Vidas Paranormales.

Capítulo 25-Placer

Aquella noche, Lilith se encontraba en un bar repleto de personas, todos los viernes por la noche eran siempre lo mismo, fiestas, alcohol, sexo, ect. Era el tipo de vida descontrolada que a ella le gustaba vivir, una vida sin obligaciones y sin preocupaciones, una vida únicamente enfocada en el placer. Después de una alocada noche de fiestas, despertó en un lugar que no conocía, pensó que estaba en el hogar de algún chico o chica con quien se divirtió la otra noche, por lo que salió del cuarto para ver donde estaba, mientras tenía que soportar un increíble dolor de cabeza, producto de la resaca.

-Rayos... el alcohol es fabuloso pero la resaca es horrible-dijo quejándose mientras caminaba por el pasillo.

-Agradece que no seas capaz de ahogarte con tu propio vómito-dijo debajo de las escaleras, Jorel-, te preparé una ducha, apúrate para que te vayas.

-¿Jorel?... ¿Estoy en tu casa? ¿Como llegue aquí?-pregunto Lilith algo perdida.

-Lucifer me llamo y me pidió que te permitiera pasar la noche en mi casa, no quería que ensuciaras su departamento con vómito, de nuevo... hablando de eso, me debes una alfombra nueva.

Lilith tomo una ducha caliente para que se le pase la resaca, después de eso bajo a la sala de estar únicamente usando una bata, se le veía demasiado despreocupada, como si no le importara.

-Vaya... es lo que necesitaba, una ducha caliente y un sofá cómodo-dijo estirándose recostada en el sofá.

-¡Oye! No estás en tu casa, estas en ¡Mi casa! Ponte algo-exclamaba Jorel molesto.

-¿Cual es el problema? Los humanos andaban desnudos antes, creo que lo llamaban traje de Adán, no tiene nada de malo lo que estoy haciendo-dijo de manera despreocupada.

Jorel frustrado no tiene de otra que sentarse en otra silla hasta que Lilith se vaya, lo que no sabía es como le va a explicar la situación a su esposa lo que está pasando, él jamás habla mucho sobre su familia, su esposa solamente conocía de pura casualidad a Uriel. Mientras estaba sentado leyendo un libro, Lilith se acerco por curiosidad para ver que estaba leyendo.

-¿Que lees hermano? ¿Algún libro erótico?

-¡Claro que no! Es un libro de filosofía, tonta. Tal vez te caiga bien, narra muchas anécdotas sobre Aristipo, el fundador del hedonismo.

-¿Hedonismo? No se que es eso.

-es una doctrina moral  que establece la satisfacción como fin superior y fundamento de la vida.

-¿En serio? Bueno, puedes llamarme una hedonista, dime más.

Jorel solo rió por lo que decía su hermana.

-¿Tu una hedonista? No me hagas reír, una vida únicamente enfocada en el placer sexual no es una filosofía, solo vives de manera desobligada, dime ¿que es lo que obtienes al vivir así?

-Felicidad. Solo eso, soy feliz con la vida que tengo-dijo recostándose en el sillón, mirando fijamente el techo-. No espero que tu o Lucifer entiendan mis elecciones de vida pero al menos puedo decir que desde que llegue a la tierra he sido feliz, todos los demás han tenido solo problemas, Gabriel abandonó el cielo, Raguel vio el lado más oscuro de Leviatán y un muy largo ect. Yo simplemente quiero vivir como una humana más, disfrutar esta vida, ya que somos inmortales al menos quisiera que la eternidad no sea miserable; ser un ángel terminó mal, ser una princesa del infierno me aburrió, tal vez siendo humana pueda hallar la felicidad que tanto ansió encontrar.

Jorel guardó silencio unos segundos por las palabras de Lilith, conoció una faceta suya que antes ignoraba por completo.

-Supongo que tienes razón, me disculpo por haberme burlado. ¿Todavía quieres saber más?

-Claro, parece un tema interesante-dijo Lilith con su característica sonrisa pícara.

Estuvieron un buen rato hablando, Jorel le leía lo que decía su libro y Lilith escuchaba con atención, se habían acercado un poco más como hermanos. Pasaron las horas y la esposa de Jorel, Trish, regresó junto a su hijo de hacer las compras y se encontraron con la bizarra escena de los dos hermanos.

-¡Hola! Tu debes ser la esposa de mi hermano, soy Lilith, gusto en conocerte-se presento con su sonrisa.

-¿Eres la hermana de Jorel? Que sorpresa, el casi nunca habla de ustedes, me llamo Trish, este es mi hijo Marcus. Saluda a nuestra invitada.

Marcus se sentía incomodo por la presencia de Lilith, primero porque estaba semidesnuda y segundo, había algo en ella que le extrañaba pero no le tomo mucha importancia. Pasaron el rato hablando hasta que Lilith, ya vestida, decide irse a su casa, por lo que se despide de todos y se va. Cuando Jorel volvió a concentrarse en su libro, su hijastro decide hacerle una pregunta.

-¿Sabes lo que no me gusta de ti? Nunca hablas de nada de tu pasado, mi madre apenas sabe sobre tu familia-dijo con mirada seria, viendo a Jorel a los ojos-¿Por qué nunca hablas de tu familia y de tu pasado?

Jorel emitió un suspiro de melancolía antes de responder 

-Mi familia tiene un pasado oscuro, Marcus. Traición, mentiras, odio; no quiero que tu madre vea lo malo de mi familia, además yo rompí relaciones con ellos después de...la muerte de alguien a quien yo quería y en cuanto a mi pasado, yo tenía otra esposa y un hijo pero ambos murieron, yo no pude hacer algo para evitarlo... yo quiero a Trish, quiero lo mejor para ella y para ti, si lo deseas, puedo presentarte a mi familia.

-Seria genial-respondió Marcus con una ligera sonrisa.

Aquel día Jorel no solo se había vuelto más cercano a su hermana, también se había acercado más a su hijastro. Mientras, Lilith fue a su hogar, se encontró con Uriel conversando con Lucifer sobre un nuevo caso.

-Me alegra que estés aquí, Lilith. Hay un caso de un fugitivo del infierno, después de tanto tiempo-dijo Uriel mostrandole las fotos-. Testigos hablando de un monstruo asaltando licorerías y almacenes de comida, en el último caso un hombre fue asesinado con flechas. Me parece que ustedes dos ya conocen de que se trata.




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