Alara sabía que Mordo ya no podía usar su jet y ya había encontrado un punto débil para atacar. Mordo acomodó su lanza mientras se arrancaba un pedazo de su guantelete, ya que su sable lo había destruido por completo. Una nave pasó sobre ellos. Cuando levantó la mirada para notar que era de la República, Mordo corrió directo hacia ella. Su lanza chocó contra uno de los filos de su espada mientras daba un paso hacia él para girar hacia adentro. Su sable marcó otra vez su armadura para luego quitarle otro pedazo de su casco. La máscara parecía lo más resistente del mismo, ya que estaba intacta. El mandaloriano estaba concentrado y luego de girar tomó la lanza por su punta para lanzar una estocada. Alara se atrevió a copiar a su alumno y esquivó el ataque con paso lateral mientras apagaba su sable para que no choque con nada. Lanzó un ataque a la altura de la cabeza de su enemigo. Su sable destruyó por completo el visor de Mordo, que tuvo que sacarse el casco para seguir peleando.
"Deberías haberme decapitado, jetii." Dijo enojado el mandaloriano.
"Nosotros no hacemos las cosas de esa manera, Mordo." Dijo con seriedad Alara. "Ríndete."
"No conocemos esa palabra..." Dijo el hombre para lanzarse al ataque.
Alara pensó en su ventaja mientras bloqueaba los ataques de su enemigo. Con un fuerte contragolpe, hizo que Mordo perdiera su postura para golpearlo con todas sus fuerzas en la cara. La nariz de su contrincante explotó en sangre para hacerlo dar unos pasos hacia atrás. Su Bakuuni estaba oxidado, pero había cumplido su cometido. Con un rápido paso a su lado, destruyó su jet para luego cortar única manguera que le quedaba. Su tanque estaba vacío, ya que nada cayó por ella. Su giro de talón lo noqueó por completo mientras sentía una nave acercarse a ella. Esta aterrizó mientras su aprendiz saltaba en su dirección.
"Esa patada fue magnífica..." Dijo sorprendido Shin mientras la revisaba con la mirada. "¿Estás bien?"
"Nada que lamentar... ¿Ya hiciste amigos?" Preguntó mientras Paros y Mirabella se bajaban de la nave.
El escuadrón corrió hacia el mandaloriano para ponerle unos grilletes y arrastrarlo contra la nave.
"Buenos días, capitán." Dijo con seriedad Alara mientras se sacudía la tierra. "Parece que Mirabella tenía grandes mercenarios detrás de ella."
"Gracias por su ayuda, caballera." Dijo con seriedad el chagrian. "Su aprendiz detuvo a la cazarrecompensas."
"Buen trabajo, Shin..." Dijo asombrada Alara.
"Tendrías que haberme dicho más sobre sus armaduras, maestra... No sabía que podían volar." Dijo divertido Shin.
"No se me ocurrió que fueras a pelear con ella, Shin..." Dijo apenada Alara. "Luego me das los detalles..."
"Nosotros nos encargaremos de llevar a la agente hasta Coruscant, caballera." Dijo con seriedad el capitán. "No queremos que nuestra misión los incrimine en algo."
"No hay problema, capitán." Dijo pensante Alara.
"Gracias por todo, Alara... Shin." Dijo con seriedad Mirabella. "Espero volver a verlos."
"Que la Fuerza los acompañe." Dijo sonriente Shin para luego mirar a su maestra.
Luego de la despedida caminaron hacia el pueblo mientras intercambiaban historias para luego terminar comiendo en una taberna, donde todos hablaban de su alumno.
"Ya eres famoso..." Dijo pensante Alara.
"Puede ser... Al fin pude usar una de tus frases, maestra. Aunque las tuyas suenan mucho mejor..." Dijo divertido Shin.
"¿Qué?" Preguntó confundida Alara.
"Tú siempre dices... Solo necesito la Fuerza." Dijo Shin imitando muy bien a su maestra. "Yo pude decir algo parecido..."
"Yo no digo esas cosas..." Dijo ofendida Alara.
"Me lo dijiste al menos cinco veces en Kyros-4." Dijo sonriente Shin mientras sacaba su holopad.
"No lo recuerdo..." Dijo divertida Alara, que todavía estaba pensando en lo que si alumno le había contado. "Que no se te suba a la cabeza, Shin, pero voy a recomendarte para hacer misiones en solitario..."
Shin la miró sorprendido.
"¿Ya te aburriste de mí?" Preguntó sonriente.
"No es eso..." Dijo ofuscada Alara. "Creo que eres muy útil para Orden y que tus talentos pueden ser más útiles sin mi constante vigilia." Agregó pensante. "Todavía te falta mucho para ser caballero..."
"Me gusta pasear contigo, así que no vas a poder librarte de mí tan fácilmente..." Respondió divertido Shin para luego tomar un sorbo de una extraña bebida de color naranja.
"Estúpido..." Dijo sonriente Alara.
"Maestra, me acaba de llegar un mensaje de Kysho." Dijo con curiosidad Shin. "Dice que atiendas tu holo."
Alara sacó su holopad para que un pequeño holograma de Kysho apareciera sobre él.
"Alara, Shin, lamento molestarlos, pero necesitamos que nos encuentren en la órbita de Brentaal. Ya hemos terminado con nuestra misión y esta nave está cambiando de trayecto." Dijo el holograma de Kysho.
"No sería un problema, Kysho. Shin y yo acabamos de terminar con nuestro encargo y estamos camino hacia ustedes." Dijo pensante Alara.
"¿Cómo están todos?" Preguntó divertido Shin.
"Hemos viajado tranquilamente por esa ruta, Shin. Así que están un poco aburridos..." Dijo divertida Kysho. "Nos vemos pronto, que la Fuerza los acompañe."
Kysho terminó la comunicación para dejarlos en silencio.
"Parece que vamos a tener compañía." Dijo después de unos segundos Alara. "Vas a tener a tu compañera de entrenamiento."
"No voy a cambiarte por nadie, maestra." Dijo jocoso Shin. "Ahora quiero saber un poco sobre los mandalorianos, Shia me dijo unas cuantas palabras extrañas y me llamó jetii un par de veces..."
"Jetii significa jedi..." Dijo apenada Alara, ya que no sabía si había sonado celosa. "Tienen una historia muy interesante y son una gente muy particular. No todos trabajan para el Imperio." Agregó mirando hacia un lado.
"Entiendo, solo recuerdo que les gusta pelear y que son expertos en la guerra..." Dijo pensante Shin.
"Es importante en su cultura, a mí me agradan porque son muy diversos... Ya que adoptan sin importar la raza. Algunos clanes son muy peculiares... lamentablemente luego de la Guerra Civil se han convertido en mercenarios y se han separado en muchos pequeños clanes." Agregó pensante Alara para luego ponerse de pie. "Deberíamos movernos, padawan."
Shin saltó de su silla para dejar unos créditos junto a los platos.
"¿Cómo vamos a volver a la nave?" Preguntó mientras acomodaba su cinturón.
"Nuestros amigos de la República ya deben estar cerca." Respondió Alara para salir del lugar.