Viuda negra

La justicia y el por venir.

¿Que es esto? ¿Que son estos estudios médicos? ¿Como que mi padre fue drogado todo este tiempo por Ágata? No…no es posible ¿están diciendo que este hombre es inocente? ¿El mismo que dejó a su familia a merced de esa maldita asesina? ¿El desgraciado que engañó a su esposa con su propia hermana? ¿El hombre que me abandonó en un internado hasta que me hice una adulta y me borró de su vida es solo una víctima? No…no puedo aceparlo…¿que voy hacer con todo el rencor que le tengo? ¿Como le explico al odio y a la venganza que el objeto de nuestra ira es inocente?

Todos estos pensamientos inundaron la cabeza de Antonella quién no supo de si, hasta que se dio cuenta de que estaba en el hospital, su padre había sido internado de emergencia, necesitaba urgentemente un donante de riñón, tenía anemia y necesitaba sangre para que pudiera ser intervenido.

—Antonella ¿estás bien? ¿Quieres un cafe? ¿Agua? Estás muy pálida.—le dijo Kim mientras tocaba sus hombros.

—¿Hace cuanto lo internaron?—preguntó ella con la mirada perdida.

—Hace cinco horas exactamente.—le respondió Kim preocupado por ella.

—¿Leíste los exámenes médicos? ¿Son falsos verdad? Él los hizo para limpiarse las manos, debió darse cuenta de que iba a destruirlo.—externó Antonella apretando los puños y los dientes.

—No…son verídicos, tu padre fue drogado por…—Antonella lo interrumpió de golpe, tenía una expresión llena de rabia y confusión.

—¡No! ¡No puedo aceptarlo! Tu sabes lo que hizo…no merece ser perdonado…—dijo Antonella mientras agarraba de la ropa a Kim y lo sacudía con fuerza.—¡él fue un desgraciado! ¿Como se supone que voy aceptar esto? Tu sabes todo loq eu he sufrido por su culpa…todo lo que mi madre soportó por su maldita culpa…—en este punto Antonella se puso a llorar, tenía sentimientos encontrados.

—Lo sé…se que estas confundida, esto ha sido un golpe bajo para ti…—le dijo Kim mientras la abrazaba.

—Mi mamá fue envenenada por esa basura…mi padre no hizo nada al respecto…se metió con Ágata mientras mi madre luchaba por su vida, le cedió todo, la convirtió en sus esposa, a los pocos días que mi mamá falleció ella ya era la señora de la familia, se la entregó en bandeja de plata y esa maldita la destruyó…dejó que ágata me golpeara, que me tratará peor que aun perro…yo solo tenía cinco años…¿por qué me abandonó? ¿Por que no me defendió? ¿Por que le fue tan fácil dejarme si yo lo necesitaba tanto? Yo ya no tenía a nadie….aun así…aun así me abandonó…

—Lamento profundamente todo lo que pasaste, ojalá pudiera regresar en el tiempo y librarte de todas esas penas, tienes razón en estar enojada, solo eras una niña y todos te dieron al espalda, pero Antonella…tu padre es inocente, nosotros no castigamos a los inocentes, ahí tienes los estudios médicos, los resultados de esos análisis y la investigación que el doctor hizo son reales, se que estas sufriendo, pero imagina como se siente tu padre, cuanta culpa y dolor debió sentir para que colapsara de un momento a otro, el despertó de una pesadilla, es como si hubiera estado dormido, como si alguien más estuviera usando su vida, su voluntad y su albedrío, la droga que Ágata usó con él, fue la misma que usó con su difunto esposo, el hombre al que envenenó, por eso se casó con ella, por eso de un día para otro la convirtió en una mujer de renombre, ágata es peligrosa, una asesina que debe ser castigada, pero no por nosotros.—exclamó Kim con seriedad mientras la alejaba de él.

—¿Qué? ¿Que estás diciendo? Llevamos planeando esto por años…¿como puedes decirme que lo olvidemos? Tu sabes lo que significa para mi verlos en la ruina, quiero que paguen por todo el daño que han causado…—declaró Antonella temblando de rabia.

—No, ya no puedo seguir viéndote así, esto es diferente, tu familia fue diferente a la mía, sé que tu me ayudaste a cumplir mi venganza y siempre te estaré agradecido, pero esto te esta destruyendo, te estás convirtiendo en una villana y no lo eres, piensa en tu hermana, Eliza fue una víctima más del engaño de Ágata, ella se encargó de envenenarla en tu contra, pero se dió cuenta del error que había cometido y vino hasta ti sin importarle cuanto se humillara, suplicó por tu perdón, por que al final la sangre siempre llama, ella se dio cuenta de que ustedes no eran enemigas y pudiste perdonarla, tienes que entender que tu padre también fue una víctima de Ágata, esa viuda negra fue a quien más dañó, Octavio fue su más Grand víctima, lo manipuló, lo gogó volviéndolo una marioneta, le quitó a su esposa, a sus hijas, le arrebató su identidad, su derecho a decidir por si mismo y mirarlo, ahora esta tendido en una cama con el riñón destrozado, con una hija que lo odia a morir y con la verdadera culpable libre ¿crees que es justo?

—Pero…

—Ve a ver a tu padre y si aun quieres vengarte de él después de verlo tan indefenso, entonces seguiremos con esto.—le dijo Kim mirándola con total seriedad.

Kim acompañó a Antonella hasta el lugar donde se encontraba su padre, ella se quedó parada viendo la puerta, dudando si debía entrar o no.

—Hazlo, si deveras quieres continuar con esto, entonces entra, yo estaré esperándote aquí.

Antonella lo miró de reojo y frunció el ceño y entonces abrió la perilla y una vez que entró su armadura se hizo pedazos, ahí estaba su padre, completamente inofensivo, rendido ante el cansancio y la enfermedad que lo asediaba y un nudo se le formó en la garganta haciéndola callar.

—Antonella…viniste a ver a nuestro padre.—expresó Eliza confundida.

—¿Como está?—preguntó Antonella sin quitarle la mirada de encima a su padre.

—Esta delicado, necesita encontrar un donante de riñón lo antes posible, los médicos se están moviendo para conseguir uno a más tardar para mañana, iré a ver si soy candidata para el transplante.—le dijo Eliza con los ojos hinchados de tanto llorar.— estoy segura de que nuestro padre se enfadará si se entera que le di mi riñón, pero que más puedo hacer, el amor que le tengo me lleva a querer hacerlo.




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