Vidas Paranormales.

Capítulo 35-Orgullo vs Ira. El Final de los Príncipes del Infierno

Después de varias horas por fin se habían encontrado cara a cara una vez más, Lucifer y Miguel estaban enfrente de Satán quien los veía con desprecio. Lucifer y Satán comienza a emanar levemente miasma, se podía saber a través de esa energía demoníaca lo que ellos sentían en aquel momento. Satán estaba sediento de sangre, no tendría piedad y si para purgar el mundo de los malvados tuviera que matar primero a sus hermanos lo haría a favor de la justicia. Lucifer por su parte estaba harto de esta pelea eterna del bien contra el mal, Dios contra el diablo, la verdad contra la mentira. Todo terminaría ese mismo día.

-Ya sabes Miguel, no interfieras en esto-dijo Lucifer con mucha seriedad a su hermano-. Esto es entre él y yo, si te interpones te mandaré a Marte de un golpe.

-Entiendo, no te preocupes, mantendré mis distancias de la pelea tanto como me sea posible-respondió Miguel desplegando sus alas para poder ver la pelea desde las alturas.

Satán aprieta con fuerza el mango de su martillo y se prepara mentalmente para su pelea, esta vez no dejará que su rencor lo domine en este legendario enfrentamiento, está a punto de pelear contra el caído más poderoso de todos, cuyo poder solo es igualado por el arcángel Miguel.

-Te lo advierto Lucifer, iré a matar, será mejor que no te contengas conmigo-dijo Satán mirando a los ojos a su hermano.

-Como tú quieras pero debes saber que llevo mucho tiempo sin pelear, puede que esté un poco oxidado al principio.

Pese a que el combate parece ya iniciado ninguno se mueve de su sitio, están inmóviles durante unos treinta segundos antes de que los dos den pequeños pasos, acercándose lentamente. Una vez que están a pocos metros, Satán lanza un poderoso ataque con su martillo; una nube de humo se alza sobre todo el terreno, una vez que se disipa, Satán ve como es que Lucifer paró su golpe con la yema de los dedos y con una fuerza abrumadora empuja el martillo y a Satán lejos. Acto seguido Lucifer lanza un fuerte golpe al pecho de Satán, este último contraataca lanzando un masivo chorro de lava por su boca que Lucifer por poco puede esquivar. Satán empieza a expulsar vapor desde su espalda, llenando todo el lugar, al principio Lucifer no se inmuta y sigue atacando con proyectiles de arena que Satán bloque alzando piedras con su martillo. Lucifer se da cuenta de lo que hizo Satán, su ropa y piel se está empezando a disolver por el calor emanado por el vapor que es emitido por Satán, quien se lanza estrellando su martillo contra el suelo y creando una ola masiva de lava. Lucifer sofoca la lava con un tsunami de arena y ambos ataques se anulan mutuamente; acto seguido Lucifer empieza a concentrarse, canalizando sus poderes demoníacos, mientras los hacía,  Satán trata de atinar otro ataque devastador con su martillo pero cuando se acerca a Lucifer siente un terrible ardor en su cuerpo hasta que se aleja unos cinco metros de Lucifer, mirando con más detenimiento se da cuenta de lo que hizo en primer lugar.

-No es recomendable que te acerques mucho, Satán-declaró Lucifer con una sonrisa que reflejaba superioridad-. Esta técnica lleva por nombre guerra fríaPoniéndolo simple, a mi alrededor la temperatura descendió hasta unos 666 grados bajo cero. Ya no te podrás acercar sin sufrir heridas graves por el frío. Ahora que tal si recibes un poco de tu propia medicina: ¡Erupción del infierno!

Debajo de Satán, una grieta se abre expulsando un flujo de lava tan ardiente como el propio sol, Satán no logra apartarse a tiempo y recibe de lleno el golpe. Lucifer como siempre, estaba disfrutando su superioridad, no podía ocultar que este combate le estaba resultando sencillo pero bajó demasiado la guardia y con una velocidad abismal, Satán agarra desde el extremo inferior su martillo y con fuerza le atina un golpe a Lucifer, rompiéndole un brazo. Esto asombro un poco a Lucifer, ¿como pudo acercarse tanto ese golpe sin congelarse? La respuesta llega rápido cuando nota que el martillo estaba brillando con un rojo amarillento de lo caliente que se había puesto. Satán había incrementado la temperatura de su martillo lo suficiente como para poder acercarse a Lucifer y asestarle ese poderoso ataque. Este fue el primer y único aviso que necesitó Lucifer para darse que cuenta de que debía ponerse serio de una vez por todas y acabar con este ciclo de odio, pelearía como Satán: como un caído. Se transforma en su forma demoníaca, y se arranca la camisa  y de una vez por todas demostraría de lo que era capaz el príncipe de las tinieblas. Usando su dominio contra el hielo se va deslizando alrededor de Satán, quien no se queda sin hacer nada y lanza varías rocas de magma por la boca a gran velocidad como si se tratara de una metralleta pero Lucifer era más rápido y realiza un devastador ataque combinando dos elementos del caos. Satán queda encerrado entre la arena invocada la cual se moldea para formar una especie de rectángulo.

-Prepárate Satán, porque esto va a dolerte como el demonio-dijo Lucifer a punto de lanzar su técnica-. ¡Caja mágica de arena: cuchillas de hielo!

Como aquel truco en el que un mago clava sus espadas en una caja con su asistente dentro, Las cuchillas de hielo creadas por Lucifer se clavan de lleno en la arena, pequeños chorros de sangre salen de aquellos agujeros.

-¡¿Qué fue lo que hiciste, Lucifer?!-exclamo Miguel desde el cielo, viendo preocupado la escena de la pelea.

-No te preocupes, no le dí en ningún punto vital, de todas maneras Raguel podrá sanarlo después con su magia.

El hielo rápidamente se derrite y la arena se cristaliza por el calor emanado desde dentro. Satán emerge de un estallido de lava, estaba ardiendo de la rabia y quería acabar con esto de una vez por todas; lanza rocas de magma a una velocidad superior a la anterior hacía Lucifer quien las esquiva deslizándose  con agilidad por el hielo creado por él y vuelve a contraatacar.




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