Capitulo 1

Narradora

Sophia caminaba por las calles de la ciudad con determinación en su mirada, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. El sol brillaba en lo alto, iluminando su rostro con una mezcla de esperanza y desesperación. Con cada paso, el peso de la responsabilidad pesaba sobre sus hombros, recordándole la urgencia de encontrar una solución para el tratamiento médico de su madre, cuya salud dependía de un hilo.

—Necesito encontrar una forma de conseguir dinero para el tratamiento de mamá. No puedo permitirme perderla—murmuraba Sophia para sí misma, con la determinación brillando en sus ojos mientras buscaba desesperadamente una solución.

Se acercó a una oficina de préstamos, con la esperanza de obtener un préstamo que pudiera salvar la vida de su madre. Sin embargo, las palabras del gerente resonaron en sus oídos con desaliento.

—Lo siento, señorita, pero su historial crediticio no es suficiente para otorgarle un préstamo en este momento—dijo el gerente con tono compasivo, pero firme.

Sophia sintió un nudo en la garganta y un torbellino de emociones la invadió: frustración, desesperación, impotencia. Se alejó de la oficina de préstamos con el corazón pesado, sintiendo el peso de la responsabilidad y la angustia en sus hombros.

—¿Cómo voy a conseguir el dinero que necesito para el tratamiento de mamá? No puedo rendirme, debo encontrar una solución—se repetía Sophia, luchando contra las lágrimas que amenazaban con desbordarse.

Mientras caminaba por las concurridas calles de la ciudad, Sophia se detuvo frente a un pequeño café, donde decidió tomar un respiro y recoger sus pensamientos. Se sentó en una mesa solitaria, observando a su alrededor con ojos cansados pero determinados, sintiendo la urgencia de encontrar una solución para salvar la vida de su madre.

—No puedo darme por vencida. Debo encontrar una forma de conseguir el dinero que necesito, por mi madre—murmuró Sophia para sí misma, con la determinación creciendo en su corazón mientras se preparaba para enfrentar el desafío que se interponía en su camino.

Alguien que la había captado con su mirada desde que entró a la cafetería y había logrado escucharla, se acercó a ella.

—señorita, tal vez usted no me conozca pero puedo ayudarla—dijo con una sonrisa amable ya que esa chica podia ser su salvacion a la peticion que su jefe al que llaman "el patron" le hizo hace unas horas

—creo que debería irme—Sophia al no conocerlo se puso en alerta y decidió irse, no quería más problemas.

—señorita, espere por lo menos déjeme explicarle, quiero ofrecerle un trato.

—¿Un trato?—dijo Sophia desconfiada pero se volvió a sentar

—Estoy dispuesto a darle el dinero que necesite solo si se convierte en una madre sustituta. Quiero que me alquile su vientre—dijo de manera muy calmada, como si eso no fuera nada.

—¿Mi vientre?—aunque era algo inconsebible, esto podía salvar a la madre de Sophia, pero de inmediato descartó esa idea, ella no podía hacer algo así.

—Lo lamento, pero no soy la chica que busca

—Por lo menos piénselo—dijo entregándole una tarjeta y Sophia la tomó, pero en ese momento el celular de Sophia sonó, era de la clinica, al contestar su pulso se aceleró—una crisis.