Vidas Paranormales.

Capítulo 26-Vida Propia

Esta historia comienza con Sara García, paseando por la plaza de la ciudad un día sábado, lo que quería hacer ese mismo día era reflexionar un poco sobre su vida, ya había pasado el tiempo desde que supo sobre todo lo paranormal del mundo pero aún había un vacío en su interior que la intrigaba, se encontraba algo perdida en el mundo, ya no sabía que hacer. Mientras paseaba por la plaza a lo lejos mira a Gabriel, sentado en una banca y alimentando a las palomas; Sara decidió acercarse para hablar con él.

-Hola Gabriel ¿te importo si me siento?-pregunto de manera casual.

-Para nada, siéntete cómoda-respondió Gabriel de forma amable-, tengo una bolsa de alimento extra, ayúdame a alimentar a las aves.

Los dos estuvieron así un par de minutos, sin hablar ni nada, solo pasando el rato como amigos, hasta que Gabriel decide hacer una pregunta.

-¿Hay algo que te preocupa, Sara?-pregunto Gabriel con una pequeña sonrisa.

-¡¿Como te diste cuenta?!-pregunto Sara asombrada.

-Es como una especie de sexto sentido, algo que me dice cuando alguien cercano a mí se encuentra triste... ¿estas triste?-pregunto Gabriel, demostrando bastante empatía.

-Mas que tristeza es confusión, me encuentro confundida, Gabriel-respondió mirando directamente el cielo azul-. No se que hacer con mi vida, deje de pintar, deje de hacer poesía; abandone todo mi arte porque siento que eso ya no es mio, sino de mis vidas pasadas.

-Ya veo. ¿Entonces sientes que las cosas que hacías antes ya no forman parte de ti?.

-Exacto. ¿Que es lo que fue mio y que es lo que fue obra de mis vidas pasadas? Esa es la pregunta que me consume.

-¿Te gustaba pintar y componer poesía?-pregunto Gabriel.

-Claro que me gustaba pero... ya no se si debo seguir con eso-respondió Sara insegura.

-Te daré mi opinión más sincera-dijo Gabriel poniendo su mano en el hombro de Sara-: la razón por la que uno hace las cosas, es porque dichas cosas lo hacen feliz. Esta en tu propio libre albedrío volver a hacer las cosas que te hacían feliz o encontrar algo más que te haga feliz.

-¿Como se supone que haré eso?-pregunto Sara algo perdida.

-Tu piensas que la pintura y la poesía no es algo que forme parte de ti ahora pero en mi opinión, todas esas cosas, tus vidas pasadas, todo eso es parte de ti.

-Tienes razón... no lo había visto de esa manera pero ¿crees que yo pueda encontrar algo que me haga feliz?-pregunto Sara, insegura de si.

-Claro, el mundo esta lleno de cosas hermosas, cosas que pueden hacer felices a cualquiera, solo tienes que abrir los ojos y mirar con atención.

Gabriel le había dado algo de esperanza a Sara de encontrar la felicidad, ella decidió no rendirse hasta encontrar algo a lo cual dedicarle todo el tiempo del mundo pero lo paranormal no se toma ningún descanso; mientras ellos dos seguían sentados en aquella banca, Gabriel recibió una llamada de su hermana Raguel y el rápidamente fue a su departamento para verla, Sara preocupada también lo acompaño y al llegar a aquel departamento, se encontraron a Uriel tirado en el sofá, todo malherido, no le quedaban fuerzas, Raguel estaba arrodillada a un lado suyo curando sus heridas e inyectándole su energía Kundalini para que se recupere.

-¡¿Que fue lo que ocurrió?!-pregunto Gabriel sumamente preocupado por la salud de su hermano-¡¿Esto fue obra de Satán de la ira?!.

-No, Gabriel. Esto lo hizo un Jiang shi-Raguel empezó a explicar con calma lo que había pasado-. Uriel estaba investigando raros asesinatos por los alrededores de Nueva Orleans, todas las víctimas aparecían con un extraño moho que había consumido toda su carne, hasta dejar solamente los huesos. Él fue solo a las escenas de los asesinatos y se enfrento a ese fugitivo del infierno, el regreso esta mañana lleno de heridas y su energía Kundalini había sido casi por completo drenada.

-¿Que clase de Jiang shi es ese?-pregunto Gabriel intrigado-. Los Jiang shi son peligrosos pero esa cosa no debía ser un problema para Uriel y su tercer ojo.

Uriel se despertó, aún estaba débil, tocia sangre pero eso no podía detenerlo, no dejaría que su derrota fuese en vano, tenía que compartir la información obtenida con Gabriel para que él pueda vencer al Jiang shi.

-Escucha con atención Gabriel... ese... ese Jiang shi, no es como ningún...otro, al que hayamos enfrentado antes-explico Uriel con dificultad al hablar por sus heridas-. Ese Jiang shi pelea usando artes marciales: karate... judo, kung fu... taekwondo. Es... experto en el uso de llaves de lucha y así fue como caí en su trampa, pese a que lograba predecir sus movimientos con mi tercer ojo... el ya me había infectado con su moho, ese moho empezó a absorber mi energía Kundalini y... me dejo a su merced... ¡Agh!

-¡Uriel! ¡¿Raguel que le esta pasando?!-grito Gabriel preocupado por la vida de su hermano.

-Una de sus costillas perforo su pulmón, no te preocupes, puedo sanarlo-dijo Raguel manteniendo la compostura-. Ustedes dos tienen que ocuparse del Jiang shi, yo me quedaré para cuidar de Uriel.

Gabriel y Sara decidieron esperar hasta la noche que es cuando los Jiang shi son más activos. Caída la noche, fueron a la escena del enfrentamiento de Uriel y el Jiang shi, el lugar estaba bastante destrozado, se ve que Uriel al menos le dio una buena pelea.

-¿Y bien? ¿Como sabremos donde se encuentra ese Jiang shi?-pregunto Sara inspeccionando un poco el lugar.

-Descuida, ya tengo un plan-dijo Gabriel confiado-. ¡Fuego del bien y el mal!-una bola de fuego se forma en la palma de Gabriel pero este resulta distinto, ya que poco a poco se oscurece hasta tener un tono carmesí-. Esta técnica no sirve mucho para la pelea como para si el rastreo, en este caso quiero encontrar a un ser oscuro usuario del miasma por eso toma esta coloración, solo hay que seguir esta llama y nos llevará directo al Jiang shi.




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