vengan con todo-dijo Azazel, expresando apoyo y alegría en sus palabras.

Samuel cerró los ojos y empezó a concentrar energía hasta que se envolvió en una especie de luz verde, un color verde que reflejaba la vida, sus ojos también se iluminaban en este color, en sus nudillos se equipa con unos puños americanos especiales que le dio Uriel.

-Esta es mi técnica, Kunda-taijutsu-dijo poniéndose en posición de combate-, al concentrar únicamente la energía Kundalini en mis músculos, mis cualidades físicas aumentan y estos de aquí: son puños americanos forjados en el cielo, lo que me permite dañar a los ángeles y demonios.

Shawn se impresionaba al ver la increíble técnica de su amigo, mientras que Azazel solo reía de la felicidad, hace mucho tiempo que no sentía esta emoción. Samuel corrió con gran velocidad hacía a Azazel, salta hasta golpearlo en el rostro abollando un poco su armadura.

-¡Fantástico! Hace tiempo que deseaba emoción-dijo con regocijo-pero ahora es mi turno.

Azazel lanza una potente patada contra Samuel quien de no haber activado el Kunda-taijutsu, habría sufrido peores heridas. Shawn contraataca con uno de sus hechizos.

-Agua sagrada y feroz, dame tu fuerza para herir a más de cien oponentes, vuélvete un potente disparo que destruya todo a su paso.

Un potente disparo a presión de agua, como la de una manguera de bomberos, sale a gran velocidad de la palma de Shawn e impacta contra Azazel, esta vez, el pecho de su armadura era la que estaba abollada; este se vuelve a reír de la emoción.

-Un hechizo del elemento agua y de nivel 4, nada mal-dijo con alegría-¿así que dominas otras de las formas de la energía Kundalini?

-Descubrí que los hechizos del elemento agua, gastan menos energía Kundalini, por lo que puedo usar hechizos potentes, sin temor a quedarme sin fuerzas.

-¡Bravo, oh, bravo! Me impresionan-dijo Azazel con asombro-; hace siglos que no veo a humanos tan interesantes, ¿aguantaras mi siguiente golpe?

Azazel se movió a una velocidad inhumana, dándole un fuerte golpe a Shawn en el estomago, haciéndole vomitar. Los dos estaban tumbados en el suelo, derrotados de un solo golpe.

-¡La victoria es mía y solamente mía! Debo admitirlo humanos, lograron superar mis expectativas, estaba bastante curioso por saber que ocultaban y sus habilidades me impresionaron-dijo mirándoles en el suelo pero con admiración-. No los mataré, sería un desperdicio matar a humanos con tanto potencial, haré algo mejor; de ahora en adelante, a ti Shawn Simpson, te llamaré "el mago", mientras que a ti Samuel Dupont, te llamaré "el espartano". Me asegurare de que todos en el infierno y en la tierra los conozcan con esos nombres-de pronto fija su atención en una bicicleta que estaba allí cerca-¡¿Que es esto?! Parece un extraño método de transporte de los humanos ¡Lo quiero! ¡Tiene que ser mio!

El cofre que cargaba en su espalda se abre y de el salen unas garras parecidas a los de los juegos donde sacas un peluche, estas garras toman la bici y la meten dentro del vacío infinito del cofre; Azazel se regocija de haber conseguido algo nuevo para su colección.




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