Vidas Paranormales.

Capítulo 23-Un Sueño Sin Fin

Finalmente habían pasado las vacaciones de carnaval en Nueva Orleans, por lo que era hora de volver a clases; Jorel Cohen, como se hacía llamar él, se estaba preparando para ir a dar clases, se puso una ropa profesional y bajó para buscar su desayuno; en la cocina estaba su bella esposa, Trish y su hijastro Marcus, era un chico de once años, iba  en la secundaría, era bastante inteligente, poseía una gran imaginación pero aún así tenía problemas para aceptar que su madre se había casado con alguien como Jorel, por lo que su relación no era la mejor, aún así Jorel siempre trataba de relacionarse con él. Al terminar su desayuno, Marcus se fue para tomar el autobús.

-Marcus, no olvides que dentro poco pasara el autobús-dijo Jorel en la cocina.

-¡No me des ordenes, fenómeno!-exclamo yéndose de la casa.

-¡Oye, Marcus Giovanni, no le hables así a Jorel!-grito Trish enfadada por el comportamiento grosero de su hijo.

-Déjalo, no importa-dijo Jorel tranquilizando a su esposa-, puedo entender lo duro que fue el divorcio para él, después vine yo, solo quiero hacerle entender que solo quiero lo mejor para ustedes dos.

-Eres muy dulce Jorel; tienes razón, creo que eventualmente te aceptará. Ya van a ser las siete, será mejor que te vayas de una vez a la escuela-dijo despidiéndose con un beso.

En otra parte de la ciudad, Shawn se dirigía corriendo hacía su escuela para no llegar tarde, para su suerte, Samuel llega con su bicicleta.

-¡Hola amigo! ¿Te llevo?-pregunto estacionado.

-Gracias Samuel, te debo una.

Los dos amigos llegaron a tiempo a la escuela, Samuel dejo estacionada y asegurada su bicicleta, al entrar, se encuentran con una escena sumamente bizarra; todos en la escuela estaban dormidos en el suelo, decidieron inspeccionar el pasillo y allí se encontraron con Sara, quien estaba muerta de la risa mientras le pintaba la cara con marcador permanente al director de la escuela.

-¡Chicos, me alegra que vinieran!-exclamo Sara dejando de lado su pequeña broma-, parece que tenemos una situación paranormal por aquí.

-¿Hace cuanto que estas aquí?-pregunto Shawn inspeccionando un poco la situación en la que se encuentran.

-Unos veinte minutos, llegue, todo estaba normal pero de la nada, todos cayeron dormidos excepto yo, intente despertarlos pero nada funciona.

-Eso si que es extraño. ¿Por qué nosotros somos los únicos que no estamos dormidos?-pregunto Samuel intrigado.

-Esa es una excelente pregunta-dijo Shawn sacando su celular-, y se sobre alguien que puede darnos unas preguntas.

Shawn marca el número telefónico de Lucifer, quien dicho sea de paso se encontraba en una pequeña reunión de negocios por lo que tuvo que pedir permiso para atender una llamada y salir de la habitación.

-Más vale que sea bueno Shawn, estoy ocupado-dijo Lucifer algo molesto.

-Todos en nuestra escuela están dormidos y no se despiertan con nada ¿sabes de alguien que pueda hacer algo como eso.

-Oh ho, chicos, ustedes realmente están en problemas-respondió Lucifer bastante preocupado-, se trata de Belfegor, cuarto príncipe del infierno y pecado capital de la pereza.

-¿Como son sus poderes?-pregunto Shawn para informarle a los demás.

-Es como Raguel, es capaz de crear hechizos usando los cinco elementos del caos su nivel de miasma es solo superado por Leviatán. Su tesoro maldito es el colchón de la fantasía, dispara una especie de miasma color rosado que deja a las personas en un sueño eterno al menos que alguien revierta el hechizo, también puede volar en él.

-Una última pregunta... ¿Por qué no estamos dormidos?

-No tengo ni idea, el humo es suficiente como para dormir incluso a Leviatán, no sé como es que a ustedes no les hace nada.

Shawn colgó la llamada agradeciendo a Lucifer por su ayuda y trata de ver que acción tomar en esta situación, cuando de repente, a él y Samuel le empieza a arder un poco su hombro, por lo que se levantan la manga de la camisa y miran como es que la marca de la organización Lovecraft se ilumina un poco antes de que vuelva a la normalidad.

-Es lo mismo que paso cuando yo entré-dijo Sara atando algunos cabos-, a lo mejor es por eso que no caímos dormidos.

-Ya veo, con que a eso se refería Irene con que esta marca era una bendición-dijo Shawn con una pequeña sonrisa-, parece que esta marca nos hace inmunes a los maleficios miasma, conveniente para nuestra situación. Ahora vamonos, debemos avisarles a los demás.

Cuando los tres adolescentes iban a salir por la puerta principal algo extraño sucede y es que la puerta parece trabada, Shawn es incapaz de abrirla, cuando Samuel intentan romperla usando su Kunda-taijutsu, la puerta sigue intacta. Del otro lado de la puerta, Jorel finalmente llega a la escuela y el trió de jóvenes intenta avisarle que no entre pero es como si no los escuchara del otro lado de la puerta, cuando toma la manilla para entrar, una extraña energía lo lanza varios metros lejos. Después de recuperarse del golpe, vuelve a ir a la puerta, esta vez notando la presencia de los chicos, quienes vuelven a intentar hablar con él pero el sonido simplemente no sale.

-Oigan escúchenme con atención, no digan nada solo piénsenlo y así yo podré usar mi telepatía-dijo intentarlo calmarlos un poco.

Los tres amigos le hicieron caso y Jorel se informo de la situación; le dijo a Shawn que se hiciera cargo de esto, mientras encontraba la manera de entrar junto a sus demás hermanos, por lo que desplegando sus alas, se fue a buscar ayuda.

-¿Y ahora que hacemos?-pregunto Sara preocupada.

-Tendremos que enfrentarnos al pecado capital-dijo Shawn con decisión.

-Nos enfrentamos al pecado de la avaricia y apenas logramos hacerle unos rasguños ¿piensas que podríamos hacerle frente a otro pecado?-pregunto Samuel algo inseguro.

-En ese entonces apenas teníamos algo de entrenamiento con la energía Kundalini, ahora tenemos más experiencia, además, tenemos un as bajo la manga-dijo mirando fijamente a Sara.




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