VÍnculos

capitulo 29

Estaba muy oscuro. Algo peligroso para unas escaleras tan demacradas. Varias veces estuvo a punto de caer a causa de las protuberancias y daños en las escaleras. Por suerte ella también tenía su celular y pudo utilizar la linterna para iluminar el lugar. Era un sótano bastante profundo. Tuvo que girar tres veces en las curvas de las escaleras que se formaban al terminar cada tramo. Al final había llegado a una sala que a su parecer era más grande que la biblioteca superior. También había estantes, pero la mayoría de los libros se encontraban en cajas apiladas y polvorientas. Dejo su mochila a un lado y camino iluminando los libros. Esos nunca los había visto. Una hoja simple de cuaderno ponía sobre una de las cajas " libros prohibidos". Abrió la caja y vio otra hoja "NO LEER". La tiro sin prestarle atención. En la caja había diferentes ejemplares. Miro cada uno con atención. El Decamerón de Giovanni Boccaccio, 1984 de George Orwell. Un segundo, ese lo había leído. Era bueno, aunque había unas partes que le había costado entender. Lo dejo a un lado y siguió viendo. Un pequeño libro al que le faltaban varias páginas y cuya portada estaba manchado, le llamo la atención. Se titulaba "el señor de las moscas" de un tal Golding. No podía ver el nombre pues algo como tinta lo había cubierto. Siguió pasando los ejemplares cada vez más rápido. El libro de Thot, el libro de Dzyan, necromicion,excalibur. De nuevo vio otro libro bastante ultrajado. Carecía completamente de portada y muchas de las hojas estaban sueltas. Lo tomo y para su sorpresa estaba en su idioma. Había capítulos sobre magia, pociones, posesiones y seres mágicos. Lo abrió en este último. Hablaba principalmente de demonios y sus diferentes representaciones como vampiros u hombres lobo, hadas y sus derivaciones, y por ultimo un pequeño fragmento dedicado a los seres de luz que dictaba:

Los hominum o también llamados seres de luz y denominados de forma errónea como ángeles por personas ignorantes, son seres de energía que carecen de la necesidad de habitar un cuerpo. Algunos escritos encontrados en las primeras civilizaciones hablan de estos seres como criaturas bondadosas que cuidaban de sus cultivos y protegían con especial ahínco a los niños, también que podían manejar la materia a su antojo. Si así lo deseaban podían habitar cualquier cuerpo y convertir una cosa en otra completamente distinta. Sus apariciones siempre se daban a través de un intermediario, pues a pesar de no necesitar cuerpos, los pobladores hablaban sobre la actitud escurridiza de estos seres para con los humanos. Los únicos a quienes se presentaban abiertamente era a los infantes. Lo cual dio lugar a debates incontables ya que se extendió la leyenda sobre que en realidad estos seres eran almas penitentes del limbo que buscaban a criaturas puras que les aseguraran ingreso en el paraíso. Se decía que ganaban la confianza de los niños y luego invadían sus cuerpos fusionándose con sus almas el tiempo suficiente para pasar inadvertidos por el radar del paraíso. Luego las almas de los niños quedaban errantes y se convertían en hominum repitiendo así aquel circulo vicioso. Pero ninguna de estas versiones está confirmada y al igual que los espectros su existencia no se afirma, pero tampoco se niega.

  1. de luz. Por autor anónimo.

La niña miro asustada a todos lados. El espacio ahora le resultaba especialmente escalofriante. No se había fijado en el aspecto aterrador que tenían las viejas cajas marcadas con tinta roja o las telarañas tan antiguas que ya ni siquiera había rastro de las arañas que la tejieron. Dio un grito cuando vio que una de las cajas se movía.

 

 




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