Vidas Secretas

PARTE DOCE

 

 

—Todo está bien, los documentos están en esta carpeta, solo es cuestión de pasar de diapositiva en diapositiva, tú lo haces y yo les voy explicando todo

 

El encargado de los equipos de audio y video que la apoyan en este tipo de ocasiones la queda mirando embobado sin prestar mucha atención a lo que ella decía.

 

— ¿Ha oído alguna palabra de lo que le he dicho? — El tono que ella usó lo hizo reaccionar avergonzado por hacer sido descubierto, Mary no quería molestarse, solo que no le interesaba que la miraran así en su escuela.

 

—Lo siento mucha señorita, pero no le gustaría salir conmigo — Ella solo ladea la cabeza mostrando una sonrisa que emociono al pobre hombre.

 

—Me siento muy halagada, pero declino de su proposición. — Tratando de ajustar las imágenes que quería mostrar.

 

—Es porque soy un simple asalariado ¿Cierto? No soy digno de una mujer tan hermosa como usted. — Y agachó el rostro.

 

—Ese es el motivo por lo cual no salgo con hombre como usted y no me mire de esa forma, que no es por asalariado como usted mismo se autodenomina, solo que me gustan los hombres con buena autoestima, aquellos que saben lo que quieren y como lo quieren y usted mi amigo, por el temblor de su voz y su gesto corporal al momento de su proposición estaba temblando por dentro ¿o me equivoco.?

 

Luego de esa pequeña conversación con Archi simplemente sonrió y volvió a lo que le interesaba la reunión de padres e hijos hasta que su amiga Paulina la llamo para coordinar unos datos y la alejaba del pobre muchacho que parecía tan avergonzado hasta el punto de querer esconderse debajo de una piedra si era preciso.

 

—Pobre muchacho lo has espantado ¿Qué le habrás dicho para que se ponga blanco como papel? A veces pienso que te escondes uno que otro truco bajo la manga — Eso la sorprendió, pero tuvo que guardar la calma

 

«Tranquila, si tú eres mejor que un ángel, creo que eso es tu as bajo la manga, ahora vamos a comer algo antes que empiece el cargo montón, tú sabes cómo son esas cosas.

 

UNA HORA DESPUÉS

 

—Lista para la jungla — Dio un fuerte suspiro acompañado de su amiga, le encantaba su trabajo había descubierto que al final era su vocación, pero lo que no le gustaba lo engorroso de ese tipo de reuniones, las pregunta sin fin de parte de los padres era lo que le resultaba algo tedioso de ser maestra y desde hace seis meses dueña de la escuela todo esto a causa del fallecimiento de la antigua dueña quien al ver la dedicación que le tenía a los niños, aquel ángel que había en ella se dio cuenta de que su escuela no estaría en mejores manos agregadas al hecho que no tenía hijos definitivamente ella era su mejor y única opción.

 

«¿Tú crees que venga el padre de Maxito? Oí, por algunas maestras, que ese hombre está mejor que helado en verano. — Por un momento Paulina, se mordisqueó los labios, algo que le pareció muy desagradable a Mary, no entendía como podía ser tan obvia, la sutileza no estaba en sus venas.

 

—Qué exagerada eres, recuerda, es el padre de uno de los niños, no sé si vendrá, no ha venido a las dos anteriores reuniones, las que hacemos cada dos meses, así que dudo mucho que venga a esta no hay nada de diferente.

 

— ¡Vamos Edward! Que, si llego tarde mi hijo, luego me aplica la ley del hielo — Mientras revisaba su celular.

 

—Si señor lo sé lo mismo me dijo el niño ayer, pero el tráfico no ayuda, al parecer un carro se quedó varado o descompuesto — Maximiliano guardo su móvil y torció la boca.

 

—Lo que ese hijo mío me hace hacer, tendré que ir caminando, ya sabes que hacer Edward.

 

Edward coordinó por auricular, no era la primera vez que pasaba algo, así Maximiliano Del Monte haría lo que sea por su hijo, así sea caminar y exponerse de esa manera.

 

— ¡El señor va a salir, repito, el señor va a salir! — Bajando rápidamente a abrirle la puerta, por lo que al segundo se aparecieron dos guardias de seguridad vestidos de negros con auriculares sobre sus orejas y otros dos se quedaban a una distancia prudente.

 

Quince minutos había llegado, estaba entrando seguido solo de Edward, ya que no quería llamar mucho la atención del por sí, su sola presencia por su porte, su apariencia de modelo de ropa interior, sumado a esa sonrisa que derretía a las mujeres a su alrededor, con todo eso era ya suficiente. Antes de entrar al salón de su hijo decidió pasar al baño a verse a un espejo cuando iba a entrar y Edward le abrió la puerta quedo helado a lo que sus ojos estaban viendo, casi delante de él una hermosa mujer de caballera Castaña hasta donde empezaba sus caderas y solo en falda, ya que como seguía su mirada por cada parte de su cuerpo logro observar ese hermoso par de senos cubierto por esa lencera tan fina llena de encajes, algo dentro él empezó a saltar como si estuviera en una fiesta, logro observar cómo caía el agua por sus pechos y ella pasaba sus manos por sobre estos, para luego ponerse algo con que cubrirse, no podía creer lo hermosa que se veía, pero como era posible si desde la muerte de su esposa nada en él había vuelto a despertar de esta manera, durante estos años había puesto todas sus energías a buscar su venganza, a hacer crecer su imperio para que así nadie dudara en estar de su lado a las buenas o a las malas, Cuando Edward lo observo tan distante como si su mente estuviera en otro planeta.




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