Capítulo 14. Misión Cumplida

VIKTOR

Por
WingzemonX & Denisse-chan

Capítulo 14.
Misión Cumplida

A medio camino hacia el portón principal de la propiedad, Luke, Vermillia y Melissa, que entre los tres llevaban cargando a Suzane, tuvieron que detenerse al escuchar el intenso estruendo provocado por el proyectil de Holly Molly. Y al girarse, quedaron aún más impresionados al ver la enorme explosión que prácticamente había volado toda el ala este de la casa, y cómo posteriormente los muros restantes comenzaban a derrumbarse hacia adentro, como un castillo de naipes.

—¿Pero qué infiernos…? —exclamó Vermillia, atónita.

—¡Oficial Williams! —gritó Melissa, aterrorizada. Sus piernas le fallaron, y terminó cayendo de sentón al suelo ante tal imagen.

—Descuida, Melissa —pronunció Luke con voz confiada, volteándola a ver con una sonrisa—. Eso fue ni más ni menos que el ataque final de Jolly, Molly, Solly.

—¿Su… ataque final? —repitió Melissa en voz baja, sin entender.

Luke no aclaró más, y se limitó a sólo ver con una amplia sonrisa la estruendosa, aunque impresionante, destrucción.

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Jolly se alzó rápidamente, echando apenas una mirada rápidamente para asegurarse que el disparo había salido bien; de momento, así lo parecía. Pero no había tiempo para detenerse a cerciorarse de que su objetivo final había sido alcanzado como se lo proponía. La casa comenzaba a desmoronarse, y si no hacían algo ellos lo harían con ella.

Acercó sin la menor vacilación su mano al mango del arma que aún tenía encajada en su muslo, y la sacó de un rápido tirón. Un respingo de dolor le recorrió todo el cuerpo, y casi pudo sentir como más de su cálida sangre se le escapaba, pero no dejó que eso la dominara ni un instante.

Tiró con desprecio el arma hacia un lado, y se puso rápidamente de pie.

—¡Vamos! —gritó Jolly en alto, y al tiempo que tomaba la correa de su arma con una mano, con la otra se apresuró a tomar a Cedric para jalarlo con rapidez y cruzar la corta distancia que los separaba de la orilla del tejado, antes de que éste terminara desmoronándose.

Cedric, aturdido notablemente por el disparo, el impacto y la explosión, se tuvo que obligar a reaccionar en cuanto sintió el jaloneo de Jolly, y correr detrás de ella. Sin pensarlo mucho, ambos se lanzaron tomados de la mano hacia la terraza, apenas logrando mitigar su caída con su habilidad de Nosferatis. El tejado se hizo pedazos un segundo después, desmoronándose hacia adentro de la casa. Y, de hecho, en cuanto sus pies tocaron el suelo de la terraza, ambos sintieron como éste se movía, pues también se desmoronaba hacia el suelo junto con el muro lateral.

—¡Agárrate fuerte! —exclamó Jolly en alto, y sin pensarlo rodeó a Cedric con sus dos brazos, pegándolo contra ella de forma protectora.

Dio entonces un salto largo hacia delante, antes de que la terraza tocara el suelo, impulsándolos ambos y haciendo que sus cuerpos salieran disparados hacia la noche, con la destrucción total de la casa a sus espaldas.

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En el bosque, el Cráneo de azul alzó su mirada rápidamente hacia lo lejos, en cuanto el estruendo de aquella última explosión llegó a sus oídos. Y desde su posición en aquella colina, pudo contemplar totalmente la llamarada que había cubierto la casa, y como ésta se derrumbaba por completo sobre sí misma. El sonido de la explosión, el de los escombros cayendo al suelo uno sobre otros, agitaron la noche entera, como el impacto de un relámpago.

El Cráneo contempló aquello completamente atónito. Eso, indudablemente, no había sido una granada, sino algo de mucha más potencia. Algo totalmente fuera de su predicción.

—Hermano… —susurró despacio, su voz atorada en su garganta por la profunda preocupación que lo invadió.

Para Klauss no pasó desapercibido ese cambio. Así que aprovechando ese descuido de parte de su oponente, se agitó con violencia con todas sus fuerzas, quitándoselo de encima con brusquedad. El cuerpo del Cráneo se ladeó hacia un lado, y Klauss pudo zafarse de su agarre. Pero además de eso, logró girar rápidamente, y lanzarle un largo zarpazo directo con su garra derecha, golpeándolo con fuerza en su espalda.

El cuerpo del Cráneo fue lanzado por los aires hacia un lado, hasta chocar contra un árbol, y precipitarse de espaldas al suelo.

Klauss saltó por instinto hacia atrás, creando la mayor cantidad de distancia posible entre ambos. Respiró con agitación intentando recuperar energías, pero para ese punto resultaba prácticamente imposible. Sus piernas le temblaban, y su vista se nublaba un poco. Sentía que se desmayaría sin remedio en cualquier momento…

Pero incluso con todo aquel cansancio extremo, logró ver como la figura azulada del Cráneo se alzaba lentamente, aún después de aquel golpe. Klauss intentó por todos los medios sobreponerse y prepararse para el ataque. No obstante, la atención del asesino ya no estaba puesta en él, sino enteramente en la casa derrumbada a lo lejos.

—¡Carajo! —soltó, notándosele enojado, pero más que nada angustiado.

Sin decirle nada a Klauss, saltó hacia los árboles, moviéndose entre ellos, dirigiéndose colina abajo.